Es uno de los auténticos galanes argentinos, que supo conquistar el corazón de mujeres y hombres del mundo entero. Todavía hoy sus novelas siguen emitiéndose en Italia, España e Israel, y arrancan suspiros. Con un gran camino recorrido en televisión pero siempre curioso e inquieto, Gabriel Corrado se animó hace ya muchos años a abrir su propia productora para la que crea contenidos, incansablemente. Ahora también conduce “Mañanas públicas”, un programa diario de dos horas en vivo en la TV Pública.
Durante el último año y medio de pandemia, el actor se dedicó a perfeccionar su inglés y estudiar dirección de orquesta, algo que siempre llamó su atención. Y además entrena, sale a correr todos los días y según confiesa, su casa se transformó en un SUM (salón de usos múltiples): “Jugamos mucho, por ejemplo al ajedrez online con amigos o con la compu. No padecí esta cuarenta sino que me adapté”, asegura.
Noticias: ¿Cómo se siente en el rol de conductor?
Gabriel Corrado: Muy cómodo. No es la primera vez que conduzco pero sí es mi debut en un morning show. “Mañanas públicas'' es un programa muy ecléctico, que brinda servicios, visibilizamos temas y también hablamos de actualidad. Lo hacemos con mucha energía y con un equipo que funciona bárbaro. Estoy aprendiendo a entrevistar y eso me encanta. Lo disfruto mucho, me preparo, me informo. Hay que saber escuchar al otro, saber repreguntar. En el ‘93 me fui a vivir a España para conducir un ciclo de entretenimientos que se llamaba “Vivan los novios” (Tele 5). Y también hice “Gran fiesta”, que era como “Ritmo de la noche acá”, y ese año conduje la gala de Noche Vieja. Tenía mucho éxito con varias novelas mías y estuve un año viviendo ahí. Y en el ‘98 volví a España un tiempo más para hacer la serie “Mediterráneo”, conduje la “Gala de la Hispanidad”, el 12 de octubre. Tenés que estar muy atento porque es muy distinto conducir a actuar, es otro lenguaje, otra impronta. Y hacer un programa en vivo es muy diferente a grabarlo, claro. En Argentina, hace unos años, conduje “El Referí del matrimonio” (Telefe), pero nunca había hecho un programa de entrevistas. Es un aprendizaje diario.
Noticias: ¿Qué le provoca enfrentarse a nuevos desafíos?
Corrado: Adrenalina. Soy muy disciplinado en mi trabajo y me preparo mucho para cada nuevo personaje, o un nuevo desafío o un nuevo proyecto. Tenía muchas ganas de hacer este tipo de formato que nunca había abordado y en el que hablamos de muchos temas, me ocupo de estar a la altura de las circunstancias. Acompañamos a la gente y, de alguna manera, les devuelvo un poquito de todo lo que me ayudaron en mi carrera. Cada mañana me levanto muy contento.
Noticias: ¿Extraña al actor?
Corrado: Estoy disfrutando las mieles de la tercera temporada de “Riviera”, que sigue estrenándose en distintos países y en diferentes plataformas. Me dio gran satisfacción hacer esa serie. Obviamente el actor siempre está ahí, agazapado. Estoy feliz con este nuevo desafío que es “Mañanas públicas” y puedo complementarlo si aparece una ficción interesante: no hay nada más lindo que levantarse contento para hacer algo que te gusta.
Noticias: ¿Cómo llegó a co-protagonizar una serie inglesa como “Riviera”?
Corrado: Hice un casting, en inglés y en castellano, y fue una gran oportunidad. Si bien otros trabajos que hice se vieron internacionalmente, “Riviera” tiene otra calidad y es una serie de alto presupuesto. Me entrené especialmente porque hablo inglés pero tenía que perfeccionarlo. Mis hijos hablan perfectamente inglés y Clara, la menor, me ayudó muchísimo a coachearme también las escenas porque además es actriz. Sin Clarita no sé si me hubiese animado.
Noticias: Durante muchos años fue el galán de las historias de amor y en este caso se metió en la piel de villano. ¿Disfruta de correr riesgos y salirse de la zona de confort o le da un poco de miedo?
Corrado: Miedo nada, lo disfruto muchísimo. Es parte de mi personalidad y además quiero seguir aprendiendo y creciendo. En este medio podés acomodarte y quedarte en ese lugar de confort pero yo no elegí ese camino y siempre busco nuevas alternativas. Me aburre el lugar de la comodidad. En “Mañanas públicas” no hay posibilidades de aburrirte porque todos los días son diferentes. Tengo 60 años y confieso que he vivido.
