Los Oscar 2021 se celebrarán el próximo 25 de abril, y las predicciones sobre los ganadores en las distintas categorías son este año un tema secundario. La ceremonia viene a cerrar -idealmente- un capítulo muy difícil para la industria cinematográfica: desde la clausura de producciones a la readaptación de Hollywood y las salas para sobrevibir a la pandemia.
Sumado a los cambios que se impuso la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para volverse drásticamente más diversa, estos premios son de lo más esperado este año, porque marcarán definitivamente un nuevo rumbo para el entretenimiento audiovisual.
El show. La principal preocupación de los productores del show de los Oscar ha sido evitar la virtualidad. Y se enfrentaron al rechazo de talentos y publicistas cuando anunciaron que Zoom no sería una opción para asistir a los premios, que se llevarán a cabo en el Union Station en Los Ángeles.
Los Globos de Oro y los Critics Choice Awards fueron un desastre, con fallas en las transmisiones y cortes de audio. Y los Oscar no quisieron repetir la experiencia: es ilógico de todos modos que no hayan podido resolverlo, las cadenas de noticias sacan por ese medio a expertos y periodistas a diario.
Pero la Academia confía en el equipo que tiene a cargo de la ceremonia: Steven Soderbergh, Jesse Collins y Stacey Sher. Soderbergh ganó un Oscar por “Traffic” (2001), y fue una de las figuras que ayudó a crear los protocolos que mantuvieron a Hollywood filmando en medio de la pandemia. Collins estuvo a cargo del armado del Super Bowl y los Grammy, que fue de todos los shows de premios en vivo hasta ahora, el claro sobresaliente.
Y el director de la transmisión, Glenn Weiss, manejó el show en la toma de posesión del presidente Joe Biden. Los tres aseguran que la seguridad está cubierta en los Oscar: la Academia requiere dos pruebas COVID previas al espectáculo, y ha contratado un laboratorio para que se encargue de todas las pruebas. A quienes viajan desde el exterior se les exige que hayan hecho 15 días previos de cuarentena. Y muchos de los invitados arribaron a Los Angeles el 1 de abril siguiendo las recomendaciones extremas de la organización.
La audiencia. El equipo de producción promete un espectáculo cinematográfico rindiendo homenaje a un arte que quiere demostrar que no perecerá con la crisis, aunque la ceremonia del Oscar viene experimentando una baja de audiencia sostenida año a año. De todos modos, los Oscar se televisarán en vivo en más de 225 países de todo el mundo el 25 de abril, lo que no es poca cosa. Pero seguramente lejos esté de las cifras de 1998, cuando con "Titanic" arrasando en los premios (se llevó 11 estatuillas) lo vieron 57 millones de espectadores.
La ceremonia de 2020, que otorgó a "Parasite" la distinción mayor, redujo la audiencia a 23,6 millones. Pero fueron los Globos de Oro de este año, que obtuvieron la pésima cifra de 6,9 millones de espectadores, con una marcada disminución respecto de los 18,3 millones de espectadores de 2020, las que empujaron a los productores del Oscar a volver a la presencialidad, la alfombra roja y el show que la gran cita de Hollywood necesita para volver a brillar. Aunque claro, también hacen falta películas que puedan tener la repercusión de “Titanic”, algo que no pasa hace un lustro al menos.
por R.N.
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