Alto, atlético, dueño de una natural elegancia y un bello rostro sin tiempo, el actor y músico Rodrigo Guirao no pasa desapercibido cuando entra al bar palermitano donde se reúne a charlar con NOTICIAS. Desde hace más de una década está en constante movimiento porque divide su tiempo laboral entre la Argentina, Italia, España y México. Es que, tras sus primeros pasos en la televisión local, inició un periplo internacional que no se detiene. Arrancó con la serie italiana de época “Terra ribelle”, producida por la RAI, donde interpretó el personaje protagónico de Andrea. Le siguió su primera incursión en España, donde debutó en la miniserie “Bienvenidos al Lolita”. Más tarde, la telenovela “Señora Acero” filmada en México, a la que se sumó “Rubí”, una producción de Televisa. Sin olvidar su presencia en la película española “Solo química” y la hondureña “Un lugar en el Caribe”, entre otros títulos, aquí y allá.
Ahora está de regreso de los Estados Unidos, donde grabó “Juego de mentiras”, un envío que actualmente emite Telemundo, para acompañar el estreno del film “Humo bajo el agua”, el próximo jueves 20 de abril.
Escrita y dirigida por los cineastas Julio Midú y Fabio Junco, ofrece una singular mirada al amor y a la amistad masculina. Aborda las historias de Julián, interpretado por Mariano Martínez, un peón de estancia, y de Patricio, a cargo de Rodrigo, el hijo del patrón, quienes se reencuentran en el campo que los vio nacer. El paso del tiempo y estar frente a frente, les hará darse cuenta de que aquel afecto de niños se ha transformado en un sentimiento indomable. Cuenta con la participación especial de Luis Brandoni, y se sitúa en un histórico momento de nuestro país, la recuperación de la democracia a mediados de los ochenta.
Noticias: ¿Cómo se involucró en esta película nacional?
Rodrigo Guirao: Me llamó la actriz Mimí Ardú, querida colega con quien habíamos trabajado en una novela y nos llevamos muy bien, para decirme que Julio y Fabio, los directores, tenían encaminado el proyecto, ella sería parte y buscaban a un actor para mi personaje. Les había hablado de mí, y por eso me pidió el link de “Hasta que me desates” una película argentina de Tamara Garateguy donde actué, bastante fuerte y jugada. Se los pasó, les gustó, me escribieron y después me hicieron llegar el guión. Lo comencé a leer en las playas de Tulum, ya que tenía una semana de vacaciones, tras haber hecho unas fotos en Ciudad de México. Creo que, a mitad de la lectura, les dije que sí porque me pareció una bellísima historia de amor.
Noticias: ¿Por qué era importante para usted contar esta historia?
Guirao: Por muchas razones. Primero me conmovió y emocionó de forma profunda. Hacía mucho que no me pasaba algo así. Anteriormente, ya me habían propuesto narrar historias de amor entre dos hombres, pero eran para televisión y no se concretaron, o se situaban en el contexto de telenovelas o de comedias, y esto último no me interesó. Segundo, porque es cine y realmente me apasiona hacerlo. El cine te brinda una maravillosa calidad de tiempo para trabajar. Siempre voy a leer de otra manera todo lo que sea en lenguaje cinematográfico. Tercero, porque cuando charlé con los directores, que son personas extremadamente sensibles y abiertas, también responsables del guión, sentí que querían que estuviera en la película, lo cual me dio mucha confianza. Es decir, dependía de mí involucrarme y no tenía que convencer a nadie. En mi trabajo es muy tranquilizador no tener que demostrar lo que uno puede dar.
Noticias: ¿Cómo describiría a su personaje?
Guirao: Alguien que cuando regresa al lugar donde se crió, en el campo argentino, no sólo se reencuentra con todo lo que había dejado atrás y a su amigo de la infancia, sino que descubre quién era y quién es. Está casado y tiene dos hijos, vive en Europa, pero arrastra la culpa por no haber acompañado al padre en su lecho de muerte. Siente que perdió el tiempo y vivió una vida que le impusieron y no eligió. En una época, la de 1984, con el regreso de la democracia, que en muchos aspectos no es la misma de nuestros días.
Noticias: Con Mariano Martínez, ¿cómo abordaron el intenso vínculo de sus personajes?
