“En la última década el sector agropecuario fue testigo de un cambio radical a partir de la creciente utilización de tecnologías de base digital. Esta tendencia global se replica en el caso de Argentina”, menciona un paper del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que apunta a impulsar el crecimiento en el país de las “agtech”, las aplicaciones tecno pensadas para el campo.
“Además de hacer más eficientes las tareas llevadas a cabo en diversos eslabones de la cadena desde la producción a campo, pasando por la industrialización, hasta la comercialización, este paradigma emergente, usualmente conocido como agtech, derivó en nuevas oportunidades para el escalamiento en cadenas globales de valor. Los startups de este sector suelen utilizar tecnologías disruptivas como bigdata e inteligencia artificial, para brindar sus servicios”, explica el informe.
El BID apunta que Argentina en “interacción con otros actores del ecosistema como incubadoras y aceleradoras, fondos de inversión y organismos de ciencia y técnica”, encuentre oportunidades de expansión y negocio en el sector agtech. Para lo cual resulta imperativo obtener financiamiento, desarrollar y validar tecnologías, así como también, en algunos casos, encontrar vías para escalar empresas a nivel internacional.
En el escenario global justamente, las agtech se han convertido en un sector clave para las venture capital, con inversores de alto perfil como la Bill Gates, Google, y las universidades de Standford y Texas. Y las grandes corporaciones de agronegocios como Monsanto y Syngenta también están liderando ese camino.
Hasta finales del año 2013, cuando Monsanto adquirió Climate Corporation por 1 billón de dólares, pocos inversores pensaban en innovaciones tecnológicas en agricultura. La mayor parte de la innovación en agro estaba concentrada en los “jugadores tradicionales del sector”: biotecnología y genética para semillas.
Sin embargo, al año siguiente, según CrunchBase, la inversión en tecnologías para el agro superó los 2,36 billones de dólares. Y en 2015, la cifra de inversión en “start ups” de tecnología para alimentos y agro alcanzó los 4,6 billones, duplicando la cifra en apenas dos años. En sintonía, hace dos años, el BID anunció que destinaría 3 millones de dólares a través del Fomin (Fondo Multilateral de Inversiones, el laboratorio de innovación del organismo multilateral) al desarrollo de emprendimientos de base tecnológica en la Argentina.
Y se premió a una serie de proyectos y empresas. “Desde Kilimo anunciamos este apoyo de BID Lab que es parte de la Línea de Financiamiento de Emergencia para Startups y Scaleups (LIFESS) y mejorará la capacidad de los pequeños y medianos agricultores de América Latina y el Caribe (LAC) para acceder a una solución innovadora de eficiencia en el uso del agua”, marcó en un comunicado la startup agtech con sede en Argentina que busca transformar la gestión del riego y la eficiencia del agua en la agricultura en la región.
“Kilimo brinda servicios a más de 200 agricultores en 8 países, ahorrando más de 30 mil millones de litros de agua al año, con reducción de costos y una mejora significativa en la sostenibilidad general de las actividades agrícolas”, apunta la empresa.
Otra de las reconocidas en el rubro por el Banco Interamericano de Desarrollo, fue CREALab. Y también Agree, la fintech del agro destacada por el (BID) como una de las diez startups agtech más innovadoras de Latinoamérica por “adaptarse a los nuevos requerimientos de los usuarios y consolidarse como una opción ágil y segura”.
“El campo argentino necesita más de U$D 20.000 millones anuales para producir. En Agree logramos un círculo virtuoso: acompañamos el crecimiento del productor dándole acceso a un financiamiento sostenible. Usamos tecnología para brindar los créditos y buscamos que a su vez el productor pueda acceder a insumos, servicios y seguros para mejorar los márgenes de su negocio”, explica Nicolás Mayer Wolf, CEO de la compañía.
En su plan de expansión pasó de otorgar $1.000 millones de pesos en créditos en la campaña 21/22 a $30.000 millones de pesos para la campaña 22/23. Opera con más de 3.000 empresas del sector y busca seguir creciendo en mercados como México: tiene más de 3 millones de productores y el 90% no están bancarizados.
Un caso no tan distante del argentino. Según una encuesta que realizó el INTA, el 90% de los productores utilizan apps y plataformas digitales en su trabajo, pero 7 de 10 tienen problemas de conectividad: si bien la adopción de AgTech es masiva, para muchos productores la falta de internet en zonas rurales limita su impacto.
"El sector del agro tenía necesidades de digitalización muy fuertes", refrenda Blas Briceño, presidente de Finnegans, empresa orientada a la venta de software de gestión para el agro y la construcción con más de 4.000 clientes en América Latina y Estados Unidos. “Ahora existe un conjunto de agtech y de nuevos desarrollos digitales que funcionan como un ecosistema que sigue creciendo”, apunta Briceño.
"La digitalización no es sólo agilizar tiempos y eficientizar la comunicación es, por sobre todo, generar un entorno seguro y confiable que ayude a todos a tomar decisiones más informadas, entendiendo qué es relevante para cada una de las partes", afirma Sebastián Miret, CPO de Agree, que cuenta entre sus inversores al Grupo Sancor Seguros y The Yield Lab, la firma de Venture Capital perteneciente al Agri Food Tech, la aceleradora de proyectos tecnológicos con fuerte presencia en Latinoamérica.
También te puede interesar
por R.N.
Comentarios