Thursday 13 de November, 2025

SOCIEDAD | 26-06-2025 06:19

Julio Bocca: la reinvención del Teatro Colón

Como director, el ex bailarín volvió a poner al Teatro en lo más alto. El Ballet Estable, entre los mejores del mundo. Visitas guiadas, tienda comercial y localidades agotadas en todas sus funciones.

El Teatro Colón vive una primavera esplendorosa. Bajo la dirección artística de Julio Bocca, el coliseo porteño se revitaliza con una energía inusitada. Desde que asumió en agosto de 2024, el ex integrante del American Ballet Theatre le inyectó un aire fresco, sin traicionar la tradición que convirtió al teatro en uno de los más admirados del mundo. Bocca reorganizó los cuerpos estables, incorporó artistas emergentes e internacionales y trazó una programación que combina riesgo, clasicismo y modernidad. El público lo percibió al instante. “Bocca le devolvió al Colón el fuego sagrado”, se escucha entre los pasillos dorados, mientras las funciones se llenan cada noche como no se veía en años.

Hoy, las entradas se agotan con muchas semanas de anticipación. Incluso con valores que llegan hasta los $93 mil, como en el ballet, o $140 mil para la ópera, aunque las más baratas arrancan de los $8500, las ubicaciones más altas, denominadas en la jerga como “gallinero”. 

“Aida”, estrenada en esta temporada, fue recibida con ovaciones interminables. “Carmen”, en versión coreográfica de la reconocida y multipremiada Marcia Haydée, inauguró el calendario del ballet con funciones repletas y listas de espera. La llegada de Marianela Núñez, invitada estelar, será otro hito de la actual temporada, como también la presencia de la argentina radicada en la Scala de Milán, Celesta Losa, quienes ya casi agotaron localidades para julio y agosto en sus respectivas funciones de “Don Quijote” y “El Lago de los Cisnes”

For export. Otro punto destacado fue el reciente debut de la pianista china Yuja Wang, con su virtuosismo eléctrico y presencia magnética, poniendo la semana pasada a Buenos Aires en el mapa de la música clásica global. Cada nombre internacional que pisa el escenario es celebrado como un acontecimiento. Bocca, con su experiencia en escenarios como el Bolshoi o el Royal Ballet, fue clave para tejer estos lazos.

Pero el fenómeno no se reduce a las noches de gala. Durante el día, el Colón atrae con sus visitas guiadas, en las cuales turistas de todo el mundo y público local recorren el edificio y redescubren sus secretos. En español, inglés y portugués, los circuitos incluyen el foyer, la galería de bustos, el Salón Dorado y la mítica sala principal. Con cupos limitados cada 15 minutos, las entradas se agotan a diario, a un valor de $25 mil, aunque hay descuentos para jubilados y estudiantes. El Colón no solo es un teatro, en los últimos meses se volvió una experiencia icónica y cultural para todo tipo de público.

Tal expansión llega hasta el barrio de La Boca, donde funciona Colón Fábrica, una joya antes secreta y hoy epicentro turístico. Son los antiguos talleres del teatro, donde se construyen escenografías, se confeccionan trajes, se pintan telones, se hacen zapatos y pelucas y ahora se ofrecen recorridos inmersivos que intentan vincular al público general con la historia del teatro. Allí se pueden ver maquetas, trajes originales de grandes óperas, réplicas en escala real y detalles que revelan la artesanía detrás de la fantasía. 

El público infantil también encuentra su lugar en los rincones del ancestral teatro. Las funciones de “Colón para Niños”, adaptadas para los más pequeños, se convirtieron en actividades cercanas y no de una elite social. Madres, padres, abuelos, niñas y niños se agrupan en el hall con la misma emoción que en una noche de ópera. El Colón volvió a latir como teatro vivo y generacional.

Festejo. Este año, además, el Ballet Estable del Teatro Colón cumple 100 años. Fundado en 1925, celebra su centenario con una serie de homenajes y una publicación conmemorativa que recorre su historia, desde sus primeros pasos hasta la actualidad. El libro recoge fotografías inéditas, testimonios de bailarines históricos y análisis de críticos y especialistas. La gala internacional de este año, como parte de los festejos, reunirá a figuras invitadas con los bailarines actuales que dejan en alto el nivel de virtuosismo. Federico Fernández, Juan Pablo Ledo, Valentín Batista, Camila Bocca -sin parentesco con Julio-, Mora Capasso, Ayelén Sánchez, Victoria Wolf, Natalia Pelayo, Beatriz Boos, y Rocío Agüero son hoy sus máximos exponentes de destreza y calidad.

Y si bien el comienzo de la relación entre Bocca y el Colón comenzó con fricciones cuando el ex bailarín criticó en la mesa de Mirtha Legrand el nivel de profesionalismo de la compañía y sugirió que los artistas deberían trabajar más horas de las seis o siete que cumplen diariamente, con el correr de los días la aguas se calmaron y las fuerzas de aunaron. Un renacer artístico que se vio reflejado, sobre todo, en lo comercial. La tienda oficial, con merchandising exclusivo, se convirtió en un fenómeno de ventas. Allí se consiguen desde camisetas con la marca Colón, hasta pines y réplicas de afiches históricos.  

El Colón no duerme en sus laureles, sino que se proyecta. Y Bocca, con su mirada internacional y pasión contagiosa, potenció semejante fenómeno. El cartel de “localidades agotadas” en todas sus funciones lo confirma a diario. 

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