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CULTURA | 10-11-2020 11:26

Florencia Bonelli: 20 años de novelas apasionadas

La ficción romántica es su territorio y dentro de él, es la escritora que más vende. Cuál es el secreto de dos décadas de éxito constante.

Plancha y se deja llevar. El ruido que hace el vapor al eyectarse, el olor que desprende la tela humedecida, su mano yendo y viniendo, las arrugas rendidas en la batalla. Planchar le da paz. Casi como si fuera una forma de meditación activa, las ideas se alinean y fluyen: “¡El dato ese que acabo de encontrar se lo tengo que contar a las chicas!”. Cuando termina, enciende una velita, le pone aceites aromáticos al hornillo y se sienta a escribir. Hechos históricos y documentados se retroalimentan con sus tramas de ficción. Más o menos ese es el mecanismo de Florencia Bonelli desde hace dos décadas. “Las chicas” son sus lectoras. “El dato” es alguna curiosidad que haya descubierto al investigar temas tan variados como la guerra de Bosnia, el tráfico de personas, el bullying o el autismo.

Aunque se define como una “lectora que escribe”, lleva editados veintidós libros y vendidos más de tres millones de ejemplares en la Argentina. Su última novela, “La tía Cósima” (Suma de Letras), está primera en los rankings desde que salió en septiembre. Hay una particularidad con esta autora bestseller: cada vez que publica un nuevo libro, se adueña del podio y empiezan a venderse otra vez sus títulos anteriores. La leen en toda Latinoamérica, en Brasil, Estados Unidos y Europa y fue traducida al alemán, al portugués y al italiano.

 

La tía Cósima

 

En “La tía Cósima” plantea: “¿Podrá el amor reparar el daño que no se olvida?”. Y su argumento responderá un rotundo sí, porque Bonelli milita el poder del amor. Ella misma trae una comparación: así como James Bond zafa de una catarata de imposibles peripecias y los cines se llenan para ver cómo lo hace, Bonelli es una defensora de los finales felices y pregona que “como madre” de sus personajes, quiere que sus “hijos” estén bien. “Cuando escribo las partes dolorosas muchas veces lo hago de forma vertiginosa para sacarlos de esa zona de dolor porque yo tampoco lo soporto. Como yo no soy una literata, tengo unos mambos en la cabeza que no tienen otros escritores, pero yo soy así”. Maestra a la hora de atravesar prejuicios, avanza y se consolida. Es la única que plancha en su casa (incluso desarrolló un método para dejar las camisas impecables) y es la reina de la novela romántica.

La dama

Bonelli habla con NOTICIAS desde alguna ciudad europea. Hace años que compaña a su marido Miguel Ángel Gallo en su derrotero por el mundo como consultor de empresas. La historia de sus comienzos literarios es digna de una novela. Se recibió de Contadora Pública en Córdoba y se radicó en Buenos Aires. Con apenas 22 años, ganaba más que su pareja. Viajaba en subte con los libros de la colección Amor y Aventura de Javier Vergara forrados, porque esas tapas de cuerpos desnudos y torneados le daban vergüenza, pero le fascinaban las historias. Hasta ahí una vida común. Pero se cruzó con ella “El Árabe”, de Edith Hull, y fue un sismo. Entonces sintió la urgencia de escribir algo que les moviera el piso a otras personas. Estuvo un año conviviendo con ambas facetas, la de la contadora y la de la narradora. Hasta que decidió que era a todo o nada y renunció a su puesto. Entonces, por primera vez en la vida, fue a un taller de escritura. A la distancia dice que se tiró al vacío de un modo doblemente temerario: quería vivir de la literatura y hacerlo a través de un género bastardeado, que tenía un mercado tan chiquito que mil ejemplares eran una gran venta. Los primeros cinco años sufrió, no terminaba de generarse un espacio. Pero sus tres millones de ejemplares vendidos en dos décadas, dan un promedio de unos 150 mil al año. ¿Cómo lo hizo? Si tiene la fórmula, no la dice. En cambio cuenta que tuvo que volver a ganarse la vida durante unos meses como contadora. Fue ahí que apareció Julieta Obedman, con un ofrecimiento para trabajar en un sello que estaba fundando, Manderley, que pertenecía a Santillana. Bonelli ya había publicado en Javier Vergara Amor y Aventura “Bodas de odio” y “Marlene” y encendió los motores. Hasta el día de hoy, Obedman es su editora.

