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CULTURA | 26-12-2019 14:28

Marcelo Mindlin cuenta cómo fue la renovación del Museo del Holocausto

Lucha contra el olvido, relato actual y contenidos al alcance de todos.

Marcelo Mindlin no solo preside una empresa de la envergadura de Pampa Energía. También está al frente de la Fundación Museo del Holocausto de Buenos Aires. En los últimos dos años, esa institución emprendió una reforma total para modernizar las instalaciones y actualizar la forma de volver accesible al público su relato. Y el primero de diciembre fue el momento de la inauguración de la sede reformulada. 

Para hablar de su función al frente de la Fundación y la labor que realiza para la comunidad, Mindlin dialogó con NOTICIAS. Los dos directores ejecutivos del museo, Jonathan Karszenbaum y Fabiana Mindlin, hermana de Marcelo -que se vino de Israel a vivir a la Argentina para llevar adelante este proyecto- y el arquitecto Daniel Mintzer, a cargo del gerenciamiento y la dirección de la obra (el proyecto de arquitectura fue de los estudios Becker y Ovk); participaron también de la recorrida y la charla.

Noticias: ¿Por qué decidió reformar el museo tras asumir como presidente de la fundación?
Marcelo Mindlin: Como miembro de la colectividad judía sentía tristeza por ver que este edificio, que había sido cedido por el Estado en 1995. estaba en estado de abandono y nunca se había podido armar una exhibición como corresponde. Ahora hay una muestra renovada, con herramientas pedagógicas y tecnológicas de avanzada.

Noticias: ¿Cómo recaudaron los 4,5 millones de dólares invertidos en la reforma?
Mindlin: Uno a uno. Hacíamos desayunos en el museo, en el estado en que estaba, con familias de la comunidad, con empresarios que no son de la comunidad, empresas. Empresas tecnológicas nos donaron los monitores y las computadoras; otras empresas, los televisores. Y la Ciudad también aportó, a través del programa de mecenazgo.

Museo del Holocausto

Noticias:  ¿Tomaron ideas de otros museos del Holocausto en el mundo?
Mindlin: Ahí es donde entran los dos directores ejecutivos. Yo solamente les dije que iba a contar el dinero y “ustedes deben darme una exhibición”, subestimando toda la complejidad de armar un museo. Armaron un equipo.
Jonathan Karszenbaum: Un equipo de contenidistas, que junto con el museólogo, los diseñadores y toda la parte tecnológica, interactuamos. Incluso una sobreviviente participó de este equipo. Ariel Schapira se involucró y visitó otros museos, pero la idea era hacer un museo autóctono, con nuestros propios materiales y relacionado con la Argentina. En ese sentido, casi todos los dispositivos interactivos fueron producción local y todos los sobrevivientes que vinieron a la Argentina están como protagonistas.
Mindlin:  Schapira es secretario general de la fundación, mi mano derecha. Aparte tuvimos dos asesores internacionales específicos, uno del Museo de Jerusalén.

Noticias:  ¿Qué quedó del viejo museo en el actual, nada o algo?
Karszenbaum: El patrimonio de más de 6.000 objetos y documentos. De lo que está exhibido, todo ya estaba.

Noticias:  ¿También el salvoconducto con el que el jerarca nazi Adolf Eichmann entró a la Argentina?
Mindlin: Sí, ya estaba, y es la pieza más valiosa desde el punto de vista histórico y museológico. De los 6.000 elementos, muchos están guardados y otros están exhibidos, como uniformes militares, trajes y utensilios que se usaban en los campos de concentración.

Noticias:  ¿Aportados por los sobrevivientes?
Karszenbaum: Sí, por los que vinieron a la Argentina.

Noticias:  ¿Tiene parientes que fueron sobrevivientes o víctimas de la Shoá?
Mindlin: Fue una historia impresionante. A mí me afectó bastante. Hace dos años hicimos el Viaje por la Vida, que es un viaje que recorre los campos de concentración, y en Auschwitz hay un pabellón con un gran libro con hojas de metro y medio de alto donde están reflejados 4,5 millones de nombres, de los 6 millones de víctimas del Holocausto. Hasta ese momento pensé que no tenía antepasados que hubieran sido víctimas, hasta que por casualidad fui a buscar mi apellido y encontré tres páginas completas.

