En los últimos días, políticos argentinos fueron diagnosticados con Covid-19. Una de ellos, la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, fue notificada del resultado positivo de su test el martes 16 por la noche. Al día siguiente su pareja, el periodista Enrique Sacco también recibía la misma noticia. En ambos casos, se dijo que estaban “asintomáticos”. Pero algo a tener en cuenta es que si el contagio se produjo el viernes 12, a partir de una reunión que Vidal compartió con el vicejefe del bloque de Diputados de Juntos por el Cambio, Alex Capmbell, esa falta de síntomas solo podría ser pasajera.
Porque así como