bonelli

Conquista

Hoy la novela romántica ganó las librerías, los rankings y los festivales. Pero, ¿es así de aceptado en el mundo literario o sigue pesándole una mirada peyorativa? “¿Si fue aceptado o no por quién? –pregunta Bonelli-. Porque mis lectoras lo aceptan, mi editora lo acepta, mi familia chocha de la vida”. El vínculo aceitado con sus lectoras empezó tímidamente y sin pretensiones cuando su marido le sugirió poner una dirección de mail en los libros. Era 2003, no existían las redes sociales y Bonelli tenía una casilla recién estrenada. Desde entonces, lee y responde todas las consultas. Ese ida y vuelta le permite no estar tan pendiente del circuito formal e institucional, ya ganó la calle. “Cuando hago una presentación en la Feria del Libro, para mí es una fiesta porque me voy a encontrar con ellas y para ellas es una fiesta porque se van a encontrar con ellas, porque son amigas entre sí. Es divino porque se ponen a matear a las ocho de la mañana en la puerta de la Feria, es una fiesta para nosotras. Y cuando voy a Buenos Aires, dedico mi tiempo a ellas y me junto a tomar el té”. Las “chicas” se autodenominan “las bonellistas” y ella conoce a la mayoría por su nombre. “Es muy sano el vínculo que tenemos, soy una más. Yo escribo lo que me gustaría leer. A veces a ellas no les gusta, todavía están enojadísimas porque una protagonista volvió con el marido, pero uno tiene que saber que lo que escribe no le va a gustar a todo el mundo. Eso es un aprendizaje”.

No conformará a todos pero las novelas que llevan su firma vuelan de las góndolas. ¿El éxito la encorseta o la presiona? “Yo soy simplemente una persona que escribe novelas. No inventé la vacuna contra el sida ni contra el cáncer, simplemente escribo novelas y soy muy afortunada y estoy muy agradecida porque les gustan a mis lectoras, pero yo solo soy eso”. Esa concepción se enlaza con la idea de que, para ella, la literatura es sinónimo de entretenimiento.

Feminismos

¿Cómo impactan las revoluciones feministas en el género romántico? “A nivel personal no me afecta. Si a las feministas no les gusta la novela romántica o la consideran…no sé, nunca me han dicho nada ni he tenido contacto. Como soy romántica, veo que el movimiento feminista es uno nacido en el amor entre mujeres”. Habla sin incluirse pero aclara que detesta profundamente al machismo. “Cuando estudiás la historia, te das cuenta del horror que ha vivido la mujer”. Aun así, no considera que tenga que matizar sus tramas. “Siempre mis heroínas son mujeres de armas tomar. Cuando creás una novela, estás escribiendo una historia, no un tratado de moral y hay algo clave que es el conflicto. Creo a estas mujeres y del otro lado les pongo tipos muy pesados porque me gusta el conflicto”.

Bonelli confiesa que viene planteándose cuál es su aporte a la humanidad. “Sobre todo me interpelo respecto a qué hago para que la gente sea más consciente de lo que somos, me vuelve loca que no sea consciente. Una cosa que me abrió mucho la cabeza es la astrología”. Así como se metió con un género en las sombras, también se empapó en la astrología y no tiene empacho en describir a sus personajes en relación a su signo zodiacal. “Justamente escribí la saga 'Nacidas', de la que acabo de terminar el cuarto y último libro, y la hice con un trasfondo de astrología porque entendí la herramienta de autoconocimiento maravillosa que es”. Incluso empezó a usar su cuenta de Facebook para hacer “Los martes astrológicos para la expansión de la conciencia”, donde desarrolla un tema por vez. No le importa la mirada prejuiciosa que pueda tener el afuera. “Es que eso es ego. Según Tolle (Eckhart), el ego es miedo a la mirada ajena, porque es la que rechaza, la que aparta del rebaño. Yo tengo ego pero soy consciente de que está y de que es un demonio que susurra, una invención de la mente, y cuando entra a jugar digo: “Pará, pará pará. No sos la reina de Saba, sos una simple escritora. Punto. Escribís novelas. Les gustan a la gente, pero solo eso´”. Punto.

Claves del éxito

-Florencia Bonelli publicó su primera novela en 1999. Ya escribió 22 y todas han ocupado los primeros puestos del ranking de bestsellers.

-Ha vendido 3 millones de ejemplares de sus libros. La leen en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

-Sus novelas combinan el amor con una cuidadosa reconstrucción histórica. Es una maestra de las escenas eróticas.

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Valeria García Testa

Valeria García Testa

Periodista.

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