Un árbol de Navidad atípico, cargado de ironía y denuncia, se volvió viral en las redes sociales en la previa de las fiestas. Fue armado por trabajadores del Conicet como una forma simbólica de visibilizar el desfinanciamiento del sistema científico y los recortes presupuestarios que atraviesa el sector durante 2025.
Lejos de las decoraciones tradicionales, el “arbolito” fue intervenido con consignas, carteles y mensajes críticos que apuntan directamente contra el ajuste en ciencia y tecnología. En la punta, donde suele colocarse la estrella, se destacó una figura provocadora que rápidamente captó la atención en redes y medios, reforzando el tono irónico de la protesta y potenciando su circulación digital.
La intervención buscó resumir, en clave navideña, una situación que los investigadores describen como límite. Entre los mensajes que acompañaron el árbol se advirtió que durante 2025 el sistema perdió, en promedio, un científico por día en la CNEA, como consecuencia de renuncias, retiros y la falta de incorporación de nuevos recursos humanos. A eso se suma un dato central: el sector científico acumuló una pérdida del 56% del poder adquisitivo, producto de la inflación y la falta de recomposición salarial.
El reclamo también puso el foco en el futuro inmediato. Según denunciaron los trabajadores, el proyecto de presupuesto 2026 no contempla aumentos para ciencia y técnica, lo que alimenta la preocupación por una profundización del deterioro del sistema, la paralización de líneas de investigación y la fuga de profesionales altamente calificados.
La viralización del árbol navideño transformó una postal festiva en una herramienta de protesta política y social. Con humor ácido y símbolos fácilmente reconocibles, la escena condensó una advertencia clara: detrás de la decoración y las luces, el sistema científico argentino atraviesa una de sus etapas más críticas, con impacto directo en el desarrollo, la innovación y el futuro del país.














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