“Yo no me doy por vencido”, cantaba Luis Fonsi a viva voz en 2009, ese hit que catapultó al artista puertorriqueño fue compuesto por la argentina Claudia Brant, que con su talento para la música, puso sus canciones en las voces de exitosos cantantes como Ricky Martin, Paulina Rubio, Enrique Iglesias, Bruno Mars, Michael Bublé, Thalía, Jennifer López, entre muchos otros. Brant se crió en el barrio porteño de Flores, estudió en el Colegio Nacional Buenos Aires, pero sabía que la vida le preparaba algo distinto a lo que sus padres esperaban de ella. Desde los seis años vivió pegada a una guitarra y en cuanto pudo tomó las riendas de su vida y se dedicó a cumplir sueños. Instalada en Los Ángeles, donde vive desde hace 23 años, afirma que más de una vez tuvo que pellizcarse porque no podía creer lo que le estaba pasando, desde ganar un Grammy a Mejor Álbum Latino, hasta cantar en el Teatro Colón con Antonio Carmona, trabajar junto a Barbra Streisand o ser la única mujer latina en el desempeñarse como fideicomisaria nacional en The Recording Academy, la prestigiosa academia de artes de Los Ángeles. Ahora, la madre de Nina y Luca de 16 años, vuelve a pasar del otro lado del mostrador, de la compositora a la cantante, y presenta “Manuscrito Deluxe”.
Noticias: ¿Cómo surgió este nuevo álbum?
Claudia Brant: Es un disco que se hizo originalmente hace 10 años, se llamó “Manuscrito”. Mi idea era hacer una compilación de muchas canciones mías muy conocidas, y hacer mi propia versión de los hechos. Después de muchos años me dieron ganas de hacer una reedición de ese disco que había tenido dos nominaciones a los Latin Grammy’s y remasterizar las canciones. Agregué tres canciones nuevas: “Hojas del viento” (junto a Nahuel Pennisi), “Juntos” y “No me doy por vencido 2021”, con una letra nueva que escribimos Luis Fonsi y yo.
Noticias: ¿La música ya estaba presente en su infancia?
Brant: En mi casa había música, mis padres eran melómanos, pero no eran músicos. No tengo hermanos, mi hermana melliza era mi guitarra que estaba todo el tiempo conmigo, iba con la guitarra a todos lados: al baño, a la playa, a la plaza. Desde que era muy chica, a los 6 años me regalaron una Casa Nuñez que ya no funciona pero la conservo como recuerdo porque es un símbolo importante para mi. Escribía y cantaba canciones, las grababa en un grabador y las pasaba a un cassette. A los 12 años escribía canciones sin parar, eran un desastre pero eran mías. Después me lo tomé más en serio, me di cuenta de que era algo que me importaba mucho.
Noticias: Empezó la carrera de Arquitectura, ¿en qué momento dejó todo por la música?
Brant: Hice un par de años de Arquitectura porque me parecía que era la más creativa de las carreras standard. Fui al Nacional Buenos Aires y tenía una presión muy grande por seguir una carrera académica. No me gustaba la carrera, a mi me gustaba cantar y escribir canciones. Hice lo que pude un par de años y abandoné.
Noticias: Eso le costó un conflicto con sus padres…
Brant: Fue un conflicto familiar importante. Me decían que me iba a morir de hambre. Estaban todos estos preconceptos. Mi mamá llegó a ver mi Grammy y me vio cantando en el Colón, mi papá no, pero ellos con el tiempo se dieron cuenta de las cosas que me daba la música. En mi época había cosas que estaban preestablecidas. Yo me rebelé contra eso.
Noticias: En esa rebelión armó las valijas en 1998 y se fue a vivir a Los Ángeles.
Brant: Esa decisión fue bastante abrupta, pero fue la mejor decisión que tomé en mi vida. Venía de hacer una carrera como artista en Argentina, se me había terminado el contrato con una discográfica, estaba deprimida, trabajaba esporádicamente. Tenía un amigo que vivía en Los Ángeles y me dijo: “¿Por qué no te venís para acá?” Llevé mis CDs y me di cuenta de que lo que tenía en mis manos era oro en polvo. El mercado latino estaba estallando. Me empezaron a ofrecer contratos en diferentes compañías, se peleaban por contratarme. Me volví cuando se terminó mi visa de tres meses y desde Argentina cerré un contrato, agarré a mi perro, me tomé un avión y me vine a vivir a Los Ángeles.
Noticias: ¿Cuándo sintió que ese era el camino correcto?
