“Este lugar es espectacular”, le dijo Mauricio Macri a los legisladores patagónicos que lo visitaron, a mediados de enero, en el country Cumelén de Villa La Angostura. En ese lugar, donde acaba de construir una casa compartida con la familia Awada, Macri siente una doble satisfacción. Por un lado, el placer de descansar frente al lago Nahuel Huapi con vista a la Cordillera de Los Andes, y por el otro, el regocijo íntimo por la peregrinación política que viaja en avión desde Buenos Aires hasta Bariloche y que luego tiene que hacer 80 kilómetros más en auto para visitarlo. Además de los legisladores patagónicos, tuvo dos encuentros con Horacio Rodríguez Larreta -uno de ellos no publicitado- y, al cierre de esta edición, estaba programado que el lunes 31 de enero lo visite Patricia Bullrich.
En la cabeza de Mauricio Macri giran diferentes reflexiones respecto de su presente político y del partido que creó tras la crisis del 2001. Todas ellas las fue compartiendo a lo largo de las últimas semanas en las diferentes charlas que NOTICIAS reconstruyó para esta nota.
Reproches de Macri
El jueves 20 de enero desayunó con Rodríguez Larreta, quien hacía dos días había llegado a Cumelén para descansar en la casa del ex ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo. Esa primera reunión fue tensa. Macri le reprochó a Larreta la falta de reconocimiento a su liderazgo y la nula defensa de su gestión como presidente cuando desde el gobierno de Alberto Fernández lo atacan, según relataron fuentes del PRO. Respecto de las presidenciales del próximo año, a Larreta le molesta que la discusión empiece tan temprano y que otros aspirantes como Patricia Bullrich ya se suban al ring, cuando falta más de un año.
En este terreno Macri tiene otro punto de vista, en parte apoyado por Marcos Peña. El ex presidente considera que los liderazgos actuales demandan una actitud más horizontal y no tan vertical como solía ser en la política clásica. Es decir, que tiene que aceptar la incorporación de otros competidores que quieran asumir ese rol de líder. En ese punto, su personalidad competitiva le provoca conflictos, porque todos los que se suben a la carrera presidencial crecieron bajo su tutela y le cuesta verlos despegar, dicen en su entorno. Las críticas que llegan desde sectores internos de la coalición él las repele con la pregunta: “¿Desde cuándo los patos le tiran a las escopetas?”.
El camino al 2023 será largo y Macri aún no tiene definido qué hará. La peregrinación de dirigentes provinciales, de Rodríguez Larreta y de Bullrich al Sur, así como la visita a su casa de Acassuso por parte de Gerardo Morales, tras haber sido elegido presidente de la UCR, lo ponen en un lugar de padrino de candidatos, que él disfruta. Sería el reconocimiento al liderazgo que le reclama a Rodríguez Larreta. Pero en su cabeza hay un escenario más: en charlas con amigos dice que si la crisis se profundiza, el descontento con el Gobierno puede ser mayor y ve una oportunidad para volver a ser presidente.
En su balance patagónico frente a los legisladores provinciales se refirió a sus inicios. “Yo arranqué como Milei. Cuando llegué a la política, venía de Boca y antes del mundo empresario. Y entré para combatir a la casta de ese momento, pero una vez que estás adentro te convertís en casta y el desafío está en entender que acá estamos para ser servidores públicos y no para convertirnos en emperadores”, dijo, y remarcó lo que para él fue un error gravísimo tras la victoria electoral del año pasado. “Dimos un espectáculo horrible. Después de haber ganado, la gente nos vio a los codazos, discutiendo candidaturas para el 2023 y peleando entre nosotros. Eso no puede volver a pasar”, reflexionó frente al lago Nahuel Huapi.
Esa mañana estaba de buen humor. Los legisladores llegaron diez minutos tarde y él los estaba esperando en la punta de la escalera del club house. Cuando los vio, miró su reloj y dijo: “Ya me robaron diez minutos, espero que la reunión sea productiva”. Y sonrió. Fue un momento incómodo porque algunos lo veían por primera vez, pero festejaron la humorada. Cuando entraron al club house, un mozo se les acercó para tomarles los pedidos y cada uno empezó. “Yo quiero un café con leche”, dijo uno. “A mí traeme un cortado”, dijo otro. Macri los interrumpió con una pequeña atención: “Esperen, esperen, que yo los esperaba con una picada”. Ya era mediodía y el ex presidente prefería comer salado. Los cafés fueron cambiados por gaseosas y agua. La picada era de ahumados típicos de la Patagonia: quesos, jamón de jabalí, ciervo y trucha.
