Cuando todavía nos estamos acomodando a la uberización y a los servicios on demand, ahora llega otra alternativa que promete revolucionar la movilidad de los argentinos. Sin bien es una tendencia global, en ciudades latinoamericanas donde el costo de vida no para de subir y el sueño del auto propio se aleja, comienza el carsharing, una versión 4.0 para alquilar vehículos.
La posibilidad de acceder desde el teléfono, mediante una aplicación, a toda una flota de autos las 24 horas, siete días de la semana, es una realidad. Se trata de un sistema similar al de las bicicletas que ya vemos en la ciudad, sólo que los autos no son gratis y se pagan según lo recorrido.
Después de cuatro años en el sector de alquiler de autos, los hermanos Rodrigo y Gerónimo Pérez Terra desarrollaron la start up local MyKeego. “Nos dimos cuenta de que el alquiler tradicional estaba obsoleto en procesos, tiempos o flexibilidad, y pensamos el modelo de carsharing como algo superador que fuimos definiendo al conversar con gente experimentada del exterior”, cuenta Rodrigo.
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A finales de 2018 se creó Awto Argentina, a partir de una alianza entre la fabricante japonesa de autos Nissan y el soporte de Awto Chile para el software. Lo explica Mariano Segarra, CEO de la oficina local: “Hoy circulan 1,6 millones de autos por día en Capital Federal y hay vigentes 1,9 millones de licencias de conducir, por lo que miles de personas con permiso no tienen auto. Además, analizamos el incremento de costos para mantener un auto y vimos que muchos sólo utilizan sus vehículos particulares pocos días a la semana, pero pagan los costos fijos asociados. Por eso queremos brindar una solución a quien necesita un vehículo, pero requiere reducir los gastos de su mantenimiento”.
Gonzalo Ibarzabal, presidente de Nissan Argentina, cuenta que “la movilidad a nivel global está cambiando y desde nuestra visión de marca Nissan Intelligent Mobility, buscamos transformar la forma en que los vehículos se manejan y se integran como sociedad”.
Algo similar piensa Toyota Argentina a partir del lanzamiento de su servicio Mobility Services, su primer paso de la compañía en la transición de ser un fabricante de automóviles a convertirse en una empresa de movilidad. Para Diego Prado, director de asuntos corporativos de Toyota, en la industria se observa que “la propiedad de los vehículos ya no es valorada frente a su uso; es decir, los vehículos son utilizados pero su adquisición o posesión no constituye un objetivo del usuario”. A través de la plataforma digital y con el soporte de su red de concesionarios, Toyota comienza a vincularse directamente con sus clientes: “Es un gran desafío convertirnos en una compañía de retail de atención uno a uno”, asegura Prado.
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Rodrigo Pérez Terra, de MyKeego, explica que su modelo de negocio “se basa en que los autos sean utilizados la mayor cantidad de tiempo y si es por mucha gente mejor, quiere decir que el modelo está funcionando. Somos una start up con capital propio, por lo que apuntamos a un posicionamiento totalmente orgánico, basándonos en el servicio y en generar una marca atractiva y moderna”.
Cambia el paradigma y las ciudades empiezan a integrar en sí la movilidad como servicio, reflexiona Segarra, de Awto. “Queremos enfocarnos en brindarle al usuario un servicio fácil, rápido, económico y sustentable que colabora en reducir la cantidad de vehículos en circulación y cuidar el medioambiente”, resume.
Buenas perspectivas. El último análisis de la Universidad de California Berkeley sobre la industria, en 2016, estimó que había servicios de autos compartidos en más de 2.000 ciudades alrededor del mundo, con un tamaño de flota superior a los 157.000 vehículos y más de 15 millones de usuarios registrados. Consultoras como Frost & Sullivan o McKinsey pronostican que para 2025 el tamaño de la flota se ubicará en 427.000 autos y casi 36 millones de personas se suscribirán a estos servicios compartidos.
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Con semejantes cifras, el optimismo es natural y los hermanos Pérez Terra esperan terminar el año con más de 50 vehículos en la calle y una expansión rápida a otras provincias y el exterior. Al mismo tiempo, adelantan, que están terminando algunos detalles para lanzar nuevos servicios complementarios al carsharing.
Para Toyota, los efectos del servicio son muy positivos, con crecimiento en el interior del país y planes para continuar así durante todo 2019. "Si bien se trata de un proyecto a largo plazo, ya tenemos más de 4.500 usuarios activos y llevamos finalizadas 700 soluciones de movilidad”, cuenta Prado. “Las expectativas son enormes”, coincide Ibarzabal, de Nissan, y reafirma: “La movilidad está cambiando este tipo de servicios funcionan exitosamente en muchos países y estamos convencidos que Argentina no será la excepción”. Su socio de Awto, Segarra, prevé que el sistema funcione bien, “sobre todo por el cambio cultural que se está dando en el país: como ciudadanos estamos empezando a ver a la movilidad como un servicio y solamente pagar por el tiempo que se utiliza”.
por Carlos Toppazzini
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