Guillermo Pfening viene de armarle una cama elástica a su pequeña Asia (5) en la terraza de la casa de la mamá de la nena. En la película que protagoniza, “Matar al dragón”, de Jimena Monteoliva, y que se estrenará por Cine.ar TV el 27 de agosto y un día después en Cine.ar Plataforma, es padre de dos niñas que quedan en medio de una trama oscura y perversa basada en las pesadillas de inframundo del guionista, Diego A. Fleischer. El drama nocturno recurrente para Pfening son los aviones que se vienen a pique: hay un avión en el cielo, él piensa que se puede caer y el aparato empieza la carrera contra el suelo. Acepta que algo tendrá que ver eso con la impotencia de quien, como él, viene teniendo el rol de cuidador: le tocó respecto de su hermano Cai, con miopatía mitocondrial (una enfermedad muscular), y también con su madre, una dermatóloga con problemas psiquiátricos, obsesionada por la belleza corporal a quien, de tantos procedimientos faciales, llegó a no reconocer. Pero si Fleischer decidió domar a sus demonios y llevarlos a pantalla, Pfening hizo lo propio con “Caito” (2012), la película protagonizada por su hermano y en la que pone en foco la discapacidad, y cranea la misma fórmula de sublimación con “Alice”, donde ficcionalizará lo vivido por su mamá. No es un ejercicio catártico sino una apuesta política para, a partir de historias que lo han atravesado, clavarle el puñal a la cáscara social, interpelar y sumar a la transformación de lo establecido.
Noticias: Ha dicho que de tanto cuidar, a veces se descuidó. ¿Cómo gradúa esa cuestión al ser papá?
Guillermo Pfening: Siempre que uno cuida también recibe mucho. La relación con mi hermano es muy recíproca. E inclusive con mi mamá, dentro de su enfermedad, ella me protegió. Se terminó suicidando (en 2008) y pienso que eso también fue como un cuidado hacia mí, como liberarse ella y liberarme a mí. Y de hecho ahora, que estoy desarrollando “Alice”, una película que la tiene como punto de partida y que va a protagonizar Cecilia Roth, me fui encontrando con muchos momentos en los que esa madre me cuidaba. Y respecto de Asia, por suerte no soy el único que la cuida.
El año pasado, la directora Isabel Coixet lo convocó para protagonizar la serie “Foodie Love” (HBO España) que ya se estrenó en Europa y Estados Unidos. Y gracias a eso, luego fue parte de “El Practicante” (Netflix), que se estrenará el 16 de septiembre.
Noticias: “Caíto” nació a partir de esperas entre escenas mientras grababa “El deseo” en Telefe. ¿En cuarentena los tiempos muertos fueron creativos?
Pfening: También, encontré en el desarrollo de “Alice” la manera de avanzar. Empezamos a concursar en el mercado de Málaga, tuvimos la suerte de ganar el primer premio, que nos permitió acceder a una posible coproducción con México y España, avanzamos con el apoyo del INCAA, ganamos apoyo audiovisual de Córdoba y nos anotamos a mecenazgo. Todas posibilidades que uno busca para la financiación. Pude capitalizar el hecho de no poder actuar.
Noticias: ¿Sigue faltando una pata financiera para “Alice”?
Pfening: Sí, sí, faltan varias (ríe).
Noticias: Tendrá que tener controlada la ansiedad porque hace años que “Alice” está en su cabeza.
Pfening: Sí, si uno piensa que necesita juntar 25 o 30 millones de pesos, directamente no lo hace. Me gusta que los proyectos maduren con el tiempo, son muy personales, les llamo “ficción afectiva”, y hay momentos en los que querés escribir y otros en los que no podés hacer nada.
Noticias: En una nota anterior había hablado de un tercer proyecto relacionado a su paternidad. ¿Eso fue madurando?
