Tiene más de 20 libros publicados. En el furor que genera la historia en estos tiempos, en los que proliferan los documentales, podcasts y novelas románticas ambientadas en otras épocas, los títulos de Daniel Balmaceda son especialmente valorados. Así lo demuestra que, uno tras otro, se conviertan en bestsellers inmediatos. Para fortuna de sus lectores, es un autor veloz: escribe entre cinco y seis libros a la vez, recopilando datos de los más diversos temas para nutrir cada uno.
Con 15 años de trayectoria en el periodismo, es evidente que ha sabido trasladar la presión por el deadline a la literatura, y así satisfacer a un público cada vez más creciente y ávido. Su último lanzamiento es “Historia de la Belle Époque argentina” (Sudamericana), un recorrido por esos años dorados de prosperidad a los que siempre se mira con nostalgia y admiración. Y por eso no había locación más idónea para la charla que el Palacio Duhau Park Hyatt, emblema del brillo y elegancia de aquella época.
Noticias: ¿Cómo nació este nuevo libro?
Daniel Balmaceda: En general, los libros que siempre tienen más atractivo son los que evocan épocas románticas y de batallas. Pero este período no tiene tanto acontecimiento bélico en el mundo, entonces quedaba un poco relegado. Con el tiempo se lo llamó Belle Époque, una especie de recreo que se tomó la humanidad, aunque por supuesto siguieron los problemas entre naciones y fronteras. Son décadas de mucha prosperidad, y si en un principio podía parecer no atractivo porque le faltaba ese condimento romántico, cuando uno empieza a recorrer esta época se encuentra con un montón de hechos y sucesos que fundan la modernidad. Todo lo que terminamos siendo hoy comenzó a gestarse en esa época.
Noticias: ¿Hay algo que le haya llamado especialmente la atención?
Balmaceda: Hay una cantidad de curiosidades. Por ejemplo, la llegada de los electromóviles, como se les decía a los automóviles eléctricos. Tenían un futuro asegurado, y sin embargo por accidentes en la calle comenzaron a perder su lugar. Otra de las características de esta época es la importancia de los balcones. El que tenía balcón se reunía afuera de la casa en ese palco hacia la calle, y cuando estabas en avenida, como Santa Fe, veías a todos en sus propios balcones tomando el té o un copetín. Se usaba como un ambiente más. Pero muchos no tenían, por eso surge la idea de “alquilar balcones”, para poder ver mejor las visitas ilustres, desfiles o funerales. En el centenario de 1810 hay una enorme cantidad de avisos ofreciendo balcones en alquiler.
Noticias: ¿Cómo es su proceso de selección para elegir en qué época especializarse?
Balmaceda: Siempre sé los próximos cinco libros que voy a escribir. Se van gestando con mucha anticipación, y eso me permite ir reuniendo material mientras estoy trabajando en otros temas. Si en una hemeroteca estoy leyendo un diario de 1890, es probable que en la lectura encuentre material para distintos libros.
Noticias: ¿Escribe varios al mismo tiempo?
Balmaceda: Sí. Porque si después de una charla se me ocurre un capítulo para alguno de los temas que estoy tratando, no lo quiero perder. Entonces lo escribo, lo dejo en el freezer y después veré si se modifica según el formato. Algunos textos que forman parte de este libro están escritos hace más de 10 años.
Noticias: ¿Pero no cambia su forma de escribir con los años?
Balmaceda: Sí, por supuesto, todo el tiempo. Cambia con los minutos más que con los años. Por eso no leo un libro ya publicado, lo cambiaría todo. Los textos los tenés que trabajar hasta el último minuto posible. Es como una arcilla, lo vas modificando, encontrás el sustantivo y el verbo más adecuado. Le das más armonía, al leer en voz alta escuchás el ritmo y la música del texto. Me pasa a veces que termino de escribir un párrafo largo y me quedo todo el día con eso. Modificándolo, leyéndolo, dándolo vuelta.
Noticias: ¿Cuándo suelta?
