¿Cuál fue la motivación que te llevo a generar vuestro proyecto?
El desafío de imponer en el mercado un producto que no existía en Argentina y dar a conocer una marca nueva. En cierta medida, innovar.
¿Qué fue lo más difícil de emprender?
En los comienzos de OH My Chalk! no teníamos competencia, pero una empresa con trayectoria en el rubro artístico, sacó su propia línea de Pintura a la tiza, ese fue un punto de quiebre para nosotras. Tuvimos que decidir si seguíamos adelante o no.
¿Cuál fue el aprendizaje más significativo en este proceso?
Entender que lo más importante es interpretar a nuestros clientes, qué quieren y qué necesitan.
Capacitarse en ventas y estrategias de marketing para poder definir el perfil del cliente ideal. Ser fiel a nuestros principios y mantenerse en ellos.
¿Qué le recomendarías a una mujer que sueña con lanzarse como emprendedora?
Que luche por lo que quiere, que ponga pasión en su trabajo, que no baje los brazos ante el primer obstáculo y que tenga confianza en su proyecto. Emprender no es fácil, no es color de rosa: no tenés horarios, ni sueldo fijo, sos tu propio jefe y empleado.
Hay que tomar decisiones solas y muchas veces no serán las acertadas, pero la satisfacción de ver nuestro sueño concretado, es inmensamente gratificante.
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