En Argentina, el mercado de los agroquímicos aprovechó un momento tan crítico como la pandemia para acelerar su conversión al mundo digital y continuar con el lanzamiento de nuevos productos. La competencia entre los gigantes del sector también implicó brindar y perfeccionar servicios virtuales para captar a un mercado muy competitivo en medio de una situación que generó un torbellino de novedades.
Las estrategias de marketing se adaptaron a un contexto que generó grandes cambios. Al respecto, Carolina Alegre, Gerente de Marketing de BASF así describe su experiencia: “nos enfocamos en la digitalización y la agricultura digital; lanzamos Academia Agro, una plataforma online sobre información técnica y gestión económica financiera e implementamos un canal de atención al cliente mediante Whatsapp para conectarnos más directamente”. También cuenta que se renovó Xarvio, la plataforma de agricultura digital con herramientas para que productores y asesores planifiquen, monitoreen y decidan sobre los cultivos en tiempo real con información precisa.
Por su parte, Luciano Jaloto, líder de Marketing Crop Science de Bayer Cono Sur, comenta que se enfocaron en soluciones de productos y servicios para el ciclo de los principales cultivos. “Para ello capacitamos y reestructuramos nuestros equipos, las redes de distribuidores y el portafolio, buscando una mayor cobertura con la cadena agroindustrial“. Lanzaron productos, como el herbicida Laudis y proyectos sobre recupero de carbono, perfeccionaron sus herramientas digitales y reforzaron el programa de fidelización, Red AgroServices, “para que nuestros clientes accedan a productos y servicios que mejoren sus procesos productivos“, concluye.
Mauricio Morabito, CP Portfolio Management Head de Syngenta añade que fue importante focalizarse en el usuario final: “aumentar nuestra presencia en el mercado e incorporar más productos para responder a cada necesidad que plantea el productor “. Por eso, tomaron la decisión de profundizar el desarrollo de nuestras plataformas digitales desarrolladas a nivel global junto a productores locales para ser más precisos con las necesidades del mercado argentino.
El acelerador (digital)
La pandemia en éste mercado aceleró los tiempos y acercó el futuro al volcarse con fuerza hacia el mundo digital. Carolina Alegre explica que el sector agropecuario fue uno de los pocos que continuó operando debido a su rol esencial como abastecedor de alimentos. “Por eso, sostuvimos el foco de acompañar al campo al mantener el abastecimiento durante todo el año y las circunstancias nos llevaron a acelerar la digitalización”, recuerda. En sintonía con su colega, Jaloto comenta un proceso similar: “rápidamente nos volcamos al formato digital, con entrenamientos virtuales, eventos, lanzamiento de productos y hasta reuniones con canales y clientes utilizando diferentes alternativas digitales “. Argumente que el universo digital cambió su dinámica, pero sin perder la efectividad. “Ha sido un año de aprendizaje increíble y de quiebra de paradigmas “, subraya.
Mientras tanto y a modo de análisis, Morabito considera que la innovación es la única respuesta que permite acelerar la salida a esa crisis: “nos comprometimos con los productores con nuevas formas para incrementar el rendimiento y calidad de los cultivos “. Se aceleró la digitalización y se facilitó el acceso a herramientas que considera claves, como Dr. Agro.
A la hora de realizar una radiografía del mercado local, Alegre explica que observaron un fuerte crecimiento e interés por la agricultura digital en el agro argentino, que tiende a adoptar rápidamente innovaciones beneficiosas. “Somos muy optimistas acerca de la dinámica que genera este ecosistema de mejora”, concluye. Jaloto, en tanto, considera que Argentina “es uno de los mercados más tecnificados y uno de los países más importante para el Agronegocio Global. Esto genera que las empresas hagan foco en participar del Mercado trayendo sus principales productos y tecnologías para los agricultores argentinos”.
Necesidades y dificultades
El agro es un mercado clave para la economía local, pero no está exento de desafíos y dificultades. Al respecto, Alegre considera que el principal desafío “reside en adaptarse de forma flexible a las necesidades de los productores y las nuevas problemáticas, ofreciendo soluciones para equilibrar la productividad agrícola, la protección del medio ambiente y las necesidades de la sociedad.” Para Jaloto, el desafío pasa por acercar lo mejor de la tecnología y digitalización para mejorar la performance. “Los agricultores que implementaron un proceso de captura y análisis de información poseen más efectividad en su operación al mapear los puntos de trabajo y al fin del día gestionar las inversiones y potenciar los resultados”, subraya. Morabito, por su lado, considera necesario promover una ley de agroquímicos que unifique criterios científicos y sociales en la aplicación de los fitosanitarios: “el productor está muy preocupado, porque al no contar con criterios unificados, esta diferencia de aplicación que existe perjudica la producción del país”.
A la hora de realizar un análisis y balance sobre el proceso que generó la cuarentena, Alegre estima que pudieron adaptarse “a las circunstancias del contexto y a pesar de la situación, estuvimos cerca de nuestros clientes desde lo virtual o presencial, además de ofrecer charlas y eventos y una conexión cercana”. Por su parte, Jaloto considera que el balance “es complejo por la Pandemia y positivo por el desafío enfrentado, un año para entender nuevos modelos de trabajo, áreas de necesidades de inversión, nuevas formas de trabajar junto a nuestros clientes y la red de distribución. Concluyendo, Morabito de Syngenta explica que “el agro en general, la producción de agroalimentos, incluyendo la agropecuaria, no sufrió impacto. Estuvo a la altura de las circunstancias con respuestas para el usuario y la población”. Una ruptura de paradigmas y cambios que todavía sigue ofreciendo sorpresas.
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por Martín Parrado
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