Friday 22 de November, 2024

POLíTICA | 20-10-2018 13:22

Yamil Santoro: más ajuste y eliminar los feriados y las paritarias

Fundó un partido liberal dentro de Cambiemos que defiende los tarifazos. Quién es el joven político más macrista que el propio Mauricio Macri.

El futuro Presidente está cansado. Macri recién termina un acto, otro más, de la gira que lo quiere catapultar a la Casa Rosada, y su cuerpo le pasa factura. Cuando se baja de la tarima se deja mimar por los suyos, que le palmean la espalda y le auguran un futuro prometedor, pero su tranquilidad dura poco: un joven lo intercepta y le corta el paso. “Mauricio, creo en vos, pero a tus discursos les falta épica, vas a pedir sangre, sudor y lágrimas pero no sabés cómo hacerlo”, lo apura un tardío millennial desconocido. El líder del PRO quiere salir de la situación con una risa impostada pero Yamil Santoro, que en ese momento no llega a los treinta años y es sólo un cuadro incipiente de Cambiemos, insiste. “Lo incomodé. Me lo volví a cruzar un par de veces y volví a insistir con la idea, a él y a Gabriela (Michetti) también. La mayoría de los errores no forzados que cometió el Gobierno nosotros lo anticipamos”, recuerda.

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Cuando Santoro habla en plural lo hace en nombre de un club selecto, atractivo para el rating y provocador del buen gusto social, del que también son miembros Javier Milei, Agustín Laje y José Luis Espert: los ultraliberales con amor por el show y las cámaras. “Hay una diferencia. A ellos los quiero y me llevo bien, pero piensan que en la política son todos ladrones y yo creo que es la única herramienta de transformación”.

Tanto cree en la organización Santoro que, luego de dejar su cargo de asesor legal del gobierno porteño por defender públicamente a la multinacional de transportes Uber, ahora quiere liderar a sus correligionarios: creó “Mejorar”, un espacio para los amantes del libre mercado que busca tener un lugar dentro de Cambiemos. “Faltan liberales sexies y con épica en el Gobierno”, retruca uno de los pocos que se anima a ir contra la corriente del asistencialismo social y a pedir más recortes en el medio de la tormenta.

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Noticias: ¿Le falta más liberalismo al Gobierno?

Santoro: No somos supergenios, pero le prestamos más atención a lo fiscal y tributario que otros espacios y tenemos una visión menos corporativa de la política. En el tema del déficit se nota la falta de un partido liberal dentro de Cambiemos: nosotros decíamos de entrada “che, te sobran ministerios, fijate las empresas del Estado, hacé una auditoría”. Pasaron casi tres años y ahora corrés de atrás. Eso fue un error. El Estado se tiene que ajustar los pantalones y no lo decimos por ser garcas, sino porque hay dependencias que son un aguantadero. No hay que entender el ajuste como malestar de vida: el ajuste tiene mala prensa.

Noticias: ¿Está de moda el liberalismo?

Santoro: Sí, hay una ola liberal. Estuve en el grupo fundador del partido Liberal Libertario en el 2009 y en aquel entonces era predicar en el desierto, hasta la gente que era liberal tenía miedo de blanquearlo. Ahora hay una gran salida del closet de los liberales: hoy prendés la televisión en el prime time y por lo menos un liberal va a haber al aire. El gran problema que tenemos en Argentina es que las personas inspiradas en las ideas de la libertad son o poco sexies o tienen una línea de comunicación entre incogible y dura. Dicen: “Te voy a sacar los subsidios y la vas a pasar como el orto”. ¿Por qué Javier (Milei) es exitoso, más allá de ser un excéntrico? Porque logra generar un discurso que resuena en las fibras sensibles de la gente. Eso sí, Milei nunca sería mi ministro de Economía.

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Noticias: ¿Macri es liberal?

Santoro: Es el más liberal de todo el Gobierno. El tema es que Mauricio confía mucho en su equipo, y hay y hubo personas, como Prat Gay, que propusieron políticas económicas erradas. A veces le prestan mucha atención a la calculadora política y se olvidan de lo económico.

Identikit. Santoro –30 años, abogado recibido en la UBA– siempre estuvo a la vanguardia, aunque ésta, al menos para él, no estuvo siempre en el mismo lugar. Nadie puede decir que el político no buscó con fervor ese lugar mitológico de avanzada social: de engrosar las filas del proletariado revolucionario se convirtió en un pionero youtuber anti K que marchaba en paños menores en las marchas de protesta junto a Natacha Jaitt y a Patricia Bullrich –la única del grupo que llevaba la ropa puesta–. El salto a Cambiemos, de la mano de Bullrich, fue natural, pero su renuncia al gobierno de Larreta, dos años después, no tanto. Para Santoro fue de lo más normal: el futuro llegó a Uber, la empresa de transportes que conecta a pasajeros con conductores mediante una aplicación del celular y que está en pie de guerra con el oficialismo y con los taxistas.

“Uber me chupa un huevo y no me paga un centavo, pero me pareció un gran error, como gobierno, no debatir lo que Uber significa y que eso genere una escalada de violencia en la sociedad. Renuncié a un cargo que me hacía feliz”. Santoro luego presentó un proyecto de ley en la Legislatura porteña para crear un marco legal en el cual Uber pueda trabajar junto al servicio de taxis. Hasta ahora la única consecuencia real de esa medida fue que un grupo de agresores anónimos asaltó la oficina de Santoro, y lo agredieron a él y a sus compañeros. Según el político, eran taxistas.

Ese sindicato no es el único que detesta a Santoro. El liberal hace un culto del arte de ganar enemigos, y suele ser blanco predilecto de las furias de las redes sociales, que lo atacan por sus ideas poco populares: propuso eliminar los feriados y las paritarias, denunció por discriminación a Estela de Carlotto ante el Inadi por sus dichos sobre el chofer Oscar Centeno, relativizó el asesinato de un niño de 13 años que falleció en el medio de un saqueo en Chaco –“una persona abatida mientras intenta robar es alcanzada por la figura de la legítima defensa”–, defiende a capa y espada los aumentos en la tarifa de los servicios, y aseguró que entre los dos candidatos presidenciales de Brasil prefiere al polémico Jair Bolsonaro porque “es lo mejor para la región”, entre otras aventuras mediáticas.

A pesar de las críticas, Santoro no se achica, y su candidatura para convertirse en miembro del Consejo de la Magistratura logró el tercer lugar a principios de mes, a 700 votos de la fórmula ganadora. Y, como la vez que se lo cruzó detrás del escenario, le marca la cancha hasta al propio Presidente: “Si Cambiemos no permite que Mejorar se integre a la alianza, nosotros no le tenemos miedo a la competencia”.

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