En la reunión no se hablaron temas nacionales sino que Macri prefirió preguntar por la situación de cada provincia y recomendó que leyeran su libro “Primer Tiempo”, donde les dijo que había una autocrítica a su gestión. Entre otras cosas, que si volvían al Gobierno en el 2023 no tenían que ser “blandos” y que había que “hacer cambios importantes al principio de la gestión y sacar leyes lo más rápido posible”. Entre esos cambios drásticos se refirió a la reforma laboral.
Antes de despedirlos, les leyó una frase que le mandó el entrerriano Alfredo De Angeli por Whatsapp y que se le adjudicaba al ex presidente norteamericano Abraham Lincoln. El texto bien podría ser una descripción de la Argentina: “No puedes ayudar a los pobres destruyendo a los ricos. No puedes fortalecer al débil debilitando al fuerte. No puedes crear prosperidad desalentando el ahorro. No puedes levantar al asalariado destruyendo a quien lo contrata. No se puede promover la fraternidad del hombre incitando el odio de clases. No se puede formar el carácter y el valor mediante la eliminación de la iniciativa e independencia de las personas. No se puede ayudar a las personas de forma permanente haciendo por ellos lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos”.
Los legisladores, reflexivos, coincidieron con las palabras que acababa de leer el ex presidente. El único problema es que la frase no pertenecía a Lincoln sino a un líder religioso estadounidense llamado William Boetcker.
Al finalizar la reunión, el diputado provincial Alexander Malcolm Campbell se ofreció escribirle a Rodríguez Larreta para ver si estaba disponible para también tomar un café con los legisladores. El jefe de Gobierno porteño se acercó, a los cinco minutos, al club house donde todavía quedaba una tabla de quesos que había sobrado de la reunión con Macri. Según los testigos, Larreta devoró la bandeja sin mediar palabra. Los más fieles al ex presidente lo leyeron como una metáfora de la realidad PRO: el jefe de Gobierno porteño depende de lo que deje Macri.
En su charla, Larreta dejó clara la necesidad de hacer acuerdos y ampliar lo más posible la coalición. Puso como ejemplo al ex presidente Menem: “Hay que sumar a todos. En los '90, para privatizar YPF, Menem sentó en la mesa a Diego Ibáñez”, en referencia al líder sindical petrolero que acompañó la venta de la compañía nacional. La frase fue significativa, en medio del escándalo de la gestapo PRO para cazar sindicalistas.
En esa misma reunión, Larreta contó que al día siguiente iría a comer con Macri.
Hogar, dulce hogar
Mauricio Macri y Juliana Awada vacacionan en Cumelén desde el 2011, cuando fueron por primera vez, ya casados. La casa que siempre alquilaban pertenece a Jaime Fernández Madero y está frente a la costa del lago Nahuel Huapi. Pero este año estrenaron una nueva vivienda.
El terreno tiene una superficie de 4.500 metros cuadrados y está en la costa del lago, por lo que entra dentro de los terrenos más caros del country. Según estimaciones del mercado, un lote de esas características podría costar alrededor de 450 dólares el metro cuadrado, por lo que este valdría más de 2 millones de dólares. En cuanto a la edificación, en líneas generales se podría considerar austera. Es una construcción en seco y el revestimiento de las paredes está hecho con paneles sándwich de poliuretano. Este material es utilizado para aislar de las bajas temperaturas a las viviendas. Las ventanas, según especialistas consultados por esta revista, están hechas de aluminio anodizado negro con ruptor de puente térmico y doble vidrio, para también proteger la casa del frío y evitar la pérdida de calor del interior. Para construir la mansión hubo que desmontar una parte del terreno y además se plantaron árboles exóticos para decorar el jardín.
Para los techos se usó chapa negra, que es muy utilizada en las casas modernas de esa parte de la Patagonia. Es económica y funcional para la temporada de nieve.
