Tuesday 30 de April, 2024

CIENCIA | 08-07-2021 15:35

Vacunas anticovid para la niñez: necesidad y polémica

Han sido aprobadas en varios países de diferentes continentes, las que se utilizan y las que están en etapa de ensayos clínicos. El debate sobre la oportunidad.

Ahora que gran parte de los adultos mayores y de las personas con factores de riesgo van siendo vacunados contra la Covid-19, comienza a cobrar impulso la vacunación de niños y adolescentes. En gran parte, para fomentar la confianza en las escuelas abiertas, prevenir las formas más graves de la enfermedad, reducir la transmisión en todas las edades para lograr la inmunidad colectiva, hacerle frente a la aparición de nuevas variantes más transmisibles y proteger a los chicos con enfermedades preexistentes.

Las investigaciones científicas al respecto y las aprobaciones de emergencia por parte de organismos regulatorios avanzan. Aún cuando todavía quedan dudas respecto de si avanzar en la vacunación pediátrica mientras aún los grupos etáreos más afectados no han recibido sus esquemas vacunatorios completos (en el caso de las vacunas que constan de dos dosis, que son la mayoría).

En la Argentina, el DNU que modifica la Ley de Vacunas que estaba trabando la negociación para la adquisición y donación de vacunas de origen estadounidense, en parte, mira ese aspecto, como así también algunas de las negociaciones que se están afianzando con otros países productores de candidatas vacunales que ya ofrecen o están ensayando formulaciones de vacunas anticovid para chicos y adolescentes. 

Vacunación pediátrica.

El 4 de junio, en China aprobó el uso de emergencia de la vacuna Covid-19 de Sinovac Biotech (marca CureVac) en niños y adolescentes de entre tres y 17 años. Una semana más tarde, dio luz verde a la de la farmacéutica Sinopharm, de tecnología similar y que se aplica en la Argentina, que estará recibiendo 24 millones de dosis entre julio y setiembre. Y la vacuna de CanSino Biologics, que tiene la plataforma de vector viral (similar al componente 2 de la vacuna Sputnik V y con la que nuestro país también tiene acuerdos en marcha) está en ensayos clínicos con chicos de entre seis y 17 años. 

Hay otras vacunas que están terminando los estudios de Fase 3 para ese rango etario (o a partir de los 12 años) listas para iniciar el proceso de autorización: las de Moderna y Janseen (de origen estadounidense). El ministerio de Salud ruso dió a conocer esta semana que inició ensayos clínicos en chicos de entre 12 y 17 años para conocer la eficacia de la vacuna Sputnik V en ese grupo etáreo. Los ensayos de primera y segunda fase comenzaron en dos hospitales de Moscú con la asistencia del Centro Gamaleya. Los preadolescentes y adolescentes recibirán una dosis menor a la que se utiliza para vacunar a las personas adultas. 

A mediados de junio, Cuba inició un estudio para inmunizar a niños y adolescentes con una combinación de dos de sus candidatas vacunales. Del ensayo participan 350 niños de entre 3 y 18 años que reciben dos dosis de Soberana 2 y una tercera de Soberana Plus, separadas por intervalos de 28 días. 

Vacunas pediátricas desde Cuba

 

Los países que comenzaron a vacunar a la población pediátrica

Canadá fue el primer país en aprobar la vacuna para niños de 12 años o más el 5 de mayo, y planea dar a todos los niños y adolescentes al menos una dosis antes de que las escuelas vuelvan a abrir en otoño. En los Estados Unidos, la agencia de alimentos y drogas (la FDA) autorizó ampliar la vacuna por los laboratorios Pfizer/BioNTech (cuyo nombre comercial, poco conocido, es Comirnaty) para niños y adolescentes el 10 de mayo. El 31 del mismo mes, la decisión fue secundada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que la extendió a niños y adolescentes de entre 12 y 15 años. 

Cada país de la Unión Europea decide qué hacer al respecto: al menos 15 países de la UE han aprobado la vacunación para niños a partir de los 12 años. En el Reino Unido, la agencia reguladora (Medicines and Healthcare products Regulatory Agency, MHRA) aprobó el uso de la vacuna Pfizer-BioNTech en niños de 12 a 15 años, diciendo que es segura y efectiva en este grupo de edad y que los beneficios superan cualquier riesgo. Sin embargo, el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) debe asesorar al gobierno sobre si este grupo de edad debe ser, efectivamente, vacunado. 

Los efectos secundarios más comunes en los niños de 12 a 15 años son similares a los de las personas de 16 años o más: dolor en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, escalofríos y fiebre. 

En América del Sur, Brasil, Chile y México ya aprobaron utilizar la Comirnaty en chicos de 12 a 16 años. En Asia y Oceanía, además de China, Singapur, Hong Kong, Corea del Sur, Filipinas, Indonesia, Nueva Zelanda, ya aprobaron vacunar a preadolescentes y adolescentes. 

