Tuesday 17 de September, 2024

POLíTICA | 11-09-2024 12:17

La mentira de la "pauta oficial cero" de Javier Milei

El Presidente incumplió su promesa de “pauta cero” y repartió casi $ 130 mil millones entre los medios amigos. La discriminación a Perfil y el rol de Santiago Caputo.

Javier Milei miente desde el día en que asumió. El 10 de diciembre pasado dijo que se terminaba, por un año, la publicidad oficial para los medios. “¿Queremos ser libres? Seamos libres en serio: pauta cero”, se envalentonó ante el Congreso para explicar que “no había plata” ni para dar a conocer los actos del Gobierno en la prensa. Pero aquella promesa duró un suspiro.

Ya a partir de enero, la pauta publicitaria del oficialismo se hizo presente en los medios –grandes y medianos– que lo acompañaron desde le día uno. Aunque no en aquellos que mantienen una mirada crítica y cumplen la función primordial del perdiodismo: investigar al poder. Entre ellos, NOTICIAS y los demás productos del Grupo Perfil.

Otra vez, como en los años del kirchnerismo, la publicidad oficial se utiliza para premiar a los amigos que aplauden y para discriminar y apretar a los medios que se atreven a hacer su trabajo. Lo de la “pauta cero” corre solo para los segundos. Para los aliados, el grifo se abrió.

Esta revista accedió a un informe de Kantar Ibope Media, la empresa dedicada a realizar mediciones de audiencia en los medios de comunicación. Los números son elocuentes. Aunque el Gobierno no pauta a través de Presidencia de la Nación, sí lo hace por intermedio de otros organismos estatales como Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Aerolíneas Argentinas y el Banco de la Nación. En total, de enero a junio, YPF lleva gastados más de 125 mil millones de pesos en pauta oficial, fundamentalmente en televisión. Aerolíneas y el Banco Nación son más modestos, pero también ayudan: 547 millones pautó la primera empresa y 539 millones la segunda. Sumando todo, el resultado arroja $ 126.505.339.992. 

No “pauta cero”, sino 126 mil millones. A los cuales se suman, además, los 100 mil millones de pesos de fondos reservados que, por decreto, el Presidente semanas atrás le inyectó a la SIDE, y sobre los cuales no debe rendir ninguna cuenta. Aquel decreto fue rechazado por Diputados y podría correr la misma suerte en el Senado, pero lo cierto es que ya se llevan gastados 80 mil millones de la cifra total. ¿En qué? La hipótesis más repetida en el círculo de la política y el de los medios habla de una nueva “cadena de la felicidad” para cooptar al periodismo, como sucedía, también, con Carlos Menem y los Kirchner. El término data de los años 90. “Pauta no cero” y fondos reservados conformarían, de ese modo, el combo con el que el Gobierno intenta mantener el control sobre la opinión pública.

Las cajas de Milei.

En YPF, la gran vaca lechera de los avisos estatales, trabaja Guillermo Garat, quien ostenta el cargo de vicepresidente de Relaciones Institucionales, Comunicación y Marketing. Es, además, un viejo conocido de Santiago Caputo, el asesor estrella de Milei que hace y deshace en materia de pauta oficial, maneja la relación con los medios y dirige la tropa de trolls libertarios en las redes sociales. Caputo y Garat fueron alumnos de Jaime Durán Barba, el gurú ecuatoriano de Mauricio Macri, al igual que un tercer amigo, Rodrigo Lugones. Los tres luego abrieron su propia consultora, Move, y hoy coniciden en el Gobierno. 

Los empresarios del rubro periodístico coinciden en que es Caputo el que distribuye “a dedo” la publicidad oficial entre los aliados mediáticos de La Libertad Avanza, y que su amigo Garat, desde YPF, simplemente ejecuta la orden. 

En el último mes medido por el informe antes citado de Kantar Ibope, julio, el número pegó un salto que alegró a los bendecidos por la pauta: de 76 mil millones de junio pasó a los 125 mil millones del mes siguiente. Otra cosa ocurrió en paralelo, y también en julio: el decreto presidencial de los 100 mil millones discrecionales para la SIDE, el organismo en que también se mueve a sus anchas el mismo Caputo. Fue él quien, con ayuda de su amigo Lugones, le dio forma al nuevo organigrama de la casa de los espías, le devolvió su nombre original y pidió esos fondos reservados imposibles de auditar. Julio fue, entonces, el mes en que la “cadena de la felicidad” terminó afianzándose. 

