Saturday 4 de May, 2024

PERSONAJES | 05-12-2023 06:23

Laura Orcoyen: “Ese concepto del interiorismo como un arte menor sigue vigente”

Una de las diseñadoras de interiores más importantes de la escena, presentó una nueva colección. Terapia del espacio y circularidad.

Muebles y objetos pulidos hasta la perfección descansan en islas que se elevan sobre plataformas circulares. Un bosque helado emerge detrás de un sillón con sus almohadones dispuestos en orden zodiacal. Un tanque invita a sumergirse y descongelarse y un horno comienza a crepitar si nos animamos a traspasar lo evidente y lo miramos con un dispositivo de realidad virtual. Una vez calzado sobre nuestro ojos, la blancura impoluta de ese ambiente que recuerda al set de “2001, odisea del espacio”, develará una escalera hitchcockiana, se desatará una tormenta perfecta.

En diversos estantes descansan objetos destinados a la alquimia y un trago de Absenta  invitará a soltar los sentidos. Los muebles contienen frases del filósofo Byung – Chul Han dispuestas de manera circular, para leerlas es necesario acompañar el movimiento con el cuerpo. “O”, la muestra de la diseñadora Laura Orcoyen, una de las más importantes interioristas argentinas, es un banquete visual y sensorial.

Si bien esta muestra en la que participan los artistas Elba Bairon, Leonardo Batistelli, Martina Quesada y Esmeralda Escasany no se parece a nada de lo que Orcoyen haya hecho, se puede rastrear en su trabajo una búsqueda de la unidad. Su espacio “Laura O” fue durante décadas el lugar elegido para equipar una casa, un homenaje surtido y encantador a las tiendas de ramos generales donde podía encontrarse desde un mueble joya, hasta un cenicero, o la matelería perfecta, todos los rubros en un mismo lugar.

Hoy en “O” se encuentran la arquitectura, el interiorismo, la astrología, la filosofía y el juego en forma de activaciones en las que también participan los hijos de Laura. La invitación a un nuevo comienzo que también es continuidad en esta charla con NOTICIAS.

Noticias: En esta muestra hay realidad virtual, experiencias sensoriales, alquimia y una vuelta a la naturaleza. ¿Cómo fue uniendo todo eso en un concepto?

Laura Orcoyen: Fue parte de un proceso en el que no quise apostar a la permanencia de una colección sino a una experiencia efìmera, sentí la necesidad interna de un cambio. Con mi marido, Pablo Sánchez Elías, que es arquitecto, compramos un lugar sobre el Río Paraná y empezamos un trabajo de conservación de la barranca, mi primer contacto con el mundo laboral fue el paisajismo, pero después lo ejercí de forma más intelectual que física. Trabajamos mucho juntos y se fue armando algo en común entre arquitectura, interiorismo y diseño. Después vino la creación de “Laura O” hace 25 años y yo realmente ya quería salir de esa estructura, pero me estaba costando. Pensé que se me había ido la inspiración y me propuse hacer algunos movimientos desde la cotidianidad. Nada muy especial, cambiar de lugar de vacaciones, por ejemplo, darnos otro aire. Un verano sin estar socializando en Punta, irnos hacia otro ámbito, cambiar un poco el ritmo, el paisaje, la gente. A la vuelta surgió esta muestra. Necesitaba un movimiento que me conectara con otras cosas y pudiera decir algo nuevo. El concepto bajó en un día, pero tardamos exactamente nueve meses en desarrollarlo .

Noticias: ¿Es más trabajoso llevar un embarazo a término o una muestra a su inauguración?

Orcoyen: (Se ríe) Te diría que tuve bastante suerte en ambas cosas. Pasé embarazos muy fáciles y este proceso creativo lo disfruté mucho también, a pesar de algunas dificultades que aparecieron en un año difícil donde, por ejemplo, en ciertos momentos no encontrábamos materiales o iban cambiando de precio. Igual creo que hay algo en común, a mí los procesos me resultan más fáciles que parir y hacerme cargo. Pero ya salió y todo lo que sigue es una sorpresa, un gran enigma que me encanta. 

