Eleonora Wexler es una actriz tan poco convencional que logró sobrevivir a la maldición de los actores infantiles. Supo manejar su propio antídoto contra el éxito efímero en base a formación, talento y una gran dosis de inteligencia para separar lo público de lo privado. Creadora de villanas memorables como Juana en “Valientes” o Rita en “Son de Fierro”, fue Estela una antiheroína vulnerable en “Un Gallo para Esculapio”, deslumbró en el escenario con “La hija del aire” o “Quién le teme a Virgina Woolf?” y el año pasado coronó su prolífica carrera en el cine interpretando a la madre de una niña trans en la película “Yo Nena, Yo Princesa”.
Con un presente donde se luce en series como “Último primer día” y “La valla”, vuelve al teatro para interpretar a la pensadora feminista Mary Woolstonecraft en “Mary para Mary” y es difícil no creerle cada palabra porque en su interpretación siempre asoma la verdad. Retrato de una mujer que dice lo que piensa.
Noticias: Está interpretando a Mary Wollstonecraft, una pionera del feminismo, madre de la célebre escritora Mary Shelley y la frase de venta de la obra fue “Eleonora Wexler es la abuela de Frankenstein”.
Eleonora Wexler: Como Mary fue la madre de la autora de Frankenstein, podríamos decir eso a grandes rasgos. Es un personaje maravilloso, poco conocido popularmente, pero a partir de Paloma Pedrero, que escribió esta historia, me pareció tan rico lo que dice, es muy interesante el planteo de un público imaginario que ella ve y al que le brinda ese legado que quiere dejarle a su hija.
Noticias: ¿Qué hay en común entre el legado de Mary en el 1700 y su punto de vista hoy?
Wexler: No hay punto en el que no acuerde, siento que absolutamente todo lo que dice es importante. Ella imagina otro mundo para su hija y para las mujeres en general, fue madre con dos parejas distintas y el padre de Mary Shelley fue un activista anarquista. Esa postura frente al amor fue revolucionaria en su momento y de hecho fue socialmente castigada por eso, incluso después de su muerte por fiebre puerperal.
Noticias: ¿Y “Mary para Mary” es una especie de reivindicación?
Wexler: Con el director Marcelo Moncarz decidimos hacer esta obra porque le dije: “Quiero contar esto, tiene que ver con nuestras vidas, con mi hija, con una sociedad que merece ser más igualitaria”. Porque más allá de que tengamos muchas ventajas ganadas, sigue sin existir la educación en la igualdad, los mismos derechos para los hombres y las mujeres. Esto que pregona Mary “los niños y las niñas estudiarán todos y nadie tendrá privilegios” y que “en los gobiernos brillarán tanto las faldas como los pantalones“ o “la gente en la calle podrá besarse, hombres con hombres, mujeres con mujeres“.
Noticias: Un tema de conversación recurrente es la paridad laboral. ¿Cómo se vive el asunto en su profesión?
Wexler: Realmente lo que sucede es que hay un porcentaje mucho menor de mujeres en relación a los hombres trabajando en la industria del entretenimiento. En cuanto al dinero, salvo algunas pocas excepciones que son fenómenos particulares, el hombre gana más que la mujer en nuestro medio. Aunque se ganó mucho terreno, hay una gran diferencia. Todavía hay un largo camino para seguir trabajando la paridad. No quiero ser hombre, ni mucho menos, sino tener las mismas posibilidades y los mismos derechos. Y pareciera que en una sociedad patriarcal todo esto sigue existiendo más allá de que avancemos en muchas cuestiones.
Noticias: Solemos escuchar “Bueno, pero ahora hay más mujeres que se dedican a la técnica”. ¿En el cine se sigue viendo al trabajo femenino como una concesión?
