Quién fue Bárbara Loden

Barbara Loden fue una actriz y directora de cine norteamericana, autora de una sola película (que también protagonizó), “Wanda”, en los años '70. Estuvo casada con Elia Kazan y participó, de su mano, de films icónicos como “Resplandor en la hierba”. Murió en los '80, víctima de un cáncer de mama.

Esta figura olvidada del cine de Estados Unidos es la que rescata la novela “Sobre Bárbara Loden” de Nathalie Léger, recién publicada en la Argentina por el sello Chai. Léger es una escritora francesa (además, editora, curadora y directora del Institut Mëmoires de l´edition contemporaine) escasamente conocida entre nosotros. Por esta novela recibió el Prix du Livre Inter. De ella, en español, también puede leerse “La exposición” (Acantilado), sobre la vida de la condesa de Castiglione.

En el comienzo del libro, una narradora cuenta cómo recibió el encargo de escribir, para una enciclopedia de la historia del cine, la entrada correspondiente a Barbara Loden. A partir de allí, inicia una investigación en toda regla sobre la cineasta pero también sobre la película. No sólo revisa archivos, entrevista testigos y consulta a expertos, también hace un viaje por el territorio de los Estados Unidos, parando en las estaciones que fueron locaciones de “Wanda”. ¿Tanto esfuerzo para una reseña? Le pregunta su madre y se cuestiona ella misma. Pero la figura de Loden/Wanda, con su desamparo y su inercia se vuelven una obsesión.

En su trayecto, averigua también qué fue de la vida de Alma Malone, la mujer que inspiró el film y que pagó con una década en la cárcel el intento de secuestro y robo que se narra en la película. Como el personaje de Beckett (“Malone muere”), Alma, Wanda y Bárbara podrían decir de sí mismas (según Léger) “Seré neutral e inerte. Me resultará fácil”.

Porque, de lo que se trata el libro, es de encontrar la razón por la que triunfa la inercia y se posterga el deseo. O se persigue el deseo de otros. Y por qué esto les pasa principalmente a las mujeres. “Atravesé la vida como una autista, convencida de que no valía nada, incapaz de saber quién era, yendo de un lugar a otro, sin dignidad”, confiesa Loden.

El libro es excepcional, simple y directo y regado de cabos sueltos. Tan atrapante que invita a volver a leerlo en cuanto se llega a la última página.