Es su novela número 30 y desde que se publicó, el mes pasado, en España; ha sido un éxito y motivo de más de un debate. Hablamos de “Línea de fuego” (Alfaguara), el último libro de Arturo Pérez-Reverte, en cuyas páginas vuelca, por primera vez, su particular visión de la Guerra Civil española.
Periodista, corresponsal de muchas batallas, escritor de novelas inolvidables como “El maestro de esgrima”, la saga del Capitán Alatriste y “La reina del sur”, entre decenas de otras que despiertan fanatismos, Pérez-Reverte es también miembro de la Real Academia Española y, desde hace un par de años, editor de la revista literaria Zenda.
En una conferencia de prensa online para toda Latinoamérica, dio razones y precisiones sobre su decisión de escribir, por primera vez, sobre un período crucial de la historia del España del siglo XX. Aquí, los principales momentos de la charla:
-“He escrito una novela sobre los combatientes, el miedo, el dolor, el frío, el hambre, la sed. Mi intención era que, cuando llevara leídas 50 páginas, al lector le diera igual de qué bando era cada personaje. Y he intentado contar la historia desde los dos bandos a la vez, dar una visión de ecuanimidad”.
- “En España se usa la memoria como herramienta política. Esa perversión se da en todos los países del mundo. Yo quería escribir una novela que recuperara la memoria de una forma ecuánime. La memoria manipulada es un arma muy peligrosa. Sobre todo para los jóvenes que no tienen las referencias y son fácilmente influenciables por las utilizacón sucia de los políticos”.
- “Sé muy bien donde estoy y sé que el bando legítimo era el de la República. Lo tuve claro siempre, de hecho mi familia, es del bando republicano. Yo soy republicano, pero monárquico por obligación”.
- “Hay partidos políticos que carecen de una base intelectual sólida, que es lo que está pasando ahora en España. Cuando un político carece de las lecturas, de los estudios, los conocimientosy el temple que da una cultura seria, no folklórica y superficial; cuando un político tiene ese bajaje no necesita recurrir a tweets ni a consignas fáciles. Pero el político español (y en otras partes del mundo también) tiene enormes carencias intelectuales. Hasta en su sintaxis se les nota. Al carecer de herramietas dialécticas suficientemente sólidas recurren a lo fácil. ¿Y qué es lo fácil? La guerra civil. Decir “tú eres heredero de Franco” o “tú eres comunista”. Están recuperando así la parte más oscura, más infame de la guerra civil, para resucitarla como arma política. Eso es muy peligroso. Conduce a un sitio muy turbio. He querido recomponer el paisaje literariamente. Decir que la guerra es más compleja, que no solo hay buenos y malos. La novela responde a eso. Me obligaron los políticos. Les agradezco como novelista pero los desprecio como ciudadano”.
-"Con respecto a la conquista de México por España, hay una estupidez que se está extendiendo peligrosamente por el mundo, que es considerar la historia del pasado con ojos del presente. Y nada resiste ese análisis. En ese tiempo, no había ONGs ni derechos humanos. El ser humano ha hecho muchas atrocidades en la historia de la humanidad. Juzgar eso con ojos de la mentalidad actual, es incongruente. El ejemplo que más se plantea es el de América. “¡Qué machista era Hernán Cortés!”. Sí y tu abuelo y tu bisabuelo también. Todos lo eran porque era un mundo diferente, machista, cruel, arcaico. Cuando Hernán Cortés se va a México con esos animales, crueles, extremeños, gallegos, andaluces; muertos de hambre, de un país sometido a reyes y curas incapaces, donde para sacale a la tierra una semilla tenías que regarla con sudor o con sangre; y en América encuentra mujeres guapas y oro. Vas y vuelves rico. Esos animales fueron a arrasar un mundo. Lo arrasaron. Para ellos ese mundo no tenía el valor que hoy le damos. Hicieron muchas cosas malas, pero también ahí están las universidades, las lenguas que hablamos ustedes y yo, las gentes que se llaman Fernández, Sánchez. Ahí está una hazaña que cambió la historia de la humanidad. Una hazaña extraordinaria. Esos animales cambiaron al mundo. Hay horror y grandeza en ellos. Admiración y espanto. Era otro mundo. Juzgar ese mundo con ojos de ahora es una soberana estupidez. Además mis abuelos no fueron a España. Fueron los abuelos de ustedes”.
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