¿Somos nosotras mismas quienes nos alejamos de la vida corporativa cuando estamos realmente listas para ocupar estas posiciones?
¿Qué creencias tenemos que subyacen a esta decisión?
¿Es realmente lo que deseamos o es el sistema que nos impulsa a dar el salto y corrernos de la vorágine corporativa?
En mi experiencia acompañando a otras mujeres a reinventarse profesionalmente, muchas veces son sus propias creencias y sesgos sobre lo que consideran ser una líder lo que las lleva a renunciar a oportunidades de crecimiento. Ser CEO, implica asumir grandes responsabilidades y gestionar exigencias que hasta que no nos empieza a picar el bichito de ser madres no las cuestionamos.
Sin lugar a dudas, ¡nuestras reglas del juego cambian cuando lo somos!
Considero importante identificar las creencias que tenemos sobre nuestro crecimiento profesional y desafiar la idea de tener que elegir entre la carrera y la familia.
En lo personal, creo que la vida no es un simple juego de blanco y negro. Hay matices, y es nuestra responsabilidad identificar y buscarlos. Abrir este diálogo es clave no sólo para desafiar nuestras creencias limitantes, sino también para fomentar un entorno que apoye nuestro desarrollo profesional y al mismo tiempo nuestro rol como principal cuidadoras.
En conclusión, tal vez la pregunta ya no se trate de si queremos ser CEOs, sino de cómo podemos serlo, eligiendo a consciencia cada paso que vamos dando como mamás profesionales.
Jimena Petenello
Lic. en Psicología y Coach Ontológico, experta en Reinvención Profesional
www.jimenapetenello.com
hola@jimenapetenello.com
IG: jimepetenello.coach
in/jimenapetenello/
por CEDOC
Comentarios