Simple, rápido, más barato y con menor probabilidad de fraude. La boleta única que los argentinos usan en el extranjero hacen que el sistema sea más fácil y confiable, mientras el debate acerca de su uso en Argentina sigue latente.
El “voto de electores residentes en el exterior” es una página donde están juntas las dos boletas para elegir presidente y vice. Abajo se ve, a la izquierda a Sergio Massa, a la derecha a Javier Milei. Fotos de ambos candidatos y un casillero para marcar.
“Menos gasto, menor impacto ambiental, mayor transparencia”, opinó el dirigente de Juntos por el Cambio Diego Valenzuela. Y completó: “Ojalá el año que viene nos animemos a cambiar esto y a votar con boleta única en 2025”. Desde algunas cuentas que militan por La Libertad Avanza también pidieron ir hacia ese sistema.
En el país, mientras tanto, uno de los principales inconvenientes que se debaten es acerca del posible faltante o adulteración de boletas. De hecho, en las primeras horas del comicios detuvieron a un adolescente de 16 años en Parque Patricios que había robado boletas de Javier Milei de un cuarto oscuro, según contó la jueza electoral federal María Servini.
Viaje.
Cada una de las historias de los argentinos que viven en el exterior son particulares. Pero en redes llamó la atención lo que contó Mariel Schaab, quien reside en Países Bajos. La mujer debió hacer todo una travesía para llegar al Consulado Argentino en La Haya a emitir su sufragio.
“Primer tramo en bici, segundo tramo en taxi, tercer tramo en tres trenes y cuarto tramo en tranvía”, contó la mujer que hizo 132 kilómetros desde su casa a La Haya.
Luego, reveló el por qué del problema: “El Gobierno de Alberto Fernández nos sacó el ‘voto por correo’ pero no hay nada que nos incentive más que ejercer nuestro Derecho Democrático y Constitucional a votar por un futuro mejor para nuestro país”.
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