Brant: Cuando ya estaba acá en el cotidiano era un poco difícil porque era muy diferente a Buenos Aires, pero más allá de eso, el hecho de pasar de un estudio de grabación a otro, sabiendo que en el estudio de al lado estaba David Foster, en el de enfrente estaba Quincey Jones y afuera estaba esperando Lady Gaga, no podía creer cómo todo está al alcance de mi mano. Al poco tiempo que llegué, un amigo mío, Humberto Gatica, me invitó a su estudio y estaba trabajando con Carole King y yo me senté a hablar con ella como si fuera mi tía, era como estar en el país de las maravillas. Eso tenía un valor muy importante, solo me podía pasar acá. Ahora extraño a Argentina como loca, pero a nivel laboral las cosas que se fueron dando acá hubiesen sido inaccesibles.
Noticias: Otra decisión que tomó fue pasar de ser cantante a compositora, ¿cómo se dio?
Brant: Se dio naturalmente, tengo esto de pasar de un lado del mostrador al otro. Ahora con “Manuscrito Deluxe” pasé al otro lado y me siento super bien, me gusta un rato, pero mientras tanto sigo componiendo. Ir y volver no me resulta problemático siempre que pueda volver. Escribir canciones es algo que me fascina. No dejaría de escribir canciones para ser cantante. Escribir canciones es parte de mi sistema.
Noticias: ¿Cómo es sentarse a escribir una canción, en primer lugar para otros y por otro lado, para usted?
Brant: Cuando empecé a escribir canciones las mandaba para ver si alguien las grababa. Después de esos primeros años la cosa empezó a cambiar, pasé de escribir “canciones para” a “escribir canciones con” el artista. Ahí es donde te volvés un poco psicóloga, conoces al personaje de turno, tratás de entender su personalidad, su historia, sus alegrías, sus tristezas y a partir de ahí empezas a hilvanar una canción. El artista lleva las riendas y yo lo tengo que acompañar, ese es mi trabajo, lo que tengo que lograr es que ese artista y la discográfica estén contentos con esa canción, que se pueda pasar en la radio o que se escuche en las plataformas. Conseguir eso con cada artista es muy difícil. Humildemente, he logrado meter un gol o pegarle en el palo con cada uno. La otra sesión de composición es conmigo misma, agarro la guitarra, me puedo quedar hasta las 3 de la mañana haciendo lo que me da la gana y no tengo que darle el gusto a la disquera. Mi disco “Sincera”, que fue el anterior, no tenía ningún objetivo de nada, eran canciones que me dieron ganas de hacer.
Noticias: Y ganó el Grammy americano a Mejor disco latino.
Brant: Eso es lo más loco, no era un disco pensado para eso.
Noticias: ¿Existe una fórmula del hit?
Brant: Si existe debe ser algo que tengo incorporado, no estoy calculando todo el tiempo la receta. Como me dijo una vez Bruno Mars, las canciones tienen que ser “big copyright”, que tengan una identidad que traspase cualquier época. Si escuchas Yesterday, que nació hace 60 años, sigue siendo algo que se escucha ahora y van a escuchar tus nietos. Eso es una canción que no envejece. Los “big copyright” son los más difíciles de lograr, están más allá del hit. Sé que “No me doy por vencido”, que fue un hit hace 15 años, ahora también se escucha y dentro de unos años se va a seguir escuchando. Una vez Coti Sorokin, amigo mío, me dijo: “El día que tu canción la cantan en la cancha y le cambian la letra, estás hecha”. Hay algo de la popularidad, la universalidad, esa cosa de que la gente la toma y la hace propia, eso hace a las grandes canciones.
Noticias: En 2019 hubo un intercambio que luego pudieron subsanar, entre Diego Torres y Coti Sorokin, autor de “Color Esperanza”, por la concepción de la autoría del tema, ¿cómo ve ese tipo de conflictos entre cantantes y compositores?
Brant: Soy muy amiga de ambos, no sé bien cómo fue. Lo que sí sé, y lo digo en general, es que es bastante poco común que los artistas le den el lugar que merecen a los autores. Cuando dicen “Canción del año”, sube el cantante, pero no el que la escribe. Mi humilde opinión es que los artistas tienen que darle siempre a los compositores el lugar que merecen, sin los compositores las canciones no existen. Sin canciones no hay carreras. Es un dominó. De alguna manera nosotros los autores somos el eslabón inicial de toda la cadena, eso tiene que ser reconocido.
Noticias: ¿Cómo ve a la mujer en la música?
Brant: Creo que la mujer en la música está cada vez más presente, creo que es una industria muy difícil para las mujeres, sobre todo porque tenemos que hacernos respetar y ocuparnos de un montón de cosas. Tuve mucha suerte en mi carrera, nunca me acosaron, nunca me quitaron el lugar ni me faltaron el respeto. Ser mujer nunca fue un impedimento sino un plus. Entiendo que para muchas chicas es difícil, hay un hilo muy fino en el género urbano en el cual a la mujer se la pone en un lugar difícil de calificar, se cosifica, yo no estoy de acuerdo con eso. Todo lo que logré hasta ahora lo hice desde mi lugar, pero nunca me consideré menos por ser mujer.
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