La central nuclear de Atucha II, la más importante del sistema energético argentino, está parada por una falla técnica desde octubre del año pasado. Si bien hace unas semanas se llevó a cabo una revisión de las obras que solucionarían los problemas de la central, aún no es seguro cuando podrá volver a operar. La imposibilidad de Atucha II para funcionar cobra especial relevancia luego del reciente apagón que se produjo en buena parte del país.
El aporte al tendido eléctrico nacional que hace Atucha II es cercano al 3% del total. Es la central más importante del país, junto con Atucha I y Embalse. En su momento trascendió que la falla por la cual la central fue desactivada consistía en una pieza “suelta” que impedía su normal funcionamiento. Si bien desde la compañía aclararon que el desperfecto no representa una amenaza a la seguridad de la planta, aseguraron que la compromete en términos de generación eléctrica y financiera.
Más allá de se trata solo de una pieza que falla, los meses que está llevando arreglar los desperfectos no parecen ser una exageración: la remoción de la pieza implica un despliegue técnico muy complejo, ya que se encuentra en un sector del reactor al que solo se puede acceder con un brazo mecánico.
Atucha II funciona desde 2014, luego de que se reanudara su construcción, que se encontraba detenida desde 2006. Es la central más potente: genera 745 Mwe (megawatts eléctricos), frente a Atucha I (362 Mwe) y Embalse (656 Mwe), según Nucleoeléctrica Argentina.
Recientemente, debido a un incendio generado en un campo cerca de General Rodríguez, el tendido eléctrico de alta tensión que une a dicha ciudad con Campana. Cumpliendo protocolos de seguridad, se desengancharon del servicio centrales de generación eléctrica importantes, como Central Puerto, y las nucleares Atucha I y Embalse.
El apagón masivo se produjo cerca de las 16 horas, justo en mitad de una ola de calor que tuvo picos de temperatura de 36 grados. Las zonas del AMBA y varias provincias, como Córdoba, Santa Fe, La Rioja, Río Negro, o Neuquén, fueron alcanzadas por el apagón, y el gobierno calcula que alrededor de 20 millones de usuarios fueron afectados. “Por protección, las redes se apagan y dejan de transmitir energía. En ese caso, ocurren dos cosas: en una punta de la línea está la demanda, los usuarios que se quedan sin electricidad. Del otro lado, están los generadores, que se quedan sin la posibilidad de inyectar electricidad”, explicó a TN Santiago Yanotti, subsecretario de Energía Eléctrica. “Un día como hoy, en que por las altas temperaturas había una demanda muy alta, de 25.000 MW, se perdieron 9.000 MW por ese incendio. El 37% de la demanda de energía quedó sin servicio”, agregó.
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