Friday 17 de May, 2024

PERSONAJES | 16-10-2022 00:36

Luciano Cáceres: “Hay una necesidad vital de salir a filmar”

El actor presenta una película de terror mientras se divide entre otros proyectos más comerciales. Amor y paternidad.

La agenda laboral de Luciano Cáceres es tan intensa, ya sea en la pantalla chica o grande como en el teatro, que resulta imposible soslayarla para poder dimensionar no sólo la convocatoria de este popular actor en los rubros citados, sino también su notable capacidad de trabajo. Basta recordar que anduvo todo este año de gira con “Desnudos”, obra de Doris Dörrie que encabezó con Gonzalo Heredia, Esteban Lamothe, Brenda Gandini, Sabrina Rojas y Mercedes Scápola y que terminará su periplo en Mar del Plata, donde subió a escena por primera vez, antes de la pandemia de coronavirus. Semanas atrás, terminó el tercer tour uruguayo de “El ardor”, otra premiada propuesta hilarante escrita por Alfredo Stafollani y que dio a conocer en la costa atlántica porteña como director e intérprete, aunque ahora lo suplanta Juan Gil Navarro, acompañado de Juana Viale, Joaquín Berthold y Santiago Magariños. “Fue la última obra que dirigí, en 2018, y tengo muchas ganas de volver a hacerlo. Estamos viendo de concretar algo con Gonzalo Demaría en lo que sería nuestra quinta colaboración juntos”, le cuenta a NOTICIAS. 

A poco de realizar esta entrevista, viajaba a Israel para completar la película “La noche que luché contra Dios” de Rodrigo Fernández Engler, inspirada en el atentado a la AMIA, pero ligada a la historia bíblica del patriarca Jacob, que él encarna, y en la cual comparte protagonismo con Tomás “Toto” Kirzner y Carolina Kopelioff. “Filmamos cuatro semanas en diversas locaciones de la provincia de Córdoba, y ahora nos vamos a terminarla allá. Tuve que aprender a pronunciar hebreo antiguo. Es importante contar lo doloroso de aquello que nos tocó sufrir tan de cerca, y apasionante aprender la cultura del pueblo judío. Son esas lindas oportunidades que, a veces, te da esta profesión”, confiesa. 

Además, varios largometrajes que lo tienen como actor principal esperan sus debuts en los cines argentinos. Desde la comedia “Lennons”, de José Cicala, junto a Gastón Pauls y Luis Machín; el policial “La educación de los cerdos”, de Eduardo Pinto, cuyo reparto se completa con Tupac Larriera y Cumelén Sanz; la cinta de terror paranormal “Tú”, de Amín Yoma, con José Giménez Zapiola (El purre), Malena Ratner y Magui Bravi; el thriller “El nene revancha”, debut cinematográfico del dramaturgo Gonzalo Demaría, donde interpreta a un boxeador ciego; la italiana “El nido”, en clave de horror psicológico de Mattia Temponi, filmada en Roma; finalmente está grabando el largo “Las Nubes”, con Leonor Manso y Guillermo Zapata, de nuevo a las órdenes del prolífico realizador Pinto.

Por si fuera poco, el mes pasado debutó en las pantallas cinematográficas de Río de Janeiro y San Pablo, el filme brasileño “Paixões recurrentes” (Pasiones sin fín) de Ana Carolina Teixeira Soares, que aborda la muerte de la ideología y está ambientado en la costa carioca durante el día en que se declaró la Segunda Guerra Mundial.

Pero también es Bruno, el personaje protagónico de “El desarmadero”, la película argentina de terror dirigida por Pinto que se presentó primero en el 36º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, formó parte de la 22° edición de Buenos Aires Rojo Sangre, ciclo dedicado al cine de terror, fantástico y bizarro, uno de los más importante de Latinoamérica, y que días atrás se estrenó comercialmente.
Cuenta la inquietante historia de un artista plástico víctima de una tragedia familiar que cambia su vida para siempre. La noticia lo sacude por completo y lo lleva a tener que ser internado en un hospital psiquiátrico para tratar sus alucinaciones. La estancia parece ayudarlo a sobrellevar el inesperado golpe y las autoridades del nosocomio deciden otorgarle el alta. Solo, sin familia, Bruno elige refugiarse en lo de su amigo Roberto, que le ofrece trabajo en un desarmadero de autos. Allí se encontrará con que cada auto tiene una historia, entre ellas una que lo involucra directamente. 

