“Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer” fue el tema en las redes cuando se anunció que Netflix la habilitó ente sus contenidos. La serie del creador de American Horror Story, Ryan Murphy, aborda el horror del caso real de un joven que asesinaba personas y luego se las comía, una historia que suma a la larga lista de documentales, películas, podcasts y libros sobre asesinos seriales. Pero, ¿quién fue realmente Jeffrey Dahmer?
Dahmer nació en Milwaukee, Estados Unidos, en 1960. Es uno de los tantos casos de chicos que crecieron en un contexto en el que sus padres no enían buena relación. Su madre padecía trastornos mentales que la llevaron a consumir antidepresivos, incluso estando embarazada de Jeffrey, y hasta quedar internada en un psiquiátrico.
A nadie le llamó la atención de que el joven, siendo aún un niño, mostraba un llamativo placer al abrir en los peces que pescaba con su padre y sacarle los órganos con sus manos. Pro eso fue incrementándose, ya que a medida que al crecer comenzó a levantar los cadáveres de animales muertos que encontraba en la calle para abrirlos y observarlos. A lo que se le sumaba un marcado talento por la taxidermia: disecación de animales. Y hasta llegó a coleccionar especies de insecto muertas que guardaba en frascos con formol.
Pero todo empeoró cuando los padres de Jeffrey se separaron y este se volvió un joven introvertido. Tenía 18 años y se volvió adicto al alcohol y abandonó su carrera universitaria. Su padre intentó enrolarlo en el ejército. pero no lo logró, porque lo expulsaron por su problema de alcoholismo. Fue entonces, en 1978, cuando cometió los primeros crímenes.
Jeffrey se había instalado en un departamento en Milwaukee al que llevaba a otros jóvenes que seducía en bares y boliches gays prometiéndoles sexo y dinero. Una vez en su casa, los drogaba y, cuando quedaban vulnerables, los mataba a golpes. Una vez que sus víctimas dejaban de respirar, y luego de masturbarse sobre los cuerpos, los descuartizaba y metía los trozos en tachos con ácido. En ocaciones guardaba partes como miembros, órgananos sexuales y cráneos los guardaba en su heladera para, de a poco, comerlos.
Diecisiete adultos y un niño fueron víctimas de Jeffrey durante una década. ¿Cómo es que nadie reclamaba por las personas desaparecidas durante tanto tiempo? Sucede que este macabro asesino se aseguraba de que sus víctimas no tuvieran familiares o allegados cercanos que quisieran buscarlos. Y, una vez que se cercioraba de eso, comenzaba con su supuesta obra, ya que las muertes eran la consecuencia de los "experimentos" que les realizaba para "controlarlos". Bajo esta teoría absurda, a algunas de sus víctimas les realizó agujeros en sus cabezas les vertía ácido o agua hirviendo, con el ilógico fin de volverlos “zombies humanos”.
En 1991, Dahmer sedujo a Tracy Edwards, un joven negro. Lo llevó a su casa y lo secuestró. El joven, golpeado y a pesar de estar esposado, logró escapar y fue directo a la policía. Los oficiales allanaron el departamento de Jeffrey y se encontraron con la más macabra de las escenas. En la heladera había una cabeza, dos corazones y trozos de carne que luego definieron que eran restos humanos, como así también los huesos y restos en descomposición en tachos con ácido. Además de todo tipo de elemento cortante con los que desmembraba a sus víctimas.
Entre 1978 y 1991, el "carnicero" cometió 18 crímenes y, aunque intento declararse “mentalmente enajenado”, la Justicia lo consideraron “sano” y lo condenó a 15 cadenas perpetuas. Poco después, en 1994, murió asesinado a golpes por Christopher Scarver, otro recluso que, en un primer momento dijo que había cometido el crimen porque “Dios le dijo que lo hiciera”. Pero luego alegó que en realidad Dahmer en venganza por los asesinatos que Jeffrey había cometido.
Como sucedió con gran parte de los reconocidos asesinos seriales de Estado Unidos, la figura de Dahmer causó fascinación en la cultura pop de ese momento. Su historia inspiró libros, películas y hasta cómics, y durante mucho tiempo se pensó que había inspirado sus crímenes en el famoso personaje Hannibal Lecter, quien también se comía a sus víctimas.
La serie “Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer” está compuesta por diez capítulos y en redes ya hay gente que dice que Evan Peters, el actor que encarna al asesino, merece un Emmy por su actuación.
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