Desde ayer, Facebook Inc., la compañía, no la red social, cambió su nombre a Meta, una medida que, marcó Mark Zuckerberg, refleja un énfasis en una nueva plataforma informática llamada el “metaverso”.
Los críticos dicen que está destinado a desviar la atención de la reputación cada vez más tóxica de Facebook. Y aunque Zuckerberg, quien fundó la empresa, apuesta a que centrarse en la realidad virtual garantizará un nuevo futuro, estas tecnologías están lejos de ser ampliamente utilizadas.
Pero, ¿qué es exactamente el metaverso? Tae Kim, columnista de Bloomberg, lo resume: "Piense en ello como una versión futurista de un videojuego multijugador siempre activo en el que se puede jugar, socializar o incluso administrar un negocio de generación de dinero, en un entorno realista generado por computadora".
Habrá que ver si Meta puede separarse de los problemas amplios y profundamente arraigados que sacó a la luz la denunciante de Frances Haugen. Facebook enfrenta acusaciones de engañar a los inversores y al público sobre el crecimiento de usuarios; siembre dudas sobre sus esfuerzos para combatir el discurso de odio y la desinformación; y sirve como plataforma para grupos terroristas, como el que tomó el Capitolio estadounidense el 6 de enero.
Y suma un riesgo en el cambio de marca: no hay garantía de que el resultado final no sea un accidente. Están el caso de Gap Inc. y el servicio Royal Mail del Reino Unido. En 2001, Royal Mail se convirtió en "Consignia" abandonando 500 años de historia, y luego tardó 16 meses en revertirse.
La recompensa del metaverso: si el juego tiene éxito, es posible que Zuckerberg pueda eludir las críticas por filtrar las noticias falsas y facilitar el discurso del odio, limitar la recopilación de datos, y hacer que la orientación de los anuncios sea más transparente como se recopila en los “Facebook papers”.
Lo cierto es que Facebook tiene hoy propósitos muy diferentes a los que tenía hace una década, y pese a las denuncias, tiene ventaja amplia en el mercado sobre los los rivales como Snapchat y TikTok. Pero un metaverso centrado en la decadente Facebook refleja el mal juicio de Mark Zuckerberg y su equipo.
Para los especialistas, Zuckerberg debería centrarse en renovar su staff primero. Y en limpiar la plataforma y regularla con moderadores de contenido, que identifiquen el contenido dañino en su sitio, antes de construir uno nuevo que genere los mismos problemas.
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por R.N.
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