En Aerolíneas Argentinas y el Banco Nación, cajas que, en lo que va del año, distribuyeron más de 500 millones de publicidad oficial cada una, también señalan a Caputo como el que toma las decisiones. Llamativamente, también son dos reparticiones estatales que no dependen directamente de Presidencia. ¿Por qué el Gobierno terceriza la pauta a través de esas dependencias?

Un empresario de medios, que pide hablar off the record, tiene esta respuesta: “Con eso creen que zafan de tener que respetar los criterios de distribución de pauta oficial que fijó la Corte en el caso de ustedes. Como no la reparten vía Presidencia, creen que pueden hacer lo que quieran”.

El empresario se refiere al fallo de la Corte Suprema que sentó jurispridencia sobre el tema de la publicidad oficial y que conminó al gobierno kirchnerista a resarcir a Editorial Perfil por haberla discriminado desde un comienzo en el reparto de la pauta. Ese fallo, incumplido por el kirchnerismo, habla de igual pauta publicitaria a “medios análogos”, es decir, ninguno debe ser discriminado o tener menos avisos que otro medio del mismo rango. 

El plan que, en cambio, anuncian en el Gobierno para la distribución de la pauta oficial es solo publicar avisos en los medios de más audiencia. “Por ejemplo, los diez o los cinco primeros”, explica en off un funcionario que trabaja en el asunto. Pero eso choca de frente con lo que dictaminó la Corte en el caso Perfil.

No es, además, lo que está ocurriendo hoy. Porque los avisos son para grandes medios, pero también para pequeñas publicaciones que no entrarían en ese ranking. Por ejemplo, la revista Newsweek Argentina acaba de publicar una tapa reveladora: “El plan clave de YPF”, se titula.  El Grupo Perfil inició demandas judiciales contra el actual gobierno por este nuevo caso de discriminación en el reparto de la pauta.

Desde YPF, una de las empresas demandadas, la respuesta fue insólita: argumentaron que la petrolera no tenía que rendir cuentas sobre el criterio usado para distribuir su publicidad oficial porque se trata de “una empresa privada”. Increíble, pero real.

Hay una cuarta caja del Estado que se agregó en agosto, la de la AFIP, que gastará 1.500 millones de pesos mensuales en pauta oficial para su campaña sobre el blanqueo de capitales y que continuará, según estiman en el oficialismo, hasta marzo del año que viene. Todo suma. 

Los intermediarios de Milei para la pauta oficial.

Entre los empresarios de medios trascendió que el asesor Caputo actúa acompañado en el manejo de la pauta del Estado. Cuatro fuentes que hablaron para esta nota mencionan a la consultora Alejandra Rafuls como alguien que, de mínima, le acercó ideas y lo desasnó sobre los mecanismos del rubro. Los consultados aseguran que el asesoramiento es informal y que Rafuls se mueve cómoda en esa trastienda.

¿Qué dice ella? “Yo trabajo hace más de treinta años con el Sanatorio Güemes y conozco a Rodrigo Lugones de muy chiquito. No estoy contratada por el Gobierno, pero jamás le negaría una consulta”. 

La mención de Lugones, el socio de Caputo, no es casual. Lugones padre, Mario, es el hombre fuerte del Sanatorio Güemes y también del actual Ministerio de Salud. De ahí viene la relación de ella con Caputo: Lugones hijo, como se dijo, trabaja codo a codo con el asesor estrella de Milei. 

Fuera de grabador, a su lado agregan que conoció a Caputo, pero que hace algunas semanas ya no habla con él. “Alguna vez Caputo le hizo una consulta o le pidió opinión sobre algún tema. Pero que ella no trabaja para el Gobierno”, dice un allegado a la mujer.

Rafuls, una consultora conocida en los años del menemismo, en los que defendió, entre otros, al entonces polémico titular del PAMI, Víctor Alderete, tiene un vínculo de larga data con el histórico operador radical Enrique “Coti” Nosiglia, uno de los dueños del Sanatorio Güemes al que ella le hace prensa. Lugones padre, Mario, el gran influyente del Ministerio de Salud, también responde al “Coti”. Y como no podía haber dos sin tres, en la Secretaría de Estrategia Nacional del Gobierno aparece otro aliado del operador radical, José Luis Vila, quien ayudó a Caputo en su tarea de reformatear la SIDE. En esa misión, aseguran, también participó Rafuls.

¿Significa que Nosiglia está de vuelta? Cerca del radical desestiman la hipótesis y explican que ahora sus alumnos, ya crecidos, se mueven con autonomía. “Es cierto que 'El Coti' los formó, pero ya son grandes”, explica un amigo del operador. 