Guirao: Nos llevamos bárbaro de entrada, hasta nos hicimos amigos. Esto ayudó muchísimo porque interpretamos a dos personajes de la misma edad que se crían juntos. Los directores nos advirtieron que creían en lo espontáneo, por eso iban a hacer muy pocas tomas de cada escena y sí muchos planos secuencias. No querían manipular en la edición los riesgos que tomáramos como actores. En ese sentido, Mariano es un tipo generoso y disciplinado, hacía tiempo que tenía ganas de trabajar con él. La primera escena que rodamos fue la más difícil, que es el reencuentro de los personajes y en la que se plantea el conflicto. Además, filmamos en plena pandemia, cuando todo el equipo debía hisoparse a diario, usar barbijos constantemente y conseguir permisos para viajar hasta la locación, que fue en Saladillo, una hermosa ciudad de la provincia de Buenos Aires.
Noticias: Hace tiempo que el cine habla del amor homosexual, no sólo con la ya icónica “Secreto en la montaña” (Brokeback Mountain). Pero, sobre la base que usted trabaja en el ámbito artístico internacional, ¿cree que el arte audiovisual acompaña de manera continua el avance en la conquista de los derechos de la comunidad LGTBIQ+?
Guirao: Creo que se inició un camino y se ganó muchísimo, pero todavía falta recorrer. Hoy acabo de leer una noticia que, en Uganda, por ley, votaron una pena de muerte para relaciones homosexuales. ¡Esto ocurre en 2023! Entonces siento que nada es suficiente para modificar la mentalidad y las costumbres que tienen siglos de vida. Creo que en estos momentos y con esta película y personaje, yo también seré termómetro de situaciones de miedo, odio, incomodidad o desconfianza. El otro día, cuando subí el poster a mis redes, de cientos de comentarios, había una veintena con palabras discriminatorias horribles. Es cierto que es una minoría y uno, a veces, le llama más la atención ese aspecto negativo cargado de prejuicios. Sin embargo, había muchas reacciones que repudiaban esas expresiones. Quiero decir que avanzamos en la conquista de una sociedad más equitativa, pero no podemos olvidar lo que todavía hay latente. Recuerdo al chico de Galicia, en España, al que hace dos años lo mataron al grito de “maricón”.
Noticias: ¿Cómo es su relación con las redes sociales?
Guirao: Trato de tener una cuenta en todas las aplicaciones que se ponen de moda porque si no entro yo, puede entrar alguien que suplanta mi identidad. Tengo que verificar una cuenta para que no lo haga otra persona. Pero a mi me cuesta un poco. Soy de los que se tuvo que adaptar, entenderlas, surfearlas para convivir con ellas, sacarle algún provecho para mi trabajo. Por ejemplo, gracias a las redes puedo decir dónde estoy trabajando o viviendo porque me sucedió que en la Argentina creían que estaba en Italia, en Italia pensaban que estaba en la Argentina y en México no sabían dónde. De hecho, alguna vez me cruzaron en la calle y me preguntaron: “Che, ¿ahora te dedicas a otra cosa?” (risas). Pero lo más importante es que, en las redes, pude mostrar mi pasión: yo soy músico antes que ser actor.
Noticias: Es verdad, me enteré por sus posteos donde se lo ve tocando y cantando en un bar de Chicago.
Guirao: Es que en las primeras entrevistas como actor, cuando contaba que era músico, no ahondaban en esa faceta, quizás porque no la veían relevante. De hecho, cuando decía que iba tocar música, que ya lo hacía desde antes de iniciar mi carrera actoral, me miraban extrañados. Aprendí a tocar teclados a los 11 años y la guitarra a los 16. Me imaginaba músico.
Noticias: ¿Y cuándo decidió dedicarse a la música con más asiduidad?
Guirao: En un momento que estaba muy bien a nivel laboral, sentí que me faltaba algo. También pensé que era desagradecido porque tenía continuidad y había soñado con este presente. Un día me crucé en un rodaje con un muchacho de mi edad que se llama como yo, y me contó que era músico. Hacía la misma música: blues, rock, funk, y soul. Le pedí que me avisara cuando ensayaran, y volví a agarrar la guitarra. A partir de que salió la primera fecha, me cambió todo. Creo que la música es mi equilibrio artístico, creativo y emocional que se balancea con mi carrera interpretativa. Saber que tengo un show, tengo que sacar temas nuevos y subirme a un escenario para cantar y tocar me produce una satisfacción enorme y en muchos sentidos.
Noticias: ¿Cómo está afectiva y personalmente?
Guirao: Estoy soltero y vivo solo. Cuando tengo tiempo libre, me gusta buscar guitarras usadas, desarmarlas, rearmarlas y cambiarles partes. Me doy bastante maña arreglándolas. Así que nunca me aburro.
Comentarios