La titular del INADI, Victoria Donda, denunció el pasado domingo “amenazas de muerte” de parte del Jonathan Morel, el líder de Revolución Federal, la agrupación que promueve manifestaciones y escraches contra el gobierno y los kirchneristas. En un tuit Donda compartió un video con declaraciones de Morel, entre ellas el momento en el que el joven la amenaza de muerte.
“Donda, vas a tener el mismo destino que tus viejos, hija de puta”, escribió Morel. Y en el mismo hilo de Twitter, Donda citó un extracto de un artículo del periodista Horacio Verbitsky, “La conjura de los necios”, publicado en “La Arena”. El extracto del artículo al que Donda hizo referencia es una cita que Verbitsky hizo de "El mito de los sabios de Sion", un libro del intelectual británico Norman Cohn, donde se habla del surgimiento de grupos radicales que desarrollaron teorías conspirativas, las cuales más tarde derivaron en la ideología nazi.
Hoy Verbitsky citó al psicopatólogo Norman Cohn para reflexionar sobre estos personajes siniestros; personajes que integran un submundo de violencia y que, cuando emergen a la superficie, traen consigo el terror. Yo lo viví en primera persona. pic.twitter.com/hl67pWjVMY
— 💚 Victoria Donda Perez (@vikidonda) September 18, 2022
“Tal vez sea difícil admitir que se pueda dedicar un estudio científico y todo el tiempo y las energías que éste implica, a una ridícula fantasía como los Protocolos o a oscuras figuras como Hermann Goedsche, novelista de pacotilla; Osman Bey, estafador de poca monta; o Sergei Nilus, pseudo místico medio loco. Sin embargo, es erróneo suponer que los únicos escritores que cuentan son aquellos a los que los ilustrados pueden tomar en serio en sus momentos más lúcidos. Hay un mundo subterráneo en el que los ladrones y los fanáticos semianalfabetos agitan fantasías patológicas disfrazadas de ideas", marca el extracto de Norman Cohn citado por Horacio Verbitsky.
"En ciertas épocas ese submundo emerge de las profundidades y súbitamente fascina, captura y domina a multitudes habitualmente cuerdas y responsables que a partir de ese instante se despiden de la cordura y la responsabilidad. Y ocasionalmente ocurre que este submundo se convierte en una potencia política y modifica el curso de la historia”, agrega Cohn, que cuestiona a los promotores de la idea de la "dominación mundial judía". Con esta cita, tanto Victoria Donda como Verbitsky, establecieron un paralelismo entre aquellos grupos conspiranoicos y las actuales juventudes radicalizadas, como la que integra Revolución Federal.
Norman Cohn nació en Londres, Inglaterra, el 12 de enero de 1915, en una familia mitad judía y mitad católica. Fue historiador y trabajó en la Universidad de Sussex. Luego de la Segunda Guerra Mundial viajó a Viena, con el objetivo de interrogar a los nazis, pero en su viaje se encontró con víctimas refugiadas de la persecución del estalinismo. Esta aproximación de Cohn al estudio de los fanatismos y las ideologías radicales se convirtió en uno de sus grandes temas de investigación.
Esta investigación resultó en sus tres principales trabajos. En “En pos del milenio”, Cohn se ocupa de las raíces de la persecución fanática en la Europa moderna. El autor señala que el progreso desencadenado por la Revolución Industrial y la expansión de las democracias generó una ilusión que convenció a todo el mundo de que la humanidad jamás regresaría a prácticas violentas y salvajes: sin embargo el Siglo XX fue la era de las Guerras Mundiales.
En “Los demonios familiares de Europa” su tema de interés es la manía por perseguir a las minorías. En ese libro estudia especialmente la persecución ejercida por la Iglesia Católica, hecho que tiene su punto de máximo auge con la cacería de brujas.
Finalmente, en el libro citado por Horacio Verbitsky y Victoria Donda, “El mito de los sabios de Sión”, Cohn investiga sobre las raíces, fundamentos y mecanismos de difusión de la hipótesis según la cual el pueblo judío planea dominar el mundo, y la vincula con los promotores de lo que luego será el nazismo, siendo estas teorías una suerte de “sustento ideológico” del Holocausto. A este “submundo de fanáticos analfabetos” es a los que Cohn hace referencia en su texto.
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