A caballo, napolitana, con fritas o puré, la milanesa es un plato versátil que acompaña la mesa argentina todos los días. Incluso el ingrediente principal puede variar, porque hay milanesas de todo tipo de carnes, y también de vegetales. Todo depende de la creatividad de quien se encuentre en la cocina. Compuesto por un filete, rebozado con pan rallado , se puede cocinar frito o al horno.
El origen se disputa, pero la historia más común dice que nace en la cocina lombarda, más específicamente en la cotoletta alla milanese, un plato típico milanés del siglo XII. Este hecho ha llevado a que la Comuna de Milán haya dado a este plato el carácter de "denominación comunal". Sin embargo, existen comidas de otras partes con similares características o elaboraciones como el wiener schnitzel austriaco y el tonkatsu japonés.
Superando las frases trilladas de las mejores milanesas “se hacen en casa" o "las cocinaba mi abuela", lo cierto es que en restaurantes y bodegones porteños, este menú es de los más pedidos en sus infinitas versiones. Esta comida siempre estuvo presente en la escena gastronómica local, y la gente le tomó aún más aprecio por lo rico, barato y abundante. El panorama culinario de Buenos Aires nos ofrece una guía para experimentar el sabor y creatividad.
El Antojo. (Tinogasta 3174)
El bodegón del barrio de Villa del Parque no solo es famoso por sus premiaciones en las competencias impulsadas por el Gobierno porteño. A las milanesas de tamaño extra-large se les puede sumar varias opciones por encima del empanado. Muzzarella, jamón, tomate, cebolla, panceta, hongos, cebollas moradas, queso cheddar, barbacoa o dos huevos fritos, son apenas algunos de las opciones para disfrutar.
El caprichoso (Carlos Calvo 4247)
Los creadores de las "Milapizzas" impusieron la originalidad de milanesas redondas y de gran tamaño, que al observar puede ser confundido por el otro famoso plato italiano. Este restaurante del barrio de Boedo propone al concurrente variante de gustos en el que se hace hincapié el queso y la salsa de tomate como ingredientes de base y principales.
La Dorita (Humboldt 1892)
Bife de chorizo, con un peso aproximado de 500 gramos, con corte estilo mariposa, es la característica representativa del restaurante clásico palermitano de estilo a leña. Pero allí también puden comerse riquísimas milanesas de tradicionales sabores como napolitana, fugazzeta o florentina. Pero los gustos más originales y arriesgados están en algunos toppings elegidos cuidadosamente. El más destacables es el que viene con una cobertura de macarrones con queso.
Cervecería Álvarez (Av. Pedro Goyena 599)
El bodegón cervecero del barrio de Caballito, es recomendado por ser el sitio en el que cada porción puede comer hasta tres personas. Con un complemento de queso cheddar y muzzarella que fluyen como lava, se le puede sumar panceta ahumada en abundancia. Un punto que permite el encuentro ideal con amigos.
Turf Parrilla (Inclán 3802)
El bodegón se puede encontrar todo tipo de comidas, pero es la milanesa napolitana la más solicitada. Su carne es tan tierna que hasta se puede cortar con cuchara. La estrella de un lugar que se caracteriza por los platos abundantes y la gran atención del personal. Se sugiere para acompañar el plato principal pedir la fondue de calabaza.
Comentarios