“Impresionante el trabajo de Cata De Elia”, dijo hoy Alberto Fernández, en entrevista telefónica con Pablo Duggan por Radio 10, cuando le preguntaron qué estaba leyendo. Él respondió: “Un muy lindo libro sobre la muerte de Juan Duarte”. Lo más notable es que comparó el asesinato del hermano de Eva Perón, con la muerte de Nisman: “Cuando lo miré dije, 'Este fue un primer caso Nisman'”.
El parecido entre ambos sucesos viene dado, justamente, porque la escena en que encontraron el cuerpo de Juan Duarte fue la de un supuesto suicidio, similar al caso Nisman: al lado de su cama, con un tiro en la sien, el arma de donde salió el disparo cerca del cuerpo y una carta de despedida dirigida a Perón.
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— Radio 10 - AM 710 (@Radio10) October 27, 2020
Pero las dudas sobre las verdaderas causas de la muerte es uno de los grandes misterios de la historia del peronismo, que la investigación de Catalina de Elía busca desentrañar. Su libro “Maten a Duarte” (Planeta) acaba de publicarse y hace un profundo repaso del caso, busca nuevas evidencias y adelanta sus propias conclusiones.
Catalina de Elía, periodista de gran experiencia, es también Licenciada en Ciencia Política y conductora del ciclo Altavoz en la Televisión Pública. Aquí, lo que nos contó sobre su libro:
NOTICIAS: ¿Por qué quiso escribir este libro?
Catalina de Elía: La muerte de Juan Duarte, hermano de Evita y secretario de Perón, me impresionó desde un principio. El hecho de que lo borraran de la historia oficial, que no hubiera expediente archivado oficialmente sobre su muerte a pesar de las dudas, que tantas décadas después a todos les costara hablar. Todo eso me hizo pensar qué ahí algo fuerte había. Partí de la hipótesis de que siempre la verdad judicial/ estatal está muy alejada de la verdad real y en cambio, siempre está moldeada por los intereses del poder de turno.
NOTICIAS: ¿Cuáles son las hipótesis habituales respecto de la muerte de Juan Duarte?
De Elía: Desde la mañana del 9 de abril de 1953 en la que encuentran muerto a Juan Duarte, el peronismo sostuvo la teoría del suicidio y el antiperonismo la del homicidio vinculándolo directamente a Perón. Para la justicia y el Estado hubo tres verdades que cambiaron según los vientos de la política: a) En 1953, durante el gobierno de Perón, el juez Pizarro Miguens resolvió el caso rapidamente como un suicidio. b) En 1955, durante la autodenominada Revolucion Libertadora que derrocó a Perón, se constituye una Comisión Investigadora integrada por los capitanes Gandhi y Molinari que intentaron probar que fue un homicidio, que Perón estuvo vinculado y que el primer juez lo encubrió. c) Durante el gobierno de Frondizi, el juez Julian Franklin Kent retomó el caso por tercera y última vez, por una autodenuncia del primer juez para “limpiar su nombre” y concluyó en 1958 que fue un suicidio. El problema es que el uso político de esos tres expedientes hizo que gran parte de la sociedad desconfiara de la palabra judicial y en cambio creyera en “su verdad” según su postura política.
NOTICIAS: Después de su investigación, ¿cuáles son tus hipótesis?
De Elía: Estuve seis años investigando el caso de la muerte de Juan Duarte. Encontré en la caja fuerte de un juzgado el expediente que estaba “oficialmente desaparecido” . Hablé -en off- con muchas fuentes primarias y secundarias. Leí muchos libros sobre el tema. Le mostré el expediente y le consulté a fiscales y peritos balísticos especializados en estos casos. No quiero spoilear el final, pero sí puedo decir que parto de la hipótesis de que Juan Duarte no se mató.
NOTICIAS: ¿Creé, como dijo hoy el presidente, que Duarte fue el primer Nisman?
De Elía: Salvando las distancias, creo que el caso de la muerte Juan Duarte tiene muchas similitudes con el de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Ambos murieron en su casa de un disparo en la cabeza. En los dos casos se tejieron miles de versiones, desde la propia escena del crimen. Ambos tuvieron una relación similar con el poder político, muy cercana en un momento y algo más distante - con conflictos incluidos- después. Cerca de Duarte se halló una carta dirigida a Perón. Cerca de Nisman, dos denuncias, una incluía a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Duarte estaba citado la mañana de su muerte a declarar por una investigación interna, por supuesta corrupción, ordenada por Perón. Nisman apareció muerto horas antes de tener que explicar en el Congreso en qué se basaba su acusación contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Las investigaciones en los dos casos fueron objeto de sospechas. En el primero, bajo la división político-social peronismo vs. antiperonismo. En el segundo, bajo la denominada “grieta” que concita sentimientos similares. Las dos investigaciones están sospechadas de manipulación. La de Duarte fue rehecha por autoridades administrativas de un gobierno de facto. La de Nisman pasó de sospecha de suicidio a homicidio. En ambos casos, la dirigencia política usó el expediente como un insumo para fines particulares.
NOTICIAS: ¿Cuál es la lección de este capítulo de la historia del peronismo hacia el futuro?
De Elía: Mi libro “Maten a Duarte” se lee en tres claves. La primera es cómo hice la investigación: no había nada archivado oficialmente y nadie me quería hablar del tema a pesar de la antigüedad del caso judicial y encontré los expedientes con los discos de las grabaciones de los vecinos, amigos, funcionarios peronistas y policías que intervinieron en la escena del crimen. La segunda clave en la que se lee el libro, es en la policial: reconstruí qué fue lo qué pasó. La tercera es la que se lee en clave actual: porque la costumbre del uso político de los casos judiciales es un disco rayado. Cuando los casos rozan de una u otra manera al poder, un caso que tiene un trámite judicial que parece normal, paralelamente registra un uso político que desfigura “la verdad”.
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