Investigación científica en pandemia


El debate ético y estratégico

No todos los especialistas están de acuerdo con comenzar a vacunar a niños y adolescentes en este momento de la pandemia. Y los intercambios de opiniones se dan en diferentes países del mundo. En el Reino Unido, en Australia, en distintos lugares de Europa: si todavía se está vacunando con primeras dosis y completando esquemas de vacunación a población de riesgo ¿hasta qué punto se justificaría emplear recursos escasos en un grupo que, en su gran mayoría, es vector en parte de los contagios pero que, también en su gran mayoría, suele tener cuadros leves y hasta asintomáticos de la enfermedad?

Un estudio en siete países, publicado en The Lancet el 10 de marzo pasado estimó que menos de dos de cada millón de niños murieron con Covid durante la pandemia. “En los Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania, España, Francia y Corea del Sur, las muertes por Covid-19 en niños siguieron siendo raras hasta febrero de 2021, en 0,17 por cada 100.000 habitantes, lo que representa el 0,48% de la población estimada. Las muertes por Covid-19 fueron relativamente más frecuentes en los niños mayores en comparación con los grupos de menor edad”, afirmaban los autores de la investigación. 

Pero la realidad muestra que aún cuando la mayoría de los chicos que tienen Covid-19 cursan un cuadro suave o asintomático, un porcentaje pequeño sí sufre una enfermedad severa. Algunos mueren. Otros pasan por un cuadro conocido como enfermedad de Kawasaki, caracterizado por una inflamación de las arterias del organismo, una falla multisistémica y multiorgánica y que afecta seriamente a riñones, cerebro, corazón, hígado. 

Además, los chicos también pueden tener secuelas hasta llegar a un Covid largo (o Long Covid). En el Reino Unido se establecieron más de 10 clínicas pediátricas especializadas para ayudar a los niños con síntomas prolongados de Covid: la evidencia reunida por el Servicio Nacional de Salud indica que entre el 7 y el 8 por ciento de los niños menores de 16 año el alta.

Un estudio no revisado por pares que analizó a más de 500 niños hospitalizados con Covid-19 en Rusia encontró que casi una cuarta parte todavía sufría síntomas meses después de ser dados de alta

Desde la Asociación Alemana de Médicos en Medicina Infantil y Adolescente (BVKJ) se pone énfasis en los resultados de una investigación que halló que el 11% de las niñas y el 16% de los niños menores de 17 años padecen enfermedades crónicas y corren riesgo de desarrollar infecciones graves por Covid-19. 

Por otro lado, está la necesidad de lograr la inmunidad colectiva a través de vacuna. Hace un año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que para lograr esa meta se precisaría vacunar a entre el 60% y el 70% de la población mundial. Pero los análisis han cambiado. Muchos expertos en salud pública, incluido el inmunólogo estadounidense Anthony Fauci, dicen que se debería tener como meta una tasa de vacunación del 85%. Y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA) estima que los niños y adolescentes de hasta 17 años constituyen el 30,2% de la población mundial: alrededor de 2.350 millones de personas. 

A todo esto se suma el aumento de incidencia de la variante Delta, que tiene una transmisión un ciento por ciento más elevada y veloz que el virus SARS-Cov-2 original que dio origen a la pandemia. Delta elude en parte la acción protectora de las vacunas y se está expandiendo a expensas de la población que o no ha sido inmunizada o no tiene su esquema completo. Y esto incluye a los más jovencitos. 

“Las vacunas covid en pediatría necesitan de datos que muestren su eficacia para ser presentados ante la autoridad regulatoria. En la Argentina ANMAT necesita tener esos datos para evaluar y aprobar las candidatas”, resume la infectóloga pediátrica Ángela Gentile

Por su parte Oscar Trotta, consejero directivo del Hospital Garrahan, asegura que la institución está lista para empezar a vacunas a niños contra el coronavirus. “Los primeros en recibirla serán los niños, niñas y adolescentes con factores de riesgo y comorbilidades, y también los que viven en comunidades cerradas. Esa será con seguridad la recomendación que formulará la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) al Ministerio de Salud de la Nación”, opinó en una entrevista radial.

¿Qué sucede en cuanto a la seguridad de las vacunas en niños y niñas con enfermedades preexistentes? “En los estudios que se hacen en población adolescente para su aplicación hay generalmente algunos con comorbilidades, tal y como sucedió en los ensayos realizados con personas adultas -aclara Gentile-. Un detalle importante es que las vacunas que estamos aplicando son no replicativas, es decir que son seguras, los chicos tienen una excelente respuesta, inclusive mejor que la de la población adulta”.

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Andrea Gentil

Andrea Gentil

Editora de Ciencia, Medicina y Tecnología. Coordinadora carrera de Comunicación Digital, UNaB.

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