Allá por el 2005, cuando el joven chef Nicolás Díaz Martini trabajaba en Sucre con Fernando Trocca, conoció la cocina nórdica. Hubo un menú a cargo Isidoro Dillon, precursor de este tipo de cocina en la Argentina, y sus preparaciones deslumbraron a Díaz Martini. Desde entonces, decidió profundizar en las técnicas de este tipo de cocina, incluso enseñandolas en las clases de su proyecto a puertas cerradas, Fuego. Cuando llegó la oportunidad de abrir su propio restaurante, vio un nicho disponible en la ciudad: no había propuestas de este tipo (más allá de los clubes de las colectividades) y se animó a traer a la escena la cocina nórdica.
Lo interesante de esta cocina es que trabaja con técnicas ancestrales, transmitidas entre generaciones desde el tiempo de los vikingos. Ahumados, curados y otros métodos que en su momento se empleaban para la conservación, resultan en una sabrosa fuente de umami. No faltan los célebres smørrebrød, unos sandwiches abiertos de pan de centeno con distintos ingredientes. El de trucha ahumada y chutney de peras y el de rullepølse (arrollado de cerdo de origen danés) con mayonesa de estragón y pickles son los más tentadores de la carta.
Entre los principales se destacan el köttbullar, el plato nacional sueco, un guisado de carne o cerdo cocinados en un curry de hinojos con repollo encurtido; el hot dog de pesca ahumada y almejas, hongos, salsa de queso azul danés y pepinos en conserva, una idea original pero no para todos dada la potencia de su sabor marítimo; y el karry de coliflor, manzana y leche de coco, una versión nórdica del curry pero con una particular combinación de especias, que incluye canela, cardomo, semillas de hinojo (los sabores anisado son propios de este tipo de cocina) además de eneldo fresco. Entre los postres recomendamos el crumble con texturas de manzana, crema de anís y espuma de Aquavit, un destilado típico que elaboran en la casa con especias como kumel, eneldo, cardamomo y canela (también para llevar).
También para llevar hay salmón gravlax, salmón ahumado, y lachas a la mostaza. Sabores nuevos e interesantes, para disfutar en casa.
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