Balmaceda: Con la entrega. Le agradezco eso al periodismo, porque el mundo de la literatura no respeta tanto esa fecha de deadline. Es que nadie puede creer que terminó de escribir el libro perfecto, siempre tenés que agregarle cosas.
Noticias: ¿Le costó encontrar ese tono más cotidiano o se sintió un poco hereje entre los historiadores?
Balmaceda: Me sentía hereje. Pero rápidamente entendí que mi camino no podía ser el del grupo académico, porque no iba a poder construir una profesión dentro de la literatura escribiendo para muy pocos. En mi primer libro no sabía para quién tenía que escribir. Conocía muchísimos escritores académicos a quienes respetaba y admiraba, y a la vez había todo un público disponible para difundir la historia. Y los textos iban a ser muy diferentes, porque una cosa es hablar de Juan José Olleros para los especialistas y otra es explicarle al público en general quién fue.
Noticias: ¿Por qué cree que hay tal furor por la historia?
Balmaceda: La historia argentina es un tema muy atractivo en épocas de crisis. Cuando los argentinos sentimos que se nos mueve el piso, queremos aferrarnos a las raíces, y ahí empezamos a buscar cómo era la vida de nuestros abuelos y cómo era la Argentina más próspera. Esto lo vi con mucha claridad en la crisis del 2001. En esa época hubo un auge de la historia no solo en los libros, sino también en la televisión y en la radio, reaparecieron figuras que eran conocidas para todos por el colegio, pero a las que no les prestábamos tanta atención. Para mí es una contradicción, porque preferiría no vivir momentos de crisis y que de todas formas el trabajo de difusión que hacemos esté valorado.
Noticias: ¿Cómo delimita los años que investiga?
Balmaceda: Tengo una línea que no traspaso: fines de los años 30. Es una época en la que no logro tener una distancia temporal que me permita manejarme con libertad. No es un tema que pueda manejar con objetividad, porque el peronismo hoy sigue teniendo un enorme peso.
Noticias: ¿A partir de cuántos años podemos decir que algo es historia?
Balmaceda: Los que no tenemos la capacidad de abstraernos necesitamos 60 años de distancia. Félix Luna decía que todo es historia, refiriéndose a que todos los temas los son y a que lo que ocurrió ayer ya es historia. Pero yo no podría mirar con objetividad de historiador los hechos de ayer. Para mí eso es periodismo.
Noticias: ¿Por qué estudió Periodismo y no Historia?
Balmaceda: Escribía temas de Historia y de Filología cuando era presidente de la Fundación Cristóbal Colón. Tenía una participación un poco mediática por actividades que hacía la fundación en épocas del quinto centenario del descubrimiento de América. En esa época podías escribirle una carta a Colón y él te contestaba. Éramos varios Cristóbales. Se le contestaba a la persona en un papel quemado por el tiempo, medio amarillo, con letra manuscrita y algunos giros del siglo XV. Eso hizo que mucha gente le escribiera a Colón, no solo chicos. Se convirtió en un sabio que contestaba sobre todos los temas, porque era una persona con 500 años de vida. Esto nos dio visibilidad mediática y empezaron a pedirme alguna columna y a hacerme notas, y me di cuenta de que me gustaba el periodismo y de que tal vez iba a tener una mayor estabilidad económica que con la Historia.
Noticias: Pero al final resultó al revés.
Balmaceda: Sí, aunque tuve que combinar épocas de trabajar en redacción y escribir en casa fuera de horario, hasta que llegó el día en que pude abandonar el periodismo. Lo ejercí por 15 años…
Noticias: Tiene hijos, Pancho y Sofía, ¿qué les pasa a ellos con la historia?
Balmaceda: Vivieron la historia desde chicos, porque era habitual que fuéramos en auto por algún lado y les dijera cosas como “acá fue el primer choque de un taxi, en 1905”. Están acostumbrados a que pasen esas cosas, entonces en general les atrae, pero también me dicen “esto ya me lo contaste”. Aunque no se aburren, porque sé que la capacidad de asombro de ellos hace 20 años era una y hoy subo la vara para sorprenderlos.
Agradecimiento: Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires.
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