Desde hace tiempo Luis Felipe Noé (Buenos Aires, 1933) cierra el año calendario con una individual en Rubbers. Pero este noviembre es distinto para el artista, no menos porque superó el contagio de Covid-19 e inauguró “Ménage à Trois”. Las tres muestras simultáneas conversan entre sí y se aproximan a diferentes períodos de su exuberante creatividad.
Este proyecto, ideado por Mariana Povarché de galería Rubbers y al que se sumaron los espacios Gachi Prieto y Jacques Martínez, es un homenaje al artista. “Es el claro triunfo de Eros sobre Tanatos. Una experiencia inédita, un lugar de re creación, re invención, resiliencia y poderosa sinergia”, señala Povarché.
Precisamente, allí exhibe “Dos mil veinte: el virus reina”, pinturas recientes realizadas durante estos meses. La serie, exhibida junto a otras piezas, trasunta la incertidumbre de este presente aciago y perturbador con colores intensos (y barbijos), a medio camino de cierta figuración con atisbos de abstracción.
Gachi Prieto muestra “Apto para todo público” curada por el artista Andrés Waissman y despliega obras de la última década que, nuevamente, hacen de la desmesura una virtud. Durante esa década fallecieron su mujer y Rómulo Macció, su último colega del grupo Nueva Figuración.
En Jacques Martínez de San Isidro, “Porque pintó lo que pintó, dejó de pintar lo que no pintó y pinta ahora lo que pinta”. Aquí piezas previas a su ruptura con la pintura en 1966 y las de su vuelta en 1975. Tras una terapia psicoanalítica –que consistía en hablar y dibujar al mismo tiempo– retomó su trabajo; aquí se muestran algunos de esos dibujos.
Noé también es escritor; su último libro publicado es “El arte de la tecnología y la rebelión: en torno al 68”. En el catálogo recuerda a Gonzalo González –“una presencia entrañable en Rubbers”– que falleció meses atrás.
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