Pilar Ramírez se convirtió en una de las figuras más influyentes del círculo político de Karina Milei. Poco conocida fuera del ecosistema libertario hasta 2024, hoy es una operadora clave en el armado porteño de La Libertad Avanza y una de las arquitectas del desplazamiento de Ramiro Marra en la Legislatura de la Ciudad. Legisladora porteña y cuadro de máxima confianza de la hermana del Presidente, Ramírez pasó en un año de ser una funcionaria de bajo perfil a ocupar un rol decisivo en el diseño del poder libertario en CABA.
Casada con Darío Wasserman, empresario inmobiliario y directivo del Banco Nación, Ramírez combina vínculos técnicos con ascendencia política. Su pasado, sin embargo, se volvió tema de debate cuando comenzaron a circular imágenes que la vinculaban a La Cámpora. En una entrevista con Paulino Rodrigues, el periodista la interpeló directamente: “¿Usted fue camporista y kirchnerista?”, mientras mostraba supuestas fotos donde se la veía con una remera de la agrupación. Ramírez negó de forma enfática: “Yo, ante todo, soy una mujer que ha trabajado mucho”, respondió, y al ver las imágenes afirmó: “La de la foto no soy yo”.
El episodio no terminó ahí. Horas después, Ramírez publicó en su cuenta de X el recorte del reportaje acompañado por la frase: “Fin de la fake news, abrazo”, reforzando su desmentida pública. Ya antes había aclarado en LN+ que “jamás milité en La Cámpora” y que su paso por Aerolíneas Argentinas durante la gestión de Mariano Recalde fue estrictamente laboral.
Según Perfil, su ascenso dentro del mileísmo coincidió con el crecimiento del poder político de Karina Milei: fue ella quien reordenó el bloque libertario porteño, negoció candidaturas y terminó desplazando a Marra del control legislativo. Además destaca además su incorporación a la mesa nacional de LLA, donde se volvió una figura indispensable para la articulación interna del oficialismo.
Con experiencia estatal previa, vínculos empresariales y una negación rotunda de cualquier pasado camporista, Ramírez encarna el nuevo prototipo de operadora del mileísmo: discreta, leal y estratégica, la figura que hoy traduce la voluntad de Karina Milei en cada mesa política.














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