La construcción estuvo a cargo del arquitecto Alberto Rossi, cuñado de Juliana, que se hizo célebre en los '90 porque estuvo al frente del proyecto para hacer La Rosadita de Anillaco, la residencia del fallecido ex presidente Menem. Rossi está casado con Zoraida Awada, la hermana de la ex primera dama. Ese nuevo hogar tiene un concepto conocido para el ex presidente. Es una vivienda colectiva que hizo en conjunto con su familia política. En el mismo lote hay dos casas. Allí también hizo su cabaña Delfina Rossi, la hija de Zoraida y el arquitecto Rossi, que también es madrina de Antonia. Delfina está casada con Nicolás Catena, familiar de los dueños de la célebre bodega Catena Zapata. El complejo tiene lugares comunes y amenities como la zona del quincho con parrilla.
Un concepto similar fue el que tuvo en mente Franco Macri cuando construyó el complejo Manantiales en Punta del Este, donde cada hijo tenía su propio departamento, o la Quinta Los Abrojos, donde estaban las casas de Franco y las de Sandra, Mauricio y Mariano. Hoy allí solo hacen uso de la quinta Mauricio y los hijos de la fallecida Sandra.
Moverse en manada con la familia es parte de lo que el ex presidente mamó en su casa. Este verano, por ejemplo, estuvo acompañado por su hija, la cineasta Agustina Macri, y su esposa, la diseñadora Bernarda Barreiro, hermana de la modelo Dolores Barreiro.
En estos días de verano, además de bajar a la playa, caminar por un muelle que tienen muy cerca de la casa y nadar en el lago, también salieron de paseo en el barco del empresario Martín Migoya, otro que tiene casa en Villa La Angostura. Migoya trabó una excelente relación con Mauricio, no solo por ser parte de la industria del software, que él apoyó durante su gobierno, sino también porque en febrero pasado el ex presidente armó una reunión con el titular de la FIFA, Gianni Infantino, para llevarle la idea de armar un Netflix de la organización. El responsable sería Migoya, presente en el encuentro. La reunión se hizo durante un viaje de Macri a Qatar en el contexto de su labor como presidente de la Fundación FIFA.
Las actividades de Macri no se reducen solo al descanso en Cumelén. El miércoles 26 hizo una escapada hasta Bariloche para jugar al golf en el country Arelauquen, donde tienen casa otras políticos como el ex ministro de economía Alfonso Prat Gay y el ex secretario de Seguridad Eugenio Burzaco. También el abogado Mauricio D’Alessandro, Lionel Messi, el empresario enemistado con Macri y dueño de C5N, Fabián De Sousa, y el abogado de Mauricio, Alejandro Pérez Chada, entre otros. Macri estuvo unas horas en el club house donde habló con algunos vecinos del lugar.
Por las noches, un plan antes de irse a dormir es jugar al bridge online porque se está preparando para un evento importante. El próximo 27 de marzo se juega el mundial de bridge en Salsomaggiore Terme, una ciudad de 20 mil habitantes al norte de Italia, en la provincia de Parma, y Macri será parte del equipo argentino en la categoría Senior. Sus compañeros de partida serán Héctor Camberos, Walter Fornasari, Pablo Lambardi y Carlos Lucena. El capitán del equipo se llama Marco Bertagnoni y la entrenadora es una ciudadana norteamericana, Debra “Debbie” Hyatt, según consta en la web oficial del torneo. Este mismo torneo lo jugó Franco Macri en 2007 en China. Allí su team quedó en el puesto 15. Mauricio tendrá que superar a su padre.
Futuro de Macri
El 2023 está en el horizonte y todo indica que este será un año intenso que tendrá a Macri como uno de los protagonistas de la vida pública. No solo por el devenir del PRO y sus aliados en Juntos Por el Cambio, sino también por el frente judicial que se le avecina en las diferentes causas por espionaje. También será un año importante en materia de vínculos internacionales. Se jugará el Mundial y él, como presidente de la Fundación FIFA, estará presente en Qatar, por lo que esa vidriera internacional podrá ser aprovechada para aceitar las relaciones con presidentes de otros países, algo que también le servirá para facturar hacia el interior de Juntos Por el Cambio, por la densidad de sus vínculos fuera del país.
Mientras descansa en Cumelén, Macri sigue esperando el momento para decidir qué hacer con su futuro. Lo único que pide es que todavía no lo jubilen. O en sus propias y descarnadas palabras: “No cometan parricidio”.
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