Los vitales trabajos de Víctor Fernández (Necochea, 1963), desplegadas en dos niveles de la galería Zero 618, se hallan en permanente movimiento. Conciliación de opuestos en las series que integran la muestra “Pinturas migrantes”, condensando una dualidad reflejada tanto en la técnica de las imágenes como en su narrativa. En el realismo y finos trazos de las figuras principales y la atmósfera difuminada de los fondos de sus obras, el artista refleja su pasión por la pintura y su capacidad de recrear escenas de innegable emotividad.
Historias tan viejas y tan actuales como la humanidad en 27 óleos en los que confluyen protagonistas de distintas eras, dispersas geografías y paisajes remotos, arquitecturas históricas que resisten el paso del tiempo que contienen frágiles embarcaciones que zozobran, como las de los africanos en el mar Mediterráneo, los haitianos en el Caribe. Entre el brillo de la esperanza y la gris y triste resignación, sus pinturas “migrantes”, libres, describen a alguno inmigrantes (los que vienen), como los que llegaron a La Boca, y a otros emigrantes (los que se van).
Los elocuentes títulos de los óleos, reflejan su conocimiento de la Antigua Roma, sus investigaciones en torno a la alquimia, su amor por el barrio de La Boca, su ojo atento a la actualidad; tres pinturas recientes sobre papel dan cuenta de los desplazados de Ucrania. Sentimientos encontrados en la nostalgia de la partida y el temblor de la travesía, el brío de los comienzos y el temor de los finales abiertos, como en “Cuando el alma no quiere partir”.
El artista, que desde 2014 es también director del Museo “Benito Quinquela Martín” de La Boca, no solo desarrolla una buena gestión al frente de la institución sino que es un “hijo adoptivo” del barrio, cuya historia y recovecos dignos de mirar conoce como pocos. “Los inmigrantes reaparecen en mis trabajos atravesando diversas series. Tal vez porque soy uno de ellos. Acaso porque en cierto modo, todos lo somos”, concluye Fernández.
FOTOS: GENTILEZA MUTUVERRÍA PR Y PRENSÓPOLIS ( FOTO DE ROMEO BENDERSKY).
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