Saturday 18 de May, 2024

POLíTICA | 05-05-2024 09:24

Diana Mondino y los palitos chinos

La canciller viajó para desarmar el conflicto de Milei con el gigante asiático. Swap y represas. El chiste desubicado.

El objetivo era bajar tensiones. La canciller Diana Mondino debió recorrer los 19 mil kilómetros que separan a Buenos Aires de Pekín para buscar cierto alivio en una relación diplomática que el Presidente se ocupó de dejar al borde de la ruptura.

Junto a una delegación que incluyó funcionarios económicos, de finanzas y empresarios, Mondino buscó afianzar la relación comercial con el régimen asiático y promover inversiones en el país. Finalizó la gira con un encuentro bilateral con el canciller de Xi Jinping, lo que desde el ministerio calificaron como un “éxito”. Sin embargo, la desconfianza no se disipó. Las dudas aún flotan: con su alineamiento explícito a Estados Unidos, Javier Milei no esconde sus críticas al gigante asiático. Fue feroz en campaña y lo moderó en estos primeros meses de gestión, pero en el Gobierno creen que, en cualquier momento, podría volver a tensar la cuerda.

La expedición de Mondino. 

Tanto como los constantes agravios al régimen comunista, en China preocupa la paralización de las obras de represas en el sur argentino, que Milei suspendió en el inició de su mandato. También la inspección que el Presidente solicitó a la base asiática en Neuquén, para ver si realmente era científica o tenía algún objetivo adicional que pudiese comprometer la seguridad nacional. Y por supuesto, el chiste de mal gusto que la Canciller hizo tras su paso por Asia, cuando le preguntaron por la auditoría: "Nadie detectó personal militar allí; son chinos, son todos iguales'', dijo. Luego intentó explicarse vágamente.
Para el país, la gira tenía un eje específico: la preocupación principal era lograr la renovación del swap de monedas, cuyo próximo vencimiento equivale a casi 5 mil millones de dólares, claves para no asfixiar las reservas del Banco Central.

En Cancillería admiten que hay diferencias, pero que “son respetables”. Y que más allá del viaje, se abre ahora una línea de trabajo para mejorar el intercambio económico y comercial. Todo eso, admiten por lo bajo, si Milei no vuelve a cometer exabruptos.

El Presidente adoptó un tono “pragmático” en sus declaraciones con respecto al régimen comunista: “Somos liberales, si alguien quiere hacer transacciones con China lo puede hacer”, dijo en una entrevista con la agencia internacional Bloomberg. Pero en el mundo de la diplomacia no se olvidan fácilmente sus dichos en campaña, donde llegó a decir incluso que podría romper relaciones con el gigante asiático.

A pesar de que la gira de tres días trajo alivio para las relaciones bilaterales, el manto de dudas persiste. China sigue mirando con desconfianza a Milei.

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Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

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