En la actualidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 16% de la población mundial sufre una discapacidad importante. Más de 1.300 millones de personas conviven diariamente con lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) define como ”deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
A la par, 3 de cada 4 personas con discapacidad no consiguen empleo, y las personas con discapacidad que se encuentran empleadas, ganan entre 6% y 11% menos por el mismo tipo de tarea y presentan una tasa de informalidad más alta.
Incluyeme es una empresa social que trabaja por la inclusión social de personas con discapacidad. Estamos presente en 14 países de la región ayudando a 120 mil personas con discapacidad que están registradas en nuestro portal de empleo. Trabajamos con más de 700 empresas de distinto tipo y tamaño, en inclusión laboral pero también en inclusión social e inclusión financiera, con diferentes proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas.
Nuestra labor se desarrolla de dos maneras: primero con personas de discapacidad directamente, con formaciones gratuitas que tenemos en nuestro portal de empleo, donde pueden acceder a ofertas laborales y capacitaciones en tecnología. Desde la Pandemia venimos ofreciendo capacitaciones en tecnología, diseño web y gráfico, community manager, distintas habilidades muy demandadas en el mercado laboral qué personas con discapacidad pueden hacerlas de forma gratuita para aplicar a un montón de trabajos remotos y generar ingresos de manera freelance.
Orientamos nuestras capacitaciones al mercado virtual, pero también ofrecemos capacitaciones en habilidades blandas, en todo lo que se requiere para el empleo más allá de las habilidades técnicas, cómo prepararse para una entrevista laboral, cómo mejorar el currículum. En muchos casos es la primera vez que se enfrentan a una entrevista laboral y no saben cómo hacerlo, entonces es muy importante trabajar no solo en lo técnico para el rol, pero también en las habilidades blandas que acompañan ese trabajo
Y también trabajamos con empresas que quieren ser más diversas, equitativas e inclusivas. Ayudamos en concientizar a las empresas y mejorar su cultura de inclusión, y aportar de diferentes servicios: por ejemplo, a la mejor en su comunicación en sus recursos humanos, en concientizar a distintas áreas, y que estén preparadas y abiertas para aceptar a personas con discapacidad.
Nos vinculamos con empresas de distinto tamaño, de pymes a multinacionales que están en muchos países de la región. Ahí lo más difícil es el cambio de cultura, y derribar algunos sesgos. A veces las áreas de reclutamiento de recursos humanos no se animan a contratar personas con discapacidad, pero porque no saben cómo preguntar. O cómo abordar esa persona en la entrevista. Se trata de ir perdiendo esos miedos y darle la oportunidad a esas personas para que participen de una entrevista en igualdad de condiciones. El 80% de las discapacidades son adquiridas, y se adquieren en edad laboral. Entonces todos podemos tener una discapacidad en algún momento de nuestras vidas.
Lo primero que hacemos con las empresas es hacer un diagnóstico para ver si tienen personas con discapacidad en sus equipos y en muchos casos, aunque no lo sabían, ya tenían personas con discapacidad trabajando con ellos y no estaba el espacio de confianza para que la persona diga que tiene una discapacidad. Y no todo el mundo por ejemplo, tiene el certificado de discapacidad, porque hay mucho estigma.
Un ejemplo reciente es nuestro trabajo con Takenos, el neobanco argentino que acompaña a los latinoamericanos en su proceso de trabajar para el exterior, brindando soluciones para recibir y enviar dinero y acceder a una tarjeta, entre otras. La fintech trabajó junto a Incluyeme.com en la actualización de su aplicación para que fuera 100% inclusiva. El año pasado hicimos un diagnóstico de experiencia de usuarios con discapacidad, para conocer cuál era su experiencia o qué necesitaban. Y una vez que identificamos esas necesidades, pudieron empezar a modificar y mejorar esos aspectos.
Y también hicimos un diagnóstico de accesibilidad digital. La inclusión digital implica también que personas con discapacidad puedan navegar una aplicación o una web sin problemas. Entonces se analiza con personas de distintos tipos de discapacidad si la plataforma es accesible o no, y qué barreras encuentra. Y en base a lo que surge de ese análisis y diagnóstico se hacen mejoras para que la plataforma sea totalmente accesible.
por Clara Popeo, Social Innovation Manager de Incluyeme
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