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PERSONAJES | 28-06-2017 17:16

Cristina Filoso: “La música clásica no es para millonarios”

Pianista del Colón, repasa su carrera. Crítica por el uso del teatro para la música popular y fiestas en lo de Víctor Hugo Morales.

Tenía apenas tres años cuando espiaba las clases de piano que daba su madre. Escuchaba fascinada lo que tocaban los alumnos y después iba al piano y solita repetía lo que había escuchado. Sin saber, claro, que estaba ejecutando una melodía de Bach o de Beethoven. Tocaba de oído. Así comenzó una relación de amor que se profundizó con el tiempo y que permanece inalterable hasta el día de hoy. A pesar de ser una pianista con un vasto recorrido, Cristina Filoso sigue enamorada de su instrumento como el primer día.

El camino para llegar hasta aquí fue arduo pero fructífero. Pasó largas horas estudiando con el gran Vincenzo Scaramuzza y luego con los maestros Earl Wild y Nikita Magaloff. En 1992 obtuvo el Primer Premio en el concurso Alberto Williams y a lo largo de los años dejó su impronta en numerosos recitales, ya sea como solista, con importantes orquestas o como intérprete de música de cámara. Y desplegó sus sonidos en Argentina, Brasil, México, España, Inglaterra, Italia y Sudáfrica, entre otros países.

Noticias: ¿Cómo describiría su relación con el piano?

Cristina Filoso: Es parte de mí, de mi cuerpo, de mi vida. Será que toco desde los tres años. Cuando no sé qué hacer voy y me siento al piano. Es un amor profundo y muy fiel.

Noticias: ¿Empezó a los tres años?

Filoso: Mi madre era pianista y daba clases, yo escuchaba lo que tocaban sus alumnos y a los tres años me sentaba al piano y las repetía. Tocaba de oído. Mi abuelo, que era un excelente tenor, quería hacerme niña prodigio, pero mi mamá nunca quiso. Pensaba que tenía que disfrutar mi infancia. Igual, a los seis años ya estudiaba con una profesora. Además, mi padre - Benjamín Filoso - era violinista, tocó en varias orquestas y fue fundador de la Orquesta Filarmónica del Teatro Colón.

Noticias: ¿Se acuerda de lo primero que tocó?

Filoso: Me acuerdo que saqué parte de una fuga de Bach, después tocaba el comienzo del tercer concierto de Beethoven y alguna obra de Schuman también. Todo de oído, yo no sabía ni qué era eso. Desde que empecé a estudiar no paré nunca más. Después estudié mucho con el maestro Vicente Scaramuzza, un genio, no creo que haya otro igual. Era completísimo. A veces, pasaba la tarde del domingo estudiando en su casa. Fue una época entrañable para mí. Cuando él falleció sentí un vacío tremendo.

Noticias: ¿Cuándo decidió que ese sería su camino?

Filoso: Siempre me gustó. Ya de chica ordenaba las muñecas en fila, me ponía un vestido de mi madre y les daba conciertos. Después todo se fue dando naturalmente, no fue un camino impuesto por nadie.

Noticias: ¿Y cómo fue el proceso para llegar a ser profesional? Debe ser arduo el entrenamiento de un pianista.

Filoso: Muy arduo, te lleva la vida. Hay que estudiar muchas horas todos los días y después preparar las obras para los conciertos. Se necesita mucho tiempo y mucha paz para concentrarse y aprender. A veces me preguntan cuánto tardo en preparar un concierto y yo digo que estuve toda la vida preparándolo. Además, soy maestra y doy clases de piano.

Noticias: Además del repertorio clásico, también tocó música de Piazzolla y grabó un disco con sus temas.

Filoso: Sí, fue en Londres. Con el cellista Eduardo Vassallo, con quien tocamos desde hace treinta años, estrenamos Le Grand Tango de Piazzolla con la presencia de Astor en la sala. Recuerdo que cuando terminó el concierto vino a saludarnos y me pidió disculpas por lo difícil que lo había escrito para el piano. Conocerlo fue inolvidable, me pareció muy humilde y graciosa su disculpa. En ese momento grabamos el disco “Tango by Piazzolla” y otro de música latinoamericana.

Noticias: ¿Qué pianistas la conmueven?

Filoso: El que más me emociona es Bruno Gelber, y no lo digo porque sea muy amigo mío, sino porque es extraordinario, profundamente musical, salís de escucharlo con el alma llena. Él también fue alumno de Scaramuzza. Igual que Marta Argerich, que es una maravilla, pero ella tiene otra manera de tocar, es muy personal. Y me gustaba mucho también Freddy Gulda. Lamentablemente el nivel de los pianistas actuales ha bajado en el mundo. Yo lo atribuyo a la falta de grandes maestros.

Noticias: Su hijo continúa la saga familiar.

Filoso: Sí, Sebastián – Zoppi- es solista de los segundos violines en la Orquesta Estable del Colón, y ganó su lugar por concurso. Es un excelente violinista. Tocamos juntos en recitales de violín y piano y también en tríos por varios años. Estoy muy orgullosa de él.

Cristina recuerda que tocó en la película Sol de Otoño, protagonizada por Norma Aleandro y Federico Luppi, y que reemplazó a Claudia Lapacó en un capítulo de La Celebración. “Yo tocaba como si fuese ella, pero se me veían sólo los brazos y las manos”, relata.

