Frente a los discursos fundamentalistas, el espacio “Pastores por la gente” publicó una dura editorial en repudio al golpe de Estado en Bolivia. La imagen de Luis Fernando Camacho, el líder cruceño detrás del levantamiento, que ingresó a la Casa de Gobierno con una bandera, una Biblia y la promesa de “llevar a Dios de vuelta al Palacio del Quemado”, puso en el centro de la escena el crecimiento de ciertos sectores religiosos y sus influencias en el poder. Católico pero con estrechos vínculos con las iglesias evangélicas locales, Camacho ya fue bautizado como el “Bolsonaro boliviano”. Sin embargo, un grupo de pastores insiste una y otra vez sobre el mismo punto: en el universo evangélico no hay una única mirada sobre el mundo ni un dogma. Para ellos, la Biblia no puede ser usada como un arma.
“Somos muchas y muchos quienes no utilizamos la Biblia y la fe para justificar atrocidades y queremos hacer oír nuestra voz”, publicaron en el revista digital “Cordialmente”. El documento difundido fue consensuado entre más de 75 pastores. El objetivo de esta declaración, según aseguró a NOTICIAS Guillermo Prein, uno de los firmantes, es “romper la concepción de verticalidad católica, que no es propia del protestantismo y, a la vez, la hegemonía de quienes quieren concentrar el poder evangélico al estilo católico”.
El rechazo de este sector al golpe boliviano, es categórico: “Repudiamos enérgicamente el golpe de Estado cívico, militar y religioso perpetrado en nuestro amado país hermano, que quiebra el orden constitucional y, provoca una escalada de violencia que traerá consigo la perdida de legítimos derechos del pueblo. Nos oponemos a toda alianza religiosa fundamentalista que busque imponer a la sociedad sus normas y preceptos, violando para ello la libertad con que Dios nos creo. Propugnamos la separación de Iglesia y Estado, defendiendo la libertad de conciencia de todo ser humano”.
En los últimos años, las iglesias evangélicas comenzaron a tener un protagonismo cada vez más fuerte en la política y, en lugares como Brasil, su rol fue determinante en el crecimiento de figuras como Jair Bolsonaro. En nombre de la religión, los discursos públicos de la mayoría de sus referentes están asociados a los secotres más conservadores y reaccionarios. Sin embargo, las diferencias internas ya se empiezan a ver y “Pastores por la Gente” pretende ubicarse en la vereda de en frente de estos líders religiosos.
En el texto que define su identidad, “Pastores por la gente” cuenta que la revista digital “Cordialmente” “no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico”. En Argentina y en la región, estos “pastores rebeldes” no lograron todavía el protagonismo que sí alcanzaron los líderes más conservadores. Pero, frente a ese avance, quieren salir a discutir los dogmas.
El editorial completo:
“Mi pecado es ser indio y sindicalista.
No puedo entender como usan la Biblia para maltratar gente.”
Evo Morales Ayma
Como pastoras y pastores comprendemos el doloroso cuestionamiento del Presidente Evo Morales Ayma sobre el uso de la Biblia para legitimar el sojuzgamiento de un pueblo; prácticas que se han repetido en nuestras tierras americanas desde la conquista.
Somos muchas y muchos quienes NO utilizamos la Biblia y la fe para justificar atrocidades, y queremos hacer oír nuestra voz.
Más allá de cuestiones constitucionales que deben zanjarse por la vía institucional, advertimos que los sucesos en la hermana República Plurinacional de Bolivia no son debido a falencias económicas ni administrativas, sino a las ambiciones de sectores internos y externos, que usan el racismo y pretextos religiosos para dividir al pueblo y lograr la apropiación de los recursos naturales, especialmente de gas y litio.
Desde el Espacio Pastores por la Gente repudiamos enérgicamente el golpe de Estado cívico, militar y religioso perpetrado en nuestro amado país hermano, que quiebra el orden constitucional y, provoca una escalada de violencia que traerá consigo la perdida de legítimos derechos del pueblo.
Nos oponemos a toda alianza religiosa fundamentalista que busque imponer a la sociedad sus normas y preceptos, violando para ello la libertad con que Dios nos creo. Propugnamos la separación de Iglesia y Estado, defendiendo la libertad de conciencia de todo ser humano.
Como pastoras y pastores sentimos hoy en nuestra América Latina el infernal ruido a “cristales rotos” *, quien quiera oír, oiga.
Solo con justicia viviremos en paz.
“Al ver las multitudes, Jesús tuvo compasión de ellas
porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor.”
Evangelio según Mateo capítulo 9, verso 36 RVC
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