Pfening: Creo que en una tercera película hablaría más de mí, sería el retrato de la infancia de un niño en un pueblo chico (él nació en Marcos Juárez, Córdoba). Pienso también hablar de las infancias sexualizadas. Creo que como todo niño, tuve una infancia muy sexualizada (se ríe), con juegos, con descubrimientos, con cosas prohibidas y con un mandato a cumplir en los pueblos que es súper heteronormativo, todos en la infancia experimentan la sexualidad a escondidas en pos de cumplir una norma. Todavía hoy sigue habiendo un mandato muy grande a encasillar en ciertos cánones.
Noticias: Su coparentalidad rompió los cánones hace cinco años, hoy está mucho más instalada la idea, ¿cierto?
Pfening: Sí, creo que fui uno de los primeros que se animó a romper con eso, igual no era el único.
Noticias: Dice que no le interesa ser famoso sino transformar a través del arte. ¿Qué debería modificarse a nivel social?
Pfening: Todavía está muy débil la aceptación del otro. Tuve la posibilidad de trabajar en España y a veces te sentís sapo de otro pozo porque aclarás cosas que nadie te pide que aclares, se toman las cosas de un modo muy natural.
Noticias: ¿Por ejemplo?
Pfening: El respeto por el otro, por sus elecciones, a nivel sexual, político y hasta cuando cruzás la calle. Acá todavía nos cuesta muchísimo. Y ojo, a veces a mí me cuesta aceptar algunos comportamientos sociales de gente que piensa diferente políticamente, como que haya gente marchando y exponiendo al sistema médico. Sé que todos tienen derecho a expresarse pero en el fondo no deja de molestarme. Y no creo que tenga que dejar de molestarme, lo que hay que hacer es tratar de no juzgarlo.
Noticias: Es difícil ser coherentes entre lo que se dice y lo que se hace.
Pfening: Tal cual.
Noticias: ¿Cuán cerca de eso está?
Pfening: A veces me siento muy cerca, y otras me doy cuenta de que soy un impostor (risas). Con la marcha (del 17A), me encontré pensando cosas que no están buenas y a la vez dije: “Debo tener una opinión, pero que lo extremo de ese comportamiento que estoy viendo, no se haga extremo a mí”. Siempre trato de pensar que todos tenemos un dolor, todos tenemos una tragedia dentro, la vida es difícil para todos. Y vivimos en una parte del mundo en donde no existe la justicia social, no existe la justicia, hay gente que se muere de hambre y no tiene oportunidades.
Noticias: Ha dicho que no descarta entrar a la política, ¿lo tiene como una posibilidad cercana?
Pfening: Sí, lo tengo siempre y lo ejercito en el día a día. Creo que con “Caíto” de alguna manera hicimos política de integración, llevamos el mensaje evangelizando todas las provincias, como quien lleva la palabra. Con “Alice” estamos en asociación con Proyecto Generar, una asociación civil sin fines de lucro en pos del feminismo y de hacer consciente cuán rehenes somos de la mirada patriarcal.
Noticias: ¿Qué cosa transformaría políticamente el tercer proyecto de ir hacia su infancia?
Pfening: Tal vez el afianzar más la identidad de género, porque en algunos lugares del Interior es más difícil, hay mucho rechazo a la educación sexual. Son revoluciones que siempre se dan desde las urbes y después se expanden. Trabajar por la educación sexual integral en todo el país sería genial.
Noticias: ¿Está en pareja?
Pfening: Sí, con Rafael, hace como tres años.
Noticias: ¿Comparten la aventura de la crianza de Asia?
Pfening: Sí, hoy es un pilar fundamental en la crianza.
Noticias: Hablaba de estar pendiente de la mirada ajena, ¿cuánto lo está usted?
Pfening: Creo que tuve una escuela muy fuerte al criarme en una sociedad chica y, cuando me pude liberar de eso, me saqué una mochila de encima. Siempre uno está regulando entre el deseo propio y el de los otros. Creo que soy una persona que está tratando de construir algo bueno para esa sociedad. Lo único que me dolería mucho sería que dijeran que soy una mala persona o herir a una gran parte de la sociedad, el resto, no se puede manejar. Lo más difícil es aprobarse uno, es el ejercicio que deberíamos hacer.
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