Desde hace años integra el “Trío Clásico de Buenos Aires” con Oleg Pishénin (violín) y Carlos Nozzi (cello) y forma parte también del “Quinteto Arte”. En esta temporada le esperan recitales a dos pianos en el CCK; como solista con la Orquesta Sinfónica de San Juan y con la Sinfónica de Mar del Plata; con el “Quinteto Arte” en Ushuaia y con el “Trío Clásico” de Buenos Aires en Rosario.

Noticias: Usted tocó en diferentes lugares y situaciones. Debe tener muchas anécdotas. ¿Alguna imborrable?

Filoso: La primera vez que toqué en el Colón con la Filarmónica. Era jovencita, tendría veinte años. La sensación de salir al escenario, ver esa sala llena, la acústica, escuchar casi aplauso por aplauso, fue muy conmovedor, una experiencia hermosísima. Después toqué muchas veces más y sigo tocando. También recuerdo otra anécdota graciosa y fea a la vez.

Noticias: ¿Cuál?

Filoso: Estaba tocando en un festival de verano en la costa y se paró una cucaracha enorme en la partitura, y a mí me dan un asco espantoso las cucarachas. La señora que daba vuelta la página me preguntó qué hacíamos y yo le dije que si se posaba encima mío dejaba de tocar. Por suerte, caminó un poco y se cayó entre las cuerdas y desapareció.

Noticias: Recién mencionaba el Colón, un teatro magnífico, pero al parecer difícil de manejar. En diferentes momentos ha tenido problemas internos, sindicales, con elencos, cambios de autoridades y en los últimos tiempos, de programación.

Filoso: Yo amo el Colón desde chica, es mi segunda casa. Es lo máximo que se puede aspirar en este país. Tocar allí es un privilegio y un lujo, es haber llegado a un nivel de excelencia. No conozco el funcionamiento por dentro como para opinar. Sólo puedo decir que el maestro Dimecke, que está desde hace poco a cargo de la dirección artística, es una persona muy valiosa y seria. Supongo que el teatro va a funcionar muy bien.

Noticias: ¿Qué opina sobre usar el Colón para hacer conciertos de música popular?

Filoso: No estoy de acuerdo y con esto seguramente me voy a poner mucha gente en contra. Me parece que cada cosa debe tener el ámbito para la que fue creada. El Colón fue creado para óperas, principalmente, y luego para conciertos y ballet. La acústica es perfecta y no se necesitan micrófonos. Con estos conciertos de música popular se utilizan micrófonos y, según los entendidos, se altera la acústica. No sé cuál es la finalidad de usar el Colón para eso, por el hecho de decir: “tocamos en el Colón”. Hay otras salas más adecuadas, incluso más grandes, como el Luna Park.

Noticias: ¿Cree que es una actitud demagógica de las autoridades del teatro o del gobierno de la ciudad?

Filoso: Podría llegar a ser. No sé, no puedo decir de quién, pero a mí particularmente no me gusta.

Noticias: ¿Qué le parece la política cultural del gobierno en líneas generales?

Filoso: Hay mucho movimiento musical, conciertos gratuitos, pero no sé qué decir, podría haber más apoyo para la música clásica. Me gustaría que hubiese espacios de difusión en la Televisión Pública y en los otros canales de aire también. La gente no conoce esta música y cree que es sólo para una elite, incluso creen que el Colón es para millonarios y no es así. Se puede ir con muy poca plata, a veces por menos de lo que cuesta una entrada de cine, y ver algo fantástico.

Noticias: Usted toca también en eventos privados. ¿Es cierto que tocó en la casa de Víctor Hugo Morales?

Filoso: Sí, he tocado muchas veces en su casa, casi cada quince días. Algunas fueron en situaciones especiales, pero la mayoría en reuniones de amigos. He tocado sola, a cuatro manos, con diversos conjuntos de cámara, con cantantes. De esto hace unos años, hasta que él se mudó. Eran verdaderas fiestas y lo pasábamos muy bien.

Noticias: ¿Se puede vivir de la música?

Filoso: Se puede, pero no nos sobra. Con la música uno jamás se hace millonario, a no ser las grandes figuras que cobran fortunas. Los que no somos estrellas tenemos que trabajar mucho. Además, nadie te paga todo el trabajo previo de estudio y preparación. Si trabajás freelance te pueden pagar por ensayo y por función, pero no en el caso de un solista.

Noticias: ¿Cómo es su vida fuera de la música?

Filoso: Siempre estoy haciendo algo, pero no tengo hobbies ni hago deportes, soy lo anti deportista. Me gusta ir al teatro y a los museos y voy mucho al Colón.

Noticias: ¿Tiene sueños pendientes?

Filoso: No, ya he cumplido muchos. Quizás me gustaría tocar con algún intérprete determinado, pero no es un deseo que me quite el sueño. Todos los compromisos que afronto son importantes para mí y los disfruto de la misma manera. Y me enamoro de cada obra que toco, aunque no sea de Beethoven, Bach, Mozart o Chopin, mis autores preferidos. 

Cecilia Escola

por Cecilia Escola

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