Tiempos ajetreados requieren medidas excepcionales. Y en momentos en los que cada vez se vive con mayores niveles de ansiedad, comienzan a florecer diferentes terapias que se proponen disminuirla mediante el contacto con lo natural y el autoconocimiento. Desde la terapia de bosque a la bendición de panza, un recorrido por las nuevas técnicas para lograr el equilibrio.
La fuerza de lo natural
Si algo demostró la cuarentena fue la importancia del contacto con la naturaleza. Para todos los que debieron quedarse encerrados en un departamento, la falta de conexión con el verde fue un gran factor de agobio, e incluso los que no solían prestarle atención notaron lo vital de este vínculo. Desde entonces, proliferaron las recomendaciones sobre cómo llevar una vida urbana con un mayor acercamiento a la naturaleza, y la biofilia se convirtió en una de las grandes tendencias de decoración.
Y así, resurgió la “terapia de bosque”. Acuñado en Japón a principios de los '80 (bajo el término “shinrin yoku”), el concepto promueve la sanación a través de la naturaleza, dados los beneficios que esta otorga a la salud física y emocional. ¿En qué consiste? Básicamente, en pasar tiempo al aire libre y en contacto con el verde, de verdad inmersos en la experiencia. “La naturaleza siempre es una buena terapia. Y no es necesario tener un bosque cerca para disfrutarla. Cualquier parque, plaza o espacio verde alcanza para sentir sus efectos”, apunta Delfina de Achával, psicóloga con un doctorado en salud mental y especialista en mindfulness, quien alaba este método en su cuenta @delfinadeachaval.
Entre los beneficios que recalca se encuentran la reducción del cansancio mental (una pausa al aire libre fortalece la concentración y mejora la memoria a corto plazo), el aumento de la creatividad, la mejora del humor y la autoestima, la disminución del estrés y hasta el reforzamiento de la inmunidad “gracias a los fitoncidas, sustancias químicas desprendidas por plantas y árboles con propiedades antibacterianas y antimicóticas que al inhalarse aumentan nuestros glóbulos blancos”.
También se requiere un entorno natural para realizar “coaching con caballos”, otra terapia alternativa en auge. “Es un método de aprendizaje donde se trabaja con un grupo de caballos sueltos que, de acuerdo a sus reacciones, espejan las emociones de lo que le está pasando a la persona”, explica Nadine Bell, pionera en traer este método al país hace más de 18 años. Como coach, una vez que observa las reacciones de los animales, hace preguntas a nivel metafórico para destrabar el conflicto que pueda traer el consultante. “Por ejemplo, puede suceder que un caballo le dé el anca a una persona, y entonces le pregunte al respecto, para obtener la respuesta de que en el trabajo o en su familia suele sentir que los otros están cerrados emocionalmente o que le dan la espalda”, describe. Una vez que el conflicto quedó claro, se sigue trabajando con un caballo para representarlo y “recalibrar el liderazgo nato de la persona”. La premisa central es que estos animales son un gran canal para expresar nuestro modo de comunicación, y que de su respuesta de huida o conexión puede aprenderse (y por consiguiente trabajar mucho). “El caballo necesita de líderes, y cuando uno vuelve al liderazgo nato, va a seguirte y a responder a aquello que le indiques desde tu corazón”.
Esta terapia puede utilizarse a nivel individual, vincular y grupal. En este último caso suelen consultar especialmente las empresas. Según Nadine, la actividad es para toda persona que pueda contestar preguntas y destrabar el conocimiento de aquello que le está sucediendo.
De ritos y gestos
En cuestión de terapias que apuntan más a lo espiritual, desde hace un tiempo se aplica en el país un rito que desciende de los nativos americanos: el “blessingway”. “Es un momento de celebración para recibir las bendiciones de quienes nos aman en etapas trascendentales de nuestra vida. Existen 'blessingways' de maternidad, conocidos como bendición de panza, como también para la unión de parejas y despedida de almas”, describe Valeria Pérez Benitez, creadora de Eterno Sol Blessingway. En el caso puntual de las bendiciones de panza, han comenzado a ser una alternativa mucho más emocional (y alejada del consumismo) que los “baby showers”.
“Se facilita un encuentro seguro y de intimidad para compartir y disfrutar de los hitos de nuestro camino. Esta ceremonia representa la bienvenida de la mujer en su trance hacia la maternidad. La madre se rodea de las mujeres que son importantes para ella, quienes la bendicen mediante distintas consignas y dinámicas”, explica la experta. Algunas de estas pueden ser encender velas, realizar “body painting” en la panza, leer poesías o mantras o danzar. Para ser parte no es necesaria ninguna experiencia previa, “el único requisito es estar en completa presencia”.
Finalmente, el “tapping” lleva bastante tiempo cosechando adeptos. Se trata de una técnica de autorregulación emocional basada en la combinación de la medicina china y la psicología moderna. “Tapping significa golpeteo en inglés, y consiste en pequeños autogolpecitos en puntos específicos del cuerpo en un orden determinado, mientras se dice una frase especialmente diseñada más unas palabras claves orientadas al problema a resolver”, describe Gabriela Soifer, psicóloga, coach, especialista de E.F.T. (Técnicas de Liberación Emocional) y socia de Coachingmg. Cuenta que existen estudios que avalan que la estimulación de los puntos meridianos reduce la excitación de la amígdala cerebral, y como consecuencia disminuyen las hormonas del estrés.
Simple y de fácil implementación, se utiliza, además de para el manejo del estrés, para gestión de las emociones, reducción de la intensidad de los miedos y la ansiedad, cambiar hábitos, concretar objetivos, disminuir síntomas psicosomáticos, mejorar la memoria y contribuir al bienestar general, entre otras cuestiones. Puede aplicarse en pacientes de todas las edades, desde la infancia hasta adultos mayores. De hecho, en Coachingmg suelen recibir docentes que buscan ayudar a sus alumnos a concentrarse o calmarse antes de una prueba o una situación difícil. Y algo fundamental en el por qué de su gran difusión: una vez aprendida, es una técnica autoaplicable, que no requiere más que las propias manos del que la realiza.
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