Estas últimas semanas, José María Listorti graba la última media hora de su programa de radio “Re tarde” (Pop) para llegar al teatro Gran Rex poco más de media hora antes de la función de “Matilda”. Con el maquillaje y el vestuario aceitado, dice que ese tiempo le alcanza y le sobra. Está entrenado en el vértigo de correrle al reloj: cuando conducía “Este es el show” (El Trece), volaba desde Constitución hasta Palermo, para grabar “Sábado show” y “Cantando por un sueño”. Cuando estuvo al frente de “Hay que ver”, en El Nueve, arrancaba en radio exactamente 15 minutos después del cierre en tele.
Tal vez por el ejemplo que le dejó su padre, que laburaba de sol a sombra (primero como carnicero y después como kiosquero), a Listorti le incomoda más el ocio que la agenda sobrecargada. Es un tipo al que se le infla el pecho cuando dice que sigue viviendo en su barrio, Villa Devoto, y que los amigos con los que se junta a comer cada jueves son los mismos con los que compartía los recreos. Parece que en los vínculos es de echar raíces: hace 18 años que está en pareja con Mónica, mamá de sus hijos Franco (13) y Bruno (9).
Pero en lo laboral, no le va aburrirse, lo lleva la curiosidad y el mover(se) el tablero con desafíos. “Me gusta ir tildando los pequeños ítems que podemos dar como locutor, actor, humorista, artista”, dice y detalla que en VideoMatch probó todo: cámaras ocultas, salir desnudo, enmascararse e imitar a un político. Con la conducción, igual: hizo programas de entretenimiento, realities, espectáculo, magazine. Y en el teatro también: revista, con Nito y Moria, y vodeviles, como “Boeing Boeing” y “Pijamas”. Ahora se anima a la comedia musical y, además, este año le llegó un papel en ATAV 2, y tachó el pendiente de componer un personaje de ficción.
José María Listorti: Es un pequeño cambio en la carrera porque yo ya estaba como achanchado en la tele. Hace mucho que no sentía la adrenalina que estoy sintiendo ahora en el teatro y, sobre todo, lo que fue el casting, los ensayos, el debut. Es un vértigo.
Noticias: ¡Y con una obra tan significativa para muchas generaciones como “Matilda”!
Listorti: No se parece a nada. Lo hablábamos con Rada (Soy Rada). Nosotros tenemos una pequeña cábala: cuando estamos esperando el saludo final, estamos con monopatines, nos miramos y nos decimos: “Esto es una locura”, y nos damos la mano. Sabemos que no es normal, que para un actor, trabajar en el Gran Rex, que es más de recitales, y tener 2500 personas en una función es demencial, una locura, una energía. Si bien es una obra para chicos, no es infantil, la historia es muy fuerte, hay gente que viene sin hijos y la disfruta igual porque no es netamente infantil.
Noticias: ¿Cómo es trabajar con y para chicos?
Listorti: Es un desafío por donde lo mires. Trabajamos con tres elencos de chicos distintos: las energías de las Matildas y del resto son distintas.
Noticias: Más o menos con la misma edad de estos chicos, usted hacía sketches semanales en su colegio, ¿por qué cree que tenía tanta necesidad expresiva como para conseguir y sostener esas “funciones"?
Listorti: No sé, tal vez era la mejor forma de expresarme porque para los deportes no era bueno y cuando había que hacer el famoso “pan y queso”, era uno de los últimos. Supongo ahora que habré dicho: “Ya que no me puedo lucir de este lado y me gusta lo otro, vamos por el otro lado”. No es muy lindo que te elijan a lo último, pero nunca me sentí bulineado por mis amigos, de hecho son con los que como todos los jueves.
Noticias: ¿Luchó mucho por no encasillarse?
Listorti: No, lo que lucho mucho es por el tema del humor. Es uno de los motivos por los que dejé “Hay que ver”, les decía a los productores que no quería hacer más eso. A mí me gusta hacer humor y en la tele no había mucho humor, de hecho ahora no hay. En la conducción, trato siempre de poner humor. Entonces en “Este es el show”, era joder con el 1 de Polino, con que la coreo estaba repetida, con que Carmen Barbieri se peleó con Moria, con todo eso podemos joder. Pero, de un tiempo a esta parte, los temas eran mucho más complicados: Thelma Fardin y Darthes, el Covid. Entonces veía la rutina y era el abogado de tal y el abogado de cual… Dije: “No es lo que quiero hacer, yo tengo ganas de divertir, no tengo problemas en hacer un magazine, pero dejame entretener, dejame que la gente se divierta”.
