En tiempos de memoria selectiva, donde las narrativas oficiales han reducido el tango a fórmulas nostálgicas o a la sombra omnipresente de Piazzolla, la agrupación belga SONICO lleva una década construyendo una disidencia sonora: rescatar y revitalizar la figura de Eduardo Rovira, aquel compositor argentino que, como reconociera el propio Piazzolla, fue “más revolucionario que yo” en los años de gestación del llamado tango moderno.
Este 2025, al cumplirse el centenario del nacimiento de Rovira, SONICO lanza su ambicioso proyecto “ROVIRA 100”: una gira sudamericana —Argentina y Chile—, un nuevo álbum grabado en Buenos Aires, y una batería de eventos internacionales que consolidan un compromiso artístico inusual por su coherencia, profundidad y visión.
La gira no es un simple homenaje. SONICO —integrado por músicos de Bélgica, Francia, EE.UU. y Argentina— interpreta a Rovira no como arqueología sino como materia viva. Con un lenguaje que articula precisión camerística, tensión rítmica y riesgo interpretativo, el quinteto logra situar el tango en un terreno donde lo clásico y lo contemporáneo dialogan sin concesiones.
Entre el 18 y el 23 de abril de 2025, SONICO ofrecerá una serie de conciertos en Argentina como parte de su gira ROVIRA 100. El 18 de abril se presentará en el Teatro del Bicentenario de San Juan; el 19, en el Teatro del Libertador de Córdoba dentro del ciclo Pro Arte; el 20, en el Teatro Municipal de Río Cuarto; y el 23, en el Palacio Libertad (Sala Argentina) de Buenos Aires, en el marco del ciclo Mozarteum.
El repertorio del nuevo álbum, también titulado ROVIRA 100, recupera dos de las obras más audaces del compositor: Sónico (1969) y Que lo paren (1975). Grabado en Buenos Aires durante la gira —en el Estudio Doctor F—, el disco propone una lectura que enfatiza el carácter experimental, casi proto-electrónico, de Rovira. Sin caer en la trampa de la actualización por la actualización misma, SONICO logra que la música dialogue con las estéticas del presente sin traicionar su identidad.
Más que una gira, ROVIRA 100 es una declaración política y estética: el tango no debe ser conservado como pieza de museo, sino tensionado, reescrito, discutido. Y eso exige un trabajo riguroso. SONICO no sólo interpreta: investiga, transcribe, restaura partituras desde manuscritos y grabaciones inéditas. Gracias a ellos, más de 70 obras de Rovira hoy tienen circulación internacional. Esa labor, además, ha sido reconocida por la Legislatura Porteña, que declaró su trabajo de interés cultural.
La propuesta de SONICO no se agota en el sur. El proyecto ROVIRA 100 incluye, entre otros hitos, la puesta del ballet Tango Buenos Aires —inspirado en Stravinsky—, una sinfonía de tango junto a la Brussels Philharmonic (2026), y una residencia en el Centro Cultural Strombeek Grimbergen, donde estrenarán su quinto disco el 20 de noviembre. El punto culminante será Rovira Integral, una retrospectiva que se desplegará en el Antwerpen Spring Festival y que promete ser la primera interpretación completa de su obra en un marco sinfónico y escénico.
En una escena donde muchas veces el tango se repliega sobre sus certezas, SONICO apuesta a la incomodidad creativa. No es casual que su anterior disco doble, Piazzolla - Rovira: The Edge of Tango, fuera reconocido por Gramophone Magazine como una obra histórica. Tampoco es casual que su última producción, Five, Six, Seven, Eight..., haya tenido su estreno en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, seguido de una gira que lo llevó a templos de la música como la Philharmonie de Luxemburgo o la Tonhalle de Düsseldorf.
El mérito de SONICO no reside solamente en lo que hacen, sino en cómo lo hacen. En un presente donde muchas producciones apelan a lo efectista o a la recreación plana de un repertorio, esta agrupación multinacional le devuelve al tango lo que más necesita: complejidad, pensamiento, disrupción. ROVIRA 100 no es sólo una celebración. Es, en definitiva, una forma de imaginar el futuro desde una música que, paradójicamente, fue escrita hace más de medio siglo.
por R.N.
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