*** Muchas veces, resulta importante contextualizar las opiniones y, de paso, hacer memoria. Eso que tanto escasea en este agitado siglo XXI que nos toca en suerte transitar. Lo cierto es que, la televisión argentina actual, abierta o de cable, tiene bastante olvidado al interior del país. Pero no siempre fue así.
Sirva como ejemplo, entre otros, “El Espejo… para que la gente se mire” que se emitió al aire desde agosto de 1984, por Canal 13, y comenzó a recorrer las provincias de Argentina, para mostrar, además de sus hermosos paisajes, las distintas actividades comerciales, culturales e industriales de cada región. El programa era conducido por Víctor Hugo Morales y César Massetti, y producido por Eduardo Metzger. De los tres puntos iniciales de rating, llegó a consolidarse en 21. Ese envío marcó un quiebre en la TV respecto a la idea de comunicación: unió a la nación. Ese fue su mayor logro. Iba en vivo, a veces desde las Cataratas del Iguazú, y conectaba a alguien de allí con otra persona que estaba en Ushuaia o en Buenos Aires.
El racconto viene a cuento del flamante docu-reality gastronómico “Maridaje” producido por Corinthian Argentina y The Content Land que, a partir de julio, se sumó a la propuesta de contenidos autóctonos disponibles en Flow. Compuesta por ocho capítulos de veinte minutos, el desafío es encontrar la unión perfecta entre comida y bebida. Cada episodio describe en contenido e imágenes un paralelismo constante de la historia o particularidad de la bebida de uvas elegida por un sommelier y su tenor, con la búsqueda de productos y preparación de platos imaginados por quien cocina.
Sin conducción fija, los diferentes invitados especiales viajaron por el territorio nacional para indagar en los tesoros que brinda la tierra y apreciar la variedad geográfica particular de lugares como Río Negro, Chubut, Mendoza, San Juan, Salta, Jujuy y Santiago del Estero.
Así, en el primer envío y también el más logrado en todos sus aspectos, la gran Dolli Irigoyen, visitó la localidad de Chapadmalal, del partido de General Pueyrredón, en la costa bonaerense, para encontrar en el Mar Argentino, la pesca exacta que combine con la selección del locuaz y experto Matías Prezioso.
Menos interesante fue el paso de Narda Lepes por la tierra de los Valles Calchaquíes, quizás porque los platos que cocinó debían ensamblarse con un trago a base de vino y hierbas, ideado por Inés de los Santos. Algo más palermitano que propio de la zona mencionada. Si se dejan de lado estos aires capitalinos, la segunda temporada superará a la actual.
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