Noticias: Ante la posibilidad de cancelación, ¿el humor queda encapsulado?
Listorti: Sí, tal cual. A mí me encanta ver tele, y veo que todos dicen frases hechas para quedar bien, no hay uno que desentone y cuando uno desentona, es aplaudido por mucha gente. Y con el humor, nos pasa exactamente lo mismo. Estamos armando un espectáculo con Pachu (Peña) y con Seba Almada para hacer de gira y estamos con no jodamos con esto, no jodamos con aquello… hasta que decís: “¡Sí, muchachos, se puede joder! ¿Cómo no se va a poder joder con esto?”. La gente que paga una entrada quiere divertirse. El humor es ficción, nada de lo que pueda llegar a decir como chiste suscribe a lo que yo pienso. Siempre hago la misma comparación: quien escribe policiales, no creo que ese esté avalando un asesinato.
Noticias: De hecho, “Matilda” tiene un guión políticamente incorrecto.
Listorti: Me encanta por eso: se revolea a una nena de las trenzas; al personaje que es gordito le hacen comer una torta entera; yo a mi hija le digo “cosa rarita”, la trato de varón porque yo quería un nene… realmente es fuerte. Y estaba en el debate cuando ensayábamos si esto o aquello caería mal pero es así. Es como “Casados con hijos”, no podés hacer que Francella sea un buen marido y que no sea machirulo porque si no no hay comedia, no puede ser, y eso no es un mensaje de cómo tiene que ser la gente. No, con el humor estás denunciando lo que está mal y todos saben que está mal eso, que es un personaje. Pero si entramos a analizar cada chiste, cada cosa, vamos a terminar como estamos ahora: no hay humor en la tele porque nadie se quiere arriesgar a hacer nada. Con mucha gente teníamos un código de humor que, ante una persona gay, decíamos “ya se va a curar”, pero nos estábamos riendo de la persona que piensa que ser gay es una enfermedad, ¡yo no pienso eso! Si no querés consumir este humor, no lo consumas pero no lo canceles, no lo denuncies, no vayas al INADI porque hicimos un chiste sobre negros o sobre gays. Eso no es discriminar. El humor es lo políticamente incorrecto.
Noticias: Dijo que le preocupa el clima de violencia que hay hoy en Argentina. ¿Lo fastidia, lo angustia, piensa en irse del país?
Listorti: No me iría, pero sí me encantaría que algún día me puedan llamar de España para hacer una serie o algo así, pero no me mudaría. Lo que más me angustia de la actualidad es lo social, esta guerra entre políticos, en la que el que piensa distinto es un enemigo, en donde no nos damos cuenta de que la gracia de la democracia es pensar distinto. Pero parece que al que tiene otra idea política hay que erradicarlo, matarlo, no existe. Cuando se murió Perón, Balbín fue y dijo: “Un viejo adversario despide a un amigo”. Y yo no me imagino a Macri yendo al velorio de Cristina o a Cristina yendo al de Macri, y me parece que ahí involucionamos un montón, tendrían que juntarse y darse la mano.
Noticias: ¿Qué procesos internos hace al momento de decidir su voto?
Listorti: Los que hacemos la mayoría: votar al menos malo. Y eso no significa que vote a la sanfasón. Hay que votar con responsabilidad, porque la democracia nos costó mucho. Ese es el momento donde somos los protagonistas verdaderos de la democracia, lo que pasa es que es muy difícil encontrar propuestas. Todo el tiempo se pelean, se tiran carpetazos, todos hacen lo mismo. Y si no, las propuestas son “bajar la inflación”, “que los jubilados ganen más”, ¡sí, claro, pero explicame cómo lo vas a hacer! Es muy triste porque tenemos todo, uno que tuvo la posibilidad de viajar por el país y ver lo que tenemos, decís: “¿Cómo no somos potencia?”. ¡No puede ser que no estemos a la altura de Alemania, de Estados Unidos, no lo entiendo! Bah, lo entiendo, porque somos un desastre y los políticos parten de esta sociedad y tenemos que hacernos cargo de eso.
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