En el sitio La Política Online también se habló del papel de Rafuls junto a Caputo. Según ese medio, ella recurre a los hermanos Jorge y Tomás Noguer, propietarios de la consultora Tonal, para tercerizar la distribución de la pauta oficial digitada por Caputo. Los intermediarios para este tipo de maniobras cobran una comisión que ronda el 15 por ciento, pero que puede ser incluso superior.¿Para qué esa tercerización si el Gobierno ya tiene a Télam como agente de distribución de la publicidad? Si la agencia de noticias no se cerró por completo fue justamente para mantenerla en ese rol.

Hay sospechas y acusaciones entre los empresarios de medios. ¿Dónde terminan realmente esas comisiones que deben pagar ellos?

Tonal contestó por escrito lo siguiente ante la pregunta de esta revista: “Nosotros no manejamos la pauta de YPF, Aerolíneas Argentinas o Banco Nación. Una parte de nuestra actividad es representar comercialmente a medios de comunicación que nos autorizan a hacerlo, para vender sus espacios publicitarios para clientes del sector privado y público, como lo hemos hecho desde 1971”. La respuesta la hicieron llegar vía Rafuls, que es amiga de los hermanos Noguer. 

Es un “sí, pero no”. Tonal en las formas no aparece contratada por el Estado, sino por los medios interesados en obtener la pauta. Pero, de una u otra forma, está. Radio Mitre, por dar un ejemplo, es alguno de sus principales clientes.

Un empresario del rubro pide anonimato para detallar el modus operandi: “A los medios, estos intermediarios les venden que tienen la representación de tal o cual organismo del Estado para poner pauta. Si el medio quiere la publicidad, los tiene que contratar a ellos”.

Por último, en el ambiente de los medios del interior, el intermediario que suena fuerte es AB Comunicaciones Los Césares, la consultora comandada por Carlos Azzariti. En este caso, la tercerización y las comisiones que ella genera se las atribuyen al secretario de Prensa del Gobierno, Eduardo Serenellini.

El consultor Azzariti no respondió los mensajes de esta revista. Serenellini solo contestó: “El tema pauta no corresponde a mi secretaría”. 

Azzariti trabaja en el área de Comercialización de Página/12 –un curioso caso de un medio que, a pesar de sus críticas al Gobierno, tiene pauta oficial– y además es miembro de la junta de directores de la asociación Adepa. Ante las insistentes versiones que señalaban que el consultor se arrogaba la representación de los medios del interior con el aval de esa institución periodística, Adepa publicó un comunicado interno para alertar a sus socios. Se lee allí: “Ante consultas recibidas en nuestra entidad, informamos que Adepa no tiene relación comercial con agencias de comunicación que se dedican a gestionar publicidad de empresas públicas o privadas para la industria de medios”.

La obsesión del Presidente.

Milei ya explicitó que tiene una cuestión personal con Jorge Fontevecchia y Perfil. En sus brulotes en las redes suele tratar de “Tinturelli” al fundador de NOTICIAS, y en un reportaje con Alejandro Fantino pronosticó que “ahora, como no tiene pauta, va a la quiebra, ¡qué bueno!”. 

Fontevecchia le respondió a Milei en su programa radial. “Mire, Presidente. No pudo quebrarnos la dictadura militar. No pudo quebrarnos Menem en el momento de los 30 juicios y el asesinato de José Luis Cabezas. No pudo quebrarnos Néstor Kirchner poniendo cero de publicidad oficial. Tampoco va a poder usted”.

La enumeración sirve para mostrar que la discriminación con la publicidad oficial es un tema que viene de lejos. En la llamada Era K, desde el primer día NOTICIAS y los demás medios de la editorial fueron marginados en la distribución de la pauta por la simple pretensión de seguir haciendo periodismo y no propaganda, como quieren los oficialismos de turno. El secretario de Medios del gobierno de Néstor Kirchner, Enrique Albistur, llegó al extremo de iniciarles demandas penales a periodistas de esta revista pidiendo su prisión. ¿El motivo? Haberlo investigado a él y al millonario y discrecional sistema de pagos y retornos que los K habían montado a partir de la caja de los avisos del Estado. 

Ese juicio quedó en la nada, así como otro, el que Perfil le inició a aquel gobierno, sí terminó en el fallo de la Corte Suprema que terminó dándole la razón a la editorial e intimando al Estado a resarcirla por los años de discriminación y apriete.

Ahora, otra vez, un gobierno vuelve a usar la publicidad oficial como método de premios y castigos, como garrote y zanahoria.  Las viejas mañas nunca mueren.

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Franco Lindner

Franco Lindner

Editor de Política, columnista de Radio Perfil y autor de "Fernández & Fernández" (Planeta).

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