Noticias: Dicen que las películas de género, ya sea terror, policial o incluso western, son un buen pretexto para hablar de otras cosas. Tras verla, da la sensación que el “El desarmadero” sería un buen ejemplo. ¿Qué piensa? 
Luciano Cáceres: Sin duda. Eduardo Pinto, el director con el que vengo haciendo muchos trabajos, le gusta retratar el conurbano. Es de Moreno, de la zona del Oeste. Siempre en sus películas aparece la crítica social de los “marginados” aunque acá también incorpora a los pacientes psiquiátricos. Algo que estudié mucho cuando dirigí a Leonor Manso en el unipersonal “4.48 Psicosis” de la dramaturga británica Sarah Kane. Cómo de golpe la psiquiatría, que agradecemos que exista, interviene con medicamentos a los pacientes despertándolos, durmiéndolos, alegrándolos, estimulándolos, etc. Pero ese dolor que padecen no tiene cura. No hay antídoto para sanarlo. Por eso, el leit motiv de la película es “no estoy loco; estoy solo”, la frase que dice mi personaje y explica un poco la razón de porqué hace lo que hace. Otro le retruca “loco de mierda” y él se reafirma, “no es locura”. Similar a lo que afirmaba Kane con “este es un instante lúcido, antes de la noche interminable”. Es decir, hay una decisión. 

Noticias: ¿Cómo fue el rodaje? 
Cáceres: Con la productora grupal “Eusebia la higuera”, salimos a hacerlo sin ningún subsidio y con equipos prestados. El único apoyo fue de “Rodríguez Filma”, una iniciativa audiovisual del gobierno municipal de General Rodríguez, que nos deja utilizar locaciones como un bar o cortar una calle sin cobrarnos. Algo que si quisiéramos hacerlo en la ciudad de Buenos Aires nos costaría lo mismo que una película entera. Allá, en cambio, estimulan las filmaciones de esa manera porque saben que al rededor de un rodaje se generan diversas fuentes de trabajo. También hay una necesidad vital de salir a filmar, aunque sea a pulmón. Apenas volví de Roma, donde tuve la suerte de protagonizar una película, rodada en plena cuarentena 2020, nos juntamos a mediados de noviembre, en diciembre hubo un boceto de guion, y el 2 de enero de 2021 arrancamos el rodaje. Así de brutal era la necesidad de todos los compañeros en los diferentes rubros técnicos y artísticos, que en ese momento estaban parados, y tenían muchas ganas y una vitalidad contagiosa. Estábamos contando una historia recontra oscura, pero en un clima de alegría por volver a hacer algo. 

Noticias: En la película participó como actriz su hija Amelia, ¿cómo fue trabajar juntos? 
Cáceres: Fue espectacular. El director la conoce desde chiquita y ya le había propuesto otra antes. Ama el género del terror y le encantó ser cómplice de esto. Tiene 12 años, está por cumplir 13, y cuando filmó tenía 11, así que quedó inmortalizada como niña.

Noticias: Y después siguió con su admirable ritmo laboral. 
Cáceres: Sí (ríe). Después hice como seis películas más cuando se abrió la industria, la gira de “Desnudos” y “La 1-5/18”, que fue la primera tira televisiva post pandemia y me tuvo nueve meses frizado grabando. Gracias a Dios, porque es laburo.

Noticias: ¿Qué toma en cuenta a la hora de involucrarse en proyectos?
Cáceres: Hay trabajos que bancan los gastos de mi casa, lo necesario para vivir, y organizan el año, digamos; y hay otros que encaro con el mismo espíritu del teatro independiente: porque no me los quiero perder. Donde voy a probar diferentes aristas expresivas. Este año me gané un Martin Fierro por “La 1-5/18” con un personaje que casi podría ser el de galán de un culebrón. Pero en paralelo, metí películas donde pude transformarme, no pensar en el cuidado estético y poder construir aspectos que, quizás, el género de la novela no te lo permite. Al mismo tiempo, creo que voy llevando público a otros ámbitos. Por ejemplo, que me estén haciendo una nota para NOTICIAS por una película independiente tiene que ver con mi trabajo más comercial. 

Noticias: ¿Está en pareja?
Cáceres: ¡Sí! Hace ya dos años, con Belén (Riva Roy). Primero fue mi profesora de yoga durante la cuarentena y de manera virtual. Cuando regresé de Italia nos encontramos personalmente y estamos muy bien. 

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Alejandro Ullúa

Alejandro Ullúa

Periodista crítico de televisión.

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