La agenda del último mes de Mauricio Macri estuvo apretada: paddle, bridge y viajes por América y Europa, con un ojo puesto en la campaña de Andrés Ibarra en Boca y con poca presencia en la interna presidencial de Juntos Por el Cambio. Para ser más gráficos: el pasado 24 de junio, día del cierre de listas, tal vez uno de los momentos más intensos en la vida de cualquier actor político, el ex presidente se fue a jugar al paddle a Nordelta, junto a su amigo Lisandro Borges.
Tal vez por decisión propia o por recomendación de sus asesores, Macri decidió mantenerse alejado de la conversación pública. Su última intervención había sido en los días previos al cierre de alianzas, impugnando el ingreso del cordobés Juan Schiaretti a Juntos Por el Cambio. Luego se guardó y volvió a aparecer para apoyar a Carolina Losada en la interna de Santa Fe y a Rodrigo De Loredo en la elección de Córdoba capital. Ambos perdieron.
En la primera semana de julio voló a Belice, en Centroamérica, donde se reunió con el primer ministro local John Briceño. Viajó en calidad de presidente de la Fundación FIFA para coordinar la puesta en marcha de un programa educativo en conjunto con la Federación de Fútbol de aquel país. Al parecer, el encargado de la tarea será el ex ministro de Educación bonaerense Gabriel Sánchez Zinny, colaborador de Macri en temas educativos. La visita fue calificada por los medios beliceños como una “vigorosa asociación internacional”.
Luego de dejar Belmopán, capital de Belice, el ex presidente viajó a Europa para continuar con su agenda de la Fundación FIFA compartida con días de descanso a los que se sumó su esposa Juliana Awada. Una parada obligada fue París, donde se alojaron en la casa de Bruno Barbier, el ex marido de Awada y padre de su hija Valentina, que vive en Madrid, por lo que se estima que también pasaron unos días en la capital española. Cerca del ex presidente sugirieron que el periplo por Europa estaba vinculado con una intensa agenda de la Fundación FIFA en diferentes países. Coincidió también con las vacaciones de verano europeas.
Torneo
Los demás ratos libres que está teniendo el ex presidente en estás últimas semanas están enfocados en entrenar para el mundial de Bridge que se realizará en Marrakech, Marruecos, del 20 de agosto al 2 de septiembre. Es decir que luego de las PASO, pase lo que pase, ya tiene la agenda tomada.
El equipo de Macri estará compuesto por algunos jugadores que estuvieron con él en el 2022 en el Mundial que se jugó en Salsomaggiore, en Italia, y otros nuevos. Ellos son: Héctor Camberos, Walter Fornasari, Pablo Lambardi, Ernesto Muzzio, Luis Palazzo y Ezequiel Viejobueno como capitán, aunque no juega. Va a mirar y colaborar. Una rareza. La coach del equipo se llama Debra Hyatt.
Al igual que en la edición anterior, el ex presidente será parte del equipo argentino en la categoría senior, que el año pasado terminó en el puesto 12.
Uno de los temas que más ocupa a Macri -y en el que logró un acercamiento con Horacio Rodríguez Larreta- son las elecciones en Boca Juniors. Está trabajando para que Andrés Ibarra, su ex ministro de Modernización, sea presidente del club que él presidió en las segunda parte de los ‘90. El punto más complejo de esta elección es que compite contra Juan Román Riquelme, el ídolo máximo de la historia del club de la Ribera. En la cena de presentación de la candidatura de Ibarra, Rodríguez Larreta colaboró con la logística y difusión del evento, envió a colaboradores para participar de la comida y hasta habría pedido a algunos empresarios amigos que hagan aportes de campaña comprando mesas.
El rol que tendrá Macri en los días previos y posteriores a las PASO es incierto. Fue uno de los máximos padrinos de Patricia Bullrich. Aportó armado político, le pidió a amigos y empresarios que colaboren con fondos para financiar la campaña y hasta bombardeó las iniciativas de Rodríguez Larreta. Pero ahora volvió al descanso.
El lugar donde está más activo es en Twitter. Allí, hace diez días compartió una columna del periodista Jorge Fernández Díaz, titulada: “Sin consenso no hay cambio, sin conflicto tampoco”. Una línea similar a la que Macri escribió en su libro “Para qué”, en el que sostiene que las reformas de leyes vendrán acompañadas de conflicto.
En su cuenta de Twitter, Macri también reveló uno de los temas que más lo preocupó en el último mes: la salud de su nieto. “Ayer volvió a su casa mi nieto Alfredo después de 48 horas iniciales muy críticas y tres semanas de recuperación. No alcanzan las palabras para agradecer el trabajo de todos los profesionales del Sanatorio de la Trinidad de San Isidro que lo cuidaron cada día de su internación con tanto amor y dedicación. Jamás olvidaremos lo que hicieron por Alfredo y por la felicidad que significa su salud para toda nuestra familia”, escribió. Según pudo saber esta revista, el hijo de su hija Gimena con el artista plástico Pablo Siquier pasó una crisis respiratoria grave que lo mantuvo internado más de tres semanas. El ex presidente siguió la situación desde Europa. En Buenos Aires lo siguió de cerca la madre de Gimena, Ivonne Bordeu. Por suerte, salió todo bien.
Comentarios