El lunes 8 de mayo, la Federación de Petroleros, en la cual el sindicalista Alberto Roberti es secretario general, fue allanada en el marco de una causa por administración fraudulenta. Roberti había sido denunciado en noviembre del 2016 en el fuero federal, pero el juez Sebastián Ramos decidió enviar la causa al fuero ordinario, donde la semana pasada el juez Marcelo Conlazo Zavalía, del juzgado de instrucción 29, ordenó allanar las oficinas del sindicato y la obra social.
Según la denuncia presentada por Marcelo Turchetti, dirigente del mismo sindicato, Roberti habría hecho maniobras financieras en perjuicio de los fondos del sindicato y la obra social. Los allanamientos buscan probar si Roberti utilizó fondos del sindicato para beneficio personal y también para financiar parte de la campaña del 2015 de Sergio Massa, entre otros aportes, con vuelos privados a través de la firma Aerovida SA, una empresa que presta servicios de vuelos sanitarios para la obra social de los petroleros. Lo que busca determinar la Justicia es si en vez de pacientes, en esos vuelos iban Massa, Mónica López y Roberti. La investigación alcanzaría también al ex político Francisco de Narváez, porque se investiga desde el 2009 y antes de pasar por el massismo, el matrimonio Roberti-López fue aliado del “Colorado”.
Desde el entorno de Massa negaron que hayan hecho viajes de campaña en vuelos sanitarios. “Está todo declarado”, afirman.
Otra de las maniobras que se detectaron fue que la obra social de los petroleros libraba cheques para pagar a proveedores y luego esos pagos no se habrían asentado en el sistema contable llamado “Vector”. Un dato curioso: en mayo del 2014, la Federación de Petroleros compró un inmueble en la esquina de Chacabuco y Rivadavia para hacer un hotel. Al día de hoy, la obra sigue sin hacerse, pero en el lugar funciona un estacionamiento que explota un hombre llamado Víctor Ferreyra. ¿El dinero que se recauda en ese negocio va a la federación? Nadie lo sabe.
NOTICIAS se comunicó con Roberti para consultarlo sobre esta causa. El llamado fue a su celular personal y atendió él, pero se hizo pasar por otra persona.
Noticias: Hola, ¿Roberti?
Alberto Roberti: ¿Quién habla? Soy el secretario.
Noticias: Lo llamo de la revista NOTICIAS. ¿Está Roberti?
Roberti: A ver, espere que me fijo. ¿Por qué tema es, si se puede saber?
Noticias: Es porque estamos haciendo una nota sobre él.
Roberti: Espere un segundo.
Luego de un breve silencio, la misma voz que atendió el teléfono vuelve y se presenta como Roberti.
Noticias: Hola Roberti, queriamos consultarlo por la denuncia que tiene por administración fraudulenta.
Roberti: Este tema está en la Justicia y si quiere, puede remitirse al juzgado. No tengo nada para decir.
Noticias: Pero la semana pasada lo allanaron.
Roberti: Eso no lo sé. Yo no hablo de estos temas.
Noticias: ¿Cómo que no sabe si le allanaron el sindicato?
Roberti: Es que tengo mucho trabajo. De hecho, tengo que seguir trabajando.
Noticias: La última. Cuando atendieron el teléfono la voz sonaba muy parecida a la suya. ¿Era usted?
Roberti: ¿Qué? ¿También me van a acusar de fingir la voz?
NOTICIAS compartió la anécdota con otro sindicalista y se despejaron todas las dudas. "Siempre hace lo mismo", se rió.
La primera reacción de Roberti es siempre negar. En octubre del 2015, en una entrevista con esta revista, negó ser dueño de caballos y desmintió tener un stud. “Quiénes son los dueños de esos caballos no lo sé, pero seguro de que yo no. Es cierto que voy al hipódromo, pero nunca tuve un stud”, afirmó en ese entonces. Los documentos lo contradicen: su suegro y su hijo son dueños de Establecimiento Agroganadero Santa Mónica, que explota el Haras Santa Elena. Incluso, tres meses antes de aquel reportaje del 2015, se había publicado en el Boletín Oficial de Entre Ríos la creación de una empresa con el mismo nombre: Establecimiento Agroganadero Santa Mónica. La diferencia es que en esta, Roberti sí es accionista junto con su esposa. Un mes después, en agosto del 2015, según su declaración jurada como diputado, adquirió 33.000 hectáreas de campo en Gualeguaychú. ¿Allí cría caballos? Si alguien le preguntara a Roberti, lo negaría. El Haras Santa Elena se llama así en homenaje a su madre.
Su relación con Massa quedó dañada. A menos de un mes de las elecciones del 2015, Mónica López decidió abandonar el Frente Renovador, pero Roberti se quedó. Fue llamativo. Pasaron las elecciones y Roberti entró como diputado. Para ese entonces ya había invertido demasiado dinero en el massismo como para dejarle su lugar en la lista a otro. Una semana después, rompió con el bloque. En represalia, al día siguiente lo denunciaron por enriquecimiento ilícito. Fue el abogado Hugo Suares Araujo, vinculado a Luis Barrionuevo, el marido de la diputada massista Graciela Camaño. La causa cayó en el juzgado de Julián Ercolini. Consultado por NOTICIAS, Suares Araujo no recordaba los pormenores de aquella denuncia. “Sólo recuerdo que Ercolini la archivó”, afirmó. En la nueva investigación, el juez Conlazo Zavalía, luego de los allanamientos se declaró incompetente y la devolvió al fuero federal, donde a Roberti ya lo conocen bien.
por Rodis Recalt
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