La reacción de la Unión Cívica Radical (UCR) ante el nombramiento del teniente general Carlos Alberto Presti como ministro de Defensa por parte del gobierno de Javier Milei fue inmediata y tajante. El centenario partido y el radicalismo de La Plata, en particular, denunció que se trata de “un retroceso institucional profundo” y advirtió sobre el riesgo que implica llevar a un militar en actividad al frente de una cartera estratégica.
En redes sociales, el presidente e la UCR La Plata, Pablo Nicoletti, posteó: "Siento un absoluto rechazo a la designación de un militar como Ministro de Defensa". "Las últimas veces que un militar ocupó Defensa fueron las dictaduras de Videla y Viola, con violaciones masivas a los DD.HH. y decisiones que casi nos llevan a una guerra con Chile. Desde 1983, ningún gobierno democrático había cruzado ese límite. Hasta hoy", señaló el dirigente, compartiendo una imagen del presidente Milei junto con el flamante ministro en blanco y negro.

En paralelo, la Junta Central de la UCR platense emitió un comunicado en el que sostuvo que “la conducción política de la Defensa - así como la de la seguridad interior y la aviación civil - debe estar a cargo de autoridades civiles, sin excepción”. Para los radicales, la decisión de Milei rompe con un consenso democrático clave vigente desde el retorno a la democracia en 1983, y supone un “grave retroceso republicano” para el país.
Uno de los puntos más sensibles para la UCR es el pasado familiar de Presti. Su padre, el coronel Carlos Roque Presti, fue comandante del Regimiento de Infantería 7 de La Plata durante la dictadura cívico-militar (1976-1983). Organismos de derechos humanos de La Plata lo han señalado como responsable de diversos hechos graves: centros clandestinos de detención en la ciudad como el Área 113, “La Cacha”, Arana y la Comisaría 5ª funcionaron bajo su mando. También se citó su participación en el operativo en el que fue secuestrada Clara Anahí Mariani, nieta de Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.

Más allá del pasado de su progenitor, el radicalismo criticó duramente el hecho de que Presti hijo no haya pronunciado “una posición pública clara sobre los crímenes de la dictadura ni sobre las acusaciones contra su padre”: “un silencio institucionalmente grave”, afirmó Nicoletti y agregó: "La designación de Milei no es cambio: es un retroceso institucional profundo, especialmente doloroso para una ciudad como la nuestra, marcada por la memoria y los DD.HH. Una decisión injustificable y sin explicación posible".
En el movimiento fundado por Leandro N. Alem advierten que esta designación no es simplemente simbólica. Temen que designar a un militar activo al mando del Ministerio de Defensa socave los mecanismos de control civil sobre las Fuerzas Armadas y pueda favorecer “corporativismos discrecionales”, según sus propias palabras.
Desde el radicalismo platense la conclusión es que la llegada de Presti al gabinete no representa un avance, sino un retroceso institucional que modifica un pilar republicano. Una primacía civil sobre los militares que la UCR sostuvo desde la asunción presidencial de Raul Alfonsín, y lo mantuvo a lo largo de los años en un contexto sensible por la memoria de los crímenes del terrorismo de Estado.














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