Noticias: ¿Le asusta el número?
Corrado: No me asusta para nada porque quizás me creí esto de que los 60 son los nuevos 40 (ríe). Mi percepción es que soy un tipo de treinta y pico, 40 años (ríe con ganas). Me llevo bien con el espejo, obviamente me cuido en la comidas, hago deporte, salgo a correr 40 minutos todos los días, aunque haga frío. Fue muy terapéutico este nuevo rol de conductor en tiempos de cuarentena porque pude expresarme, emocionarme en cada nota, es muy sanador.
Noticias: ¿En qué rincón del corazón guarda a los galanes que interpretó y a las heroínas a las que acompañó en cada novela?
Corrado: Las novelas me dieron todo y me siento orgulloso de mis principios y de gran parte de mi carrera. Pero uno no se puede quedar con el pasado. En los últimos diez años también hice novelas, aunque menos, y si tengo que volver las hago porque me encanta la ficción, y en definitiva la novela es una serie en formato diario con temas que barren fronteras, como el amor. Protagonicé novelas que tuvieron una exportación muy importante, lo que permitió que me conozcan en muchos países, y trabajar en España e Italia y todavía me mantienen vigente. En este momento se están dando “Perla negra” y “Máximo corazón” en España, y la última también en Israel. Es una alegría porque le puse el cuerpo a todos esos personajes. Y en “Riviera” me di el gusto de ser un villano. Nadie tiene asegurado ni comprado el éxito.
Noticias: Cuando empezó a trabajar como actor, ¿se imaginó que iba a desarrollar una carrera tan larga?
Corrado: No. Mi sueño de muy chiquito siempre fue ser actor y eso es lo que me siento, un actor con mucho entusiasmo y pasión por lo que hago. Como me mata la ansiedad de esperar que me convoquen, entonces aprendí a buscar oportunidades. Así me educaron en mi familia; no sé esperar a que suene el teléfono. Entendí las reglas del juego de esta carrera de riesgo, y hay que tener iniciativa y generar cosas, por eso abrí mi productora. Pero no me imaginaba todo lo que me pasó. Sí me imaginaba siendo actor porque de muy chico tuve ese deseo y en los actos escolares buscaba ser el protagonista, no me conformaba con un personaje de reparto (ríe).
Noticias: Hoy sus tres hijos están fuera del país, ¿Cómo lo vive?
Corrado: Clarita se fue hace dos meses a Nueva York, a estudiar y a trabajar; Lucas vive en Ámsterdam hace un año y tiene su propio emprendimiento; y Lucia que estuvo en Barcelona durante dos años, se mudó a Alemania. Estoy contento de verlos felices. No me quedo con la melancolía ni el tango triste porque no están al lado mío. Claro que los extraño pero trato de mirar el lado positivo de las cosas. La aventura de ser emprendedores y buscar oportunidades está en su ADN y me hace feliz verlos felices. No lo padecemos, lo disfrutamos porque además, la tecnología nos transporta a otros lugares.
Noticias: Con su mujer no sufren entonces el síndrome del nido vacío.
Corrado: Nos quedamos solitos como cuando nos fuimos a vivir juntos: empezamos a convivir antes de casarnos, en contra de la voluntad de nuestros padres, especialmente de mis suegros que eran más tradicionales. Finalmente nos apoyaron y nos mudamos juntos. Hoy redescubrimos este momento de la pareja que es muy lindo también y cada uno tiene su trabajo, sus cosas. Estamos disfrutando mucho de esta etapa. Cuando se fue la más chica un poco sentimos el golpe pero entendimos que era otro desafío. Cuando nos casamos fuimos nosotros dos, después vinieron los hijos, que más tarde trajeron a los amigos. Siempre fue una casa muy concurrida, con mucho ruido porque nuestros hijos son muy sociables. Ahora quiero encontrarle la mejor parte a esta etapa que es de reencuentro de la pareja. Seguimos discutiendo como cualquier pareja, pero también nos reconciliamos de una manera amorosa, nos escuchamos. Con Constanza somos un buen dúo de héroes que nos cuidamos mutuamente. A veces uno tiene ganas de dejar un rato el traje de héroe y querés que te abracen, y ella es buena contenedora; y otras veces yo la contengo a ella. Somos una pareja y ninguno lleva el mando, y si yo tenía alguna pizca machista cuando la conocí, me voló de un plumazo cualquier vestigio. Nos complementamos bien también en los quehaceres del hogar: por ejemplo, como soy muy malo cocinando, lo hace ella y yo lavo los platos, y en pandemia volvimos a dividirnos las tareas.
Agradecimientos: www.canotier.com.ar
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