Noticias: Hay un tema que siempre está en la conversación y es si la obra tiene un peso propio o hay que pensarla en función de quienes la habitan. La arquitectura de autor versus una visión más humanista. ¿Cuál es su postura?

Orcoyen: Yo pienso todo en función de las necesidades, después viene la forma de materializarlo. Porque estamos hablando de la relación de la obra con respecto a las personas, quien realiza la obra debe tener una capacidad de escucha y de observación para que sea lo más adecuada posible a las necesidades de la gente. No comparto hacer obras que se refieran sólo al autor y no a quien las recibe. Yo hago algo a lo que llamo TEP, “Terapia del Espacio”.

Noticias: Improvisemos una sesión, ¿cómo sería?

Orcoyen: A veces puede ser solo un encuentro o un proceso más largo. En un TEP involucro un montón a las personas que viven en la casa. No me interesa trabajar para un fantasma, armar una casa, dejársela llena de cosas e irme no es algo que me motive. Me gusta conocer a la familia, saber sus hábitos, compartir con ellos. Igual, también está la contraparte, a no toda la gente le gusta eso, porque algunos no quieren exponerse, en un TEP mostrás mucho de vos, de quien sos y cómo vivís. Es muy linda esa desnudez, porque cuanto más honesto seas, tu casa responderá más a vos y vos a ella, es hermosa esa conexión. Cuando ves a una persona incómoda con su casa, no te dan ganas de entrar. 

Noticias: A pesar de que en los últimos años nuestros hogares se han convertido en ámbitos donde pasamos mucho tiempo. ¿Siente que aún en algunos ámbitos se considera lo decorativo como un arte menor?

Orcoyen: Yo, por ejemplo, no lo llamo decoración, en un diccionario leí que era agregar algo innecesario, por ejemplo decorar una torta y dije: “Yo no hago eso”. Ese concepto del interiorismo como un arte menor sigue vigente, creo que el error fue desligarlo de la arquitectura. Con Pablo, mi marido, lo interesante es que siempre lo trabajamos de manera conjunta desde el pozo, tiene que haber un diálogo muy profundo entre la arquitectura, el interiorismo, el paisajismo y la persona, todo tiene que estar muy articulado. No se trata de hacer una obra y llenarla de cosas, sino de vivirla. A veces solo realizando pequeños movimientos, cambiando de lugar algunos objetos hacés magia, no es una cuestión de presupuesto. 

Noticias: Hay clientes que son muy clásicos y otros no. ¿Cuál fue el proyecto más loco que le pidieron?

Orcoyen: Bueno, ahora tengo un pedido para un complemento de una casa, es un cuarto de juegos eróticos. Tendré que ponerme a investigar, hay que consultar con gente habituada a esos temas y también empezar a divertirse un poco. Me gusta que sea sutil, que escape a lo burdo, es super interesante meterse en un tema nuevo que te plantee un desafío, es algo lúdico. En ese sentido con esta muestra también voy para ese lado, no quiero hacer cosas tan fijas y estructuradas. Quiero experiencias con más humor, más juego, lugares que puedan moverse.

Noticias: Su muestra está organizada en base a distintas islas y niveles en los que maridan los abstracto y lo concreto, lo físico y lo virtual. ¿En el recorrido está la gracia?

Orcoyen: Salirse un poco de lo concreto y permitirse flotar en distintos niveles como hacemos acá me parece interesante. Este proyecto se llama O por su circularidad, es el fin y el principio, lo que culmina para recomenzar siendo otra cosa. Estamos en un momento en el que la realidad y la virtualidad están en un mismo plano, ya no sabemos qué es real y que no. A veces no recordás si a alguien lo viste en vivo o en las redes, hay gente que conoce tus lugares, sabe si cambiaste tu corte de pelo y solo te vio en Instagram. La experiencia termina con un cajón que tiene inscripta la frase de Byung- Chul Han “La despedida no diluye la experiencia de lo que ha sido”. No hay un final, todo es principio.

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Marcela Soberano

Marcela Soberano

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