La 14° edición del Festival Internacional de Teatro Córdoba Mercosur, con inteligente curaduría de Raúl Sansica, actual presidente de la Agencia Córdoba Cultura, se desarrolló en la capital y el interior de la provincia, dividida en corredores teatrales que permitieron acercar las propuestas hasta las ciudades más remotas. Fueron más de cien funciones con más de sesenta propuestas que se llevaron a cabo en salas oficiales, salas independientes, espacios alternativos, cárceles y escuelas.
El bienvenido encuentro, un ejemplo a tener en cuenta, comenzó con la dramaturga y actriz brasilera Denise Stoklos, quien brindó una auténtica clase de teatro al bramar, literalmente, desde el enorme escenario del teatro Libertador San Martín, su “500 años. Un fax a Colón”, espectáculo en el que denuncia el saqueo y sometimiento al que fueron sometidos los pueblos originarios y la persistencia de sus estigmas en el presente latinoamericano.
Entre otras logradas y atrayentes obras, se lucieron “La sapo”, de Ignacio Tamagno, proveniente de Uruguay, en la que una nieta y su abuela desentierran un oscuro y violento pasado familiar. En el recuperado cine Moderno, inaugurado en 1929, rebautizado con el nombre de Centro Cultural Comunitario La Piojera, pudimos acceder a un modelo de cogestión entre el municipio y diferentes organizaciones e instituciones barriales.
En el bello Sindicato de Maravillas, se apreció “Yo también quiero ser un hombre blanco heterosexual”, de la compañía Teatro Casero de Río Negro. Se trata de una comedia negra, una farsa de género con banda musical en vivo, con el lucimiento de la actriz venezolana Aravinda Juárez, en dirección compartida entre Darío Levin y Luciano Delprato.
A su vez, bajo la batuta del imaginativo Paco Giménez, se pudo disfrutar de “Mientras los filósofos duermen”, coproducción entre el Teatro Nacional Cervantes y el Teatro Real, basada en “La cueva caliente” de Raúl González Tuñón. Allí, un grupo de miserables se da cita ante el Rey del Dinero para solicitarle continúe manteniendo una serie de prebendas con el pretexto de ayudar a los más necesitados.
El plato fuerte fue “El señor Puntila y su criado Matti”, de Bertolt Brecht, con puesta de Marcelo Lombardero y el elenco estable de la Comedia Cordobesa, del que subrayamos las notables actuaciones de Gonzalo Tolosa (todo un
hallazgo como Puntila), Gabriel Coba (muy destacado en el rol del chofer Matti) y la talentosa joven Florencia Rubio (como Eva, la hija del protagonista).
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