Incluso antes de que Cristina Kirchner hablara ante miles de seguidores que se acercaron a La Rural para escucharla, “Sinceramente” ya era un éxito rotundo: lleva vendidos 227 mil ejemplares, sin contar los que se llevaron sus acólitos en la jornada del jueves 9 en la Feria del Libro. En breve, calculan los encargados de administrar el best seller más importante de los últimos años, entrará a la imprenta Arcángel Maggio la quinta edición del texto, luego de que las primeras cuatro se agotaran en poco más de medio mes.
Es que el último libro de la ex presidenta vino a llenar un largo vacío, y por primera vez, luego de años de silencios estudiados, la mujer que podría suceder a Mauricio Macri se metió de lleno con los temas más espinosos y polémicos de su gestión. Esa incursión cayó como un rayo entre la tropa K, repartiendo alegrías y enojos en igual manera, y también permitió adivinar un atisbo de lo que sería un tercer mandato de CFK: por lo que escribe, la tensa relación que mantuvo su gobierno y el de su marido con NOTICIAS se repetiría.
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Relato. “¿Viste la tapa de NOTICIAS? El que me pregunta es Miguel Núñez, vocero presidencial, que entra a mi despacho con el rostro demudado. Lo recuerdo como si fuera hoy”, dice CFK. Ese es el comienzo del capítulo cinco de “Sinceramente”, titulado “Una yegua en el gobierno”, en el que repasa su primera gestión. Según juran en el entorno de la ex presidenta, ella se sentó frente a una computadora, a principios de este año, y escupió 600 páginas que luego se transformarían en el libro que publicó Editorial Sudamericana.
Durante los meses que le dedicó al texto, que escribió en su mayoría en su casa en El Calafate, mantuvo el trabajo en estricta reserva y sólo se enteraron algunos pocos. Desde la editorial, incluso, se animan a más: aseguran que hasta el diseño de la tapa salió de la mente de la ex presidenta, que sugirió la idea de su firma y el color azul, el histórico que usó el sello del FPV. “Estoy escribiendo algo, pero no sé si será un libro”, aseguraba la líder de Unidad Ciudadana a los pocos que la iban a visitar al Sur. Durante la presentación se confesó: dijo que fue Alberto Fernández, el futuro jefe de gabinete, quien le sugirió que lo escriba. Fuentes autorizadas de ese círculo matizan la versión oficial: a CFK la ayudó su secretario privado, Mariano Cabral, y el primer borrador de “Sinceramente” fue corregido por María Seoane, ex directora de Radio Nacional durante la gestión K.
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El texto está bien trabajado: refleja el pensamiento profundo de Cristina, y la tirante relación que mantuvo con esta revista. “La tapa a la que se refería Núñez se anticipaba a estigmatizar mi posible candidatura a Presidenta, con el título “El enigma Cristina, trastorno bipolar y nuevo gobierno”. Antes, en noviembre de 2006, ya habían puesto en duda mi salud mental con otra tapa: “Cristina Kirchner: ¿Está bajo tratamiento psiquiátrico?”, continúa CFK.
Según la tardía desmentida, este medio se empeñaba en que su gestión “fuera recordada como el de una 'loca'”, cuando, en verdad, tanto en la tapa como en la nota –en la que confirmaba su condición su propio psiquiatra- se aclaraba que la bipolaridad no es sinónimo de insania, sino un trastorno del ánimo. En su libro, CFK argumenta que la bipolar es su hermana Gisele y que esta revista las confundió. “No es que nos hayamos confundido de hermana sino que, como aclaró su propio psiquiatra, es bastante común que el cuadro se dé en varios miembros de una misma familia”, dice Franco Lindner, autor de esa nota.
Pero Cristina no se queda ahí. También ataca la tapa “de NOTICIAS sobre el orgasmo”, titulada “El goce de Cristina”, de 2012. Según ella, “no fue una tapa política, al igual que cuando me presentaron como una mujer fatal con látigo y botas negras”. Más allá de que Cristina se equivoca, ya que la última edición de NOTICIAS a la que se refiere jamás existió, vuelve a confundir cuestiones ajenas al quehacer periodístico con cuestiones de género.
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“La violencia de género tiene como condición necesaria la disparidad de poder, y por aquellos días se nos recomendaba por cadena nacional temerle sólo a Dios, y un poquito a ella. Años después, ¿fue violencia de género un Macri en cuero embarazado, con los pantalones bajos, travestido o dándole un beso en la boca a Obama?”, dice y se pregunta Alejandra Daiha, autora de aquella tapa.
De las críticas a estas ediciones, la ex presidenta, con la desconfianza hacia los medios periodísticos que caracterizó a sus gobiernos -y que fue muy redituable para la construcción del relato K- saca la conclusión de que la cobertura que hizo NOTICIAS sobre sus ocho años de presidencia estuvo orientada políticamente. “Querían echarme a mí o a nuestros candidatos de la competencia electoral”, razona CFK, desconociendo el rol de la prensa crítica -y el de este medio durante sus 30 años de vida-, e interpretando razones antidemocráticas en la publicación de una realidad concreta.
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La ex presidenta, a la que varios de sus acólitos quieren presentar como “distinta” o “cambiada”, también va más allá: “Era su manera de que mi despedida del gobierno ocurriera en medio de una crisis, o su manera de impulsar la candidatura de Mauricio Macri”, ignorando así la cobertura crítica que este medio hizo del actual gobierno, idéntica a la cobertura crítica que hizo del anterior. De manera conveniente, en “Sinceramente”, la senadora no menciona las decenas de tapas que investigaron la corrupción del gobierno anterior, como la titulada “La superbanda de De Vido”, que mostraba a todo el equipo del entonces ministro, del que hoy están todos presos o investigados.
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Si hay que tomar a “Sinceramente” como un adelanto de lo que podría ser un tercer gobierno de CFK -idea que varios en su entorno sostienen-, hay al menos un aspecto claro: si a la ex presidenta le sigue molestando el periodismo crítico, la relación con este medio va a volver a ser tensa. NOTICIAS va a seguir investigando. Como hizo siempre.
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