Wexler: Totalmente, y no se trata de una concesión, pero aún no lo entienden. Venimos de una sociedad donde hay cosas que estaban absolutamente naturalizadas. Había ciertos programas que se consumían habitualmente donde la mujer era un objeto, sin opinión ni pensamiento. Durante mucho tiempo en los medios fue la bomba sexual o la que servía al maridito.
Noticias: Mucha gente ya se olvidó, pero no hace tanto en muchas novelas los papeles femeninos eran tremendos. ¿Qué recuerdo tiene de eso?
Wexler: De chica veía novelas terribles, venía del colegio y todos mirábamos esas tiras donde estaban naturalizados hechos increíbles, ni hablemos de los famosos cachetazos. Yo me devoraba “Amo y Señor” y era algo normal ver los sopapos que el personaje de Arnaldo André le daba al de Luisa Kuliok.
Noticias: ¿Siente que esa visión se modificó?
Wexler: Creo que vamos hacia un cambio porque lo veo con mi hija de 18 años. La cuestión de género y el modo de experimentar son totalmente distintas.
Noticias: Hablando de cambios, últimamente ha trabajado para plataformas tanto en “Último primer día” (Flow), como en “La valla” (Netflix). ¿Cómo repercute este nuevo panorama capitaneado por las productoras de streaming en los sueldos del sector?
Wexler: La suba de sueldos debido al desembarco de las plataformas es una fantasía. La cantidad de proyectos que circulan no subieron la vara salarial, te diría que todo lo contrario, cuesta bastante más pelear lo tuyo. Después de lo que pasó en la pandemia, con prácticamente un año y medio donde estuvimos parados, con la industria audiovisual y el teatro detenidos, nada es lo mismo.
Noticias: Si bien las plataformas trajeron más trabajo, también es un hecho que el paso de esas películas por las salas es casi nulo. ¿Cómo repercute eso en el cine argentino?
Wexler: Con respecto al cine nacional, hay algo importantísimo que es la necesidad de renovación de la Ley por el Fondo de Fomento, acaba de aprobarse en Diputados pero todavía falta que llegue al Senado. Si no se aprueba antes de noviembre corremos el riesgo de quedarnos sin cine nacional. Yo formo parte de la Academia de Cine y esto se viene peleando desde hace tiempo y no se le da el valor que debería tener. Una industria tan potente como la que tuvimos nosotros se viene desvirtuando totalmente desde hace mucho. Si la industria nacional pierde fuerza nos van a comer las plataformas.
Noticias: ¿Lo dice también por la escasez de ficción en la televisión abierta?
Wexler: Fijate cuántas hay, una sola: “El primero de nosotros”. Y funciona, porque la gente quiere ver ficción. También comenzó a grabarse la segunda parte de ATAV en Pol-ka. Creo que eso hay que fortalecerlo, el teatro es otro palo, me parece que ahí el público tenía pánico, pero fue volviendo. La parte audiovisual es la más lastimada.
Noticias: La presencia del cine argentino en festivales internacionales es casi nula. ¿Piensa que la salida de Luis Puenzo del INCAA y la asunción de su vice Nicolás Batlle trajo algún cambio real o fue un enroque meramente cosmético?
Wexler: Nuestro cine es nuestra herramienta y estamos en serios problemas. Te digo con sinceridad que no tengo una información fidedigna al respecto porque creo que sólo sabemos una parte. Estas son cuestiones políticas que van mucho más allá del área cultural. Siempre quiero tratar de confiar, elijo pensar en positivo porque me cuesta mucho ver esta realidad, no solamente en el cine, me gustaría pensar que puede modificarse algo. Nuestras películas no llegan porque lo que se hace es muy poco y de muy bajo presupuesto.
Noticias: Volviendo a “Mary para Mary” y al legado que le hizo a su hija, ¿qué mundo le quiere dejar usted a su hija Miranda?
Wexler: Uno mejor, como el que pregona ella. Por eso quise hacer a Mary, ella pone en su boca todo lo que le diría a mi hija.
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