Esteban Picolotti, gerente de este prestigioso restaurante, nos cuenta a través de unas simpáticas rimas, las opciones gastronómicas que brindan a su clientela.
¿Cómo nació el restaurante?
En una venturosa búsqueda por barrios y rincones de una ciudad sugerente, fue encontrada una perla sin engarzar, que despertaba acordes memoriosos y sutiles.
Una antigua panadería, solitaria y callada, que sólo requería quien pudiera brindarle nuevos acordes. Ese descubrimiento, fue el origen de San Honorato. Ese fue su lugar y, para su fundador (Jose Luis Picolotti), la tradición de la cocina mediterránea heredada.
Las recetas de cuño propio, y sus conocimientos de gastronomía internacional, le depararon el definitivo lugar para la concreción de sus sueños.
¿El restaurante es para todo tipo de público?
Hay deseos que se amasan durante muchos años, en este nuevo desafío, San Honorato, pudo desarrollar el concepto de actividad culinaria como rito participativo. Naciendo así la cocina abierta: abierta a todo y a todos, centro vital del restaurante y espacio que nutre a todo aquel, que desea ser acogido en forma personal y diferenciada.
¿Qué platos y bebidas se destacan?
En San Honorato, cocineros y ayudantes preparan afanosamente sabrosas recetas: el aceite de oliva, las verduras a la plancha y frescas hierbas, brindan delicados platos. Las frutas de estación, cremas y especies, hacen lo suyo con sutiles dulzuras.
Y el sótano que vivía olvidado bajo una pequeña puerta trampa, fue recuperado y, transformándose en una generosa cava, recibe con sus variados vinos, fiambres caseros y una multiplicidad de productos realizados “en casa” para clientes y amigos, quienes inician así, tan gastronómico recorrido.
Una vez terminada la experiencia por la cava, los clientes siguen viviendo una experiencia única, son platos caracteristicos del lugar como los sorrentinos de salmón, (únicos, ya que su cocción es 100% en plancha), el cabrito o (chivito) deshuesado en larga cocción al horno, o el rack de cordero relleno, entre otras maravillas.
Tenemos además, al pulpo español a la plancha, que junto a la alquimia de cada delicado manjar, nos muestra lo que es posible lograr, con el poder de los sueños.
Finalmente, encontramos en el descubrimiento de esa antigua arquitectura (restaurada por Susana Mijelman, arquitecta y propietaria del restaurante) colores y texturas que nos relatan la historia de la casona de 1890. Sin duda, la magia todavía existe.
Para conocer más: Tel: +54 351 4535252 Mail: [email protected]
Conoce más en www.sanhonorato.com.ar o en su perfil de Instagram.
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