Noticias:  ¿Ese viaje lo hizo por esta reforma?
Mindlin: No, lo pensaba como algo que tenía que hacer. Siempre lo postergaba por las obligaciones y, cuando asumí la presidencia del museo, dije “ahora sí o sí tengo que hacerlo”.

Noticias:  ¿Cuál es el objetivo del museo?
Mindlin: El museo es la obligación que tenemos todos de luchar contra el olvido. El segundo objetivo es la educación. Es un faro en contra de la intolerancia, el odio, la discriminación, que siempre llevan a tragedias como las del Holocausto.

Noticias:  El 80% de los que lo visitan son alumnos de secundaria, pero también vienen funcionarios, docentes e integrantes de las fuerzas de seguridad.
Karszenbaum: La idea es que todo funcionario público nacional y de la ciudad, todo miembro de las fuerzas de seguridad y todo docente pasen por lo menos una vez por el museo. Si bien los alumnos son las generaciones futuras que van a tomar decisiones, hay personas que hoy están tomando decisiones vitales para mucha gente y creemos que el Holocausto da herramientas éticas para la toma de decisiones.
Mindlin: Me gustaría aclarar que si bien al museo, desde el punto de vista edilicio y de la muestra había que renovarlo, era una institución muy activa. A lo largo de los últimos diez años hemos recibido miles de docentes, alumnos, miembros de las fuerzas de seguridad, jueces. Yo siempre pongo la vara muy alta. Así como dije que en dos años quería 
inaugurar el museo, ahora quiero que por año vengan 100.000 chicos. 

Noticias:  ¿Cuántos venían antes?
Karszenbaum: Teníamos arriba de 35.000 visitantes por año.
Mindlin: El desafío es sacarle el jugo a esta obra maravillosa que hicimos. En el subsuelo, en la planta baja y en la nave posterior está la exhibición. En el primero y segundo piso están las oficinas y las aulas del museo, un espacio muy grande para muestras temporarias, y en el tercero y cuarto va a estar establecida la Fundación Tzedaká, que es como la Cáritas de la comunidad.

Museo del Holocausto

Noticias:  ¿Los objetos que no están exhibidos están acá o en otro lugar?
Karszenbaum: Hay un área de guardia patrimonial donde tenemos los objetos y la idea a lo largo de los años es aprovechar todo lo que tenemos en el museo, ya sea en la exhibición permanente o en las muestras temporarias. Creo que hoy hay un estímulo mayor para los potenciales donantes de objetos porque el museo está remodelado y funciona mucho mejor. 

Noticias:  ¿También es usado por investigadores?
Karszenbaum: Por supuesto. Hemos recibido del Congreso unas 30 cajas de documentación digitalizada de una comisión antinazis que hubo allí. De la Cancillería también hemos recibido documentación.
Mindlin: Algunos de los monitores están cargados con una investigación que se hizo con todos los diarios de la época, tocando el tema de la guerra, del Holocausto, de los nazis.

Noticias:  ¿Reciben condenados por actos de discriminación?
Karszenbaum: Ya en el museo anterior esto sucedía. Muchas veces es una etapa intermedia para evitar un castigo mayor y es una solución educativa para actos de discriminación. Tal vez es mucho más eficiente una visita al Museo del Holocausto que otra penalidad.

Noticias:  ¿Cómo es la experiencia de acompañar a un discriminador en un recorrido?
Karszenbaum: Hay dos guías que tienen muchísima experiencia acumulada en cómo recibir a estas personas. Hay que poder acompañarlos, generar conciencia, sin ser uno un guardiacárcel.

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Alejandro Rebossio

Alejandro Rebossio

Editor de Economía y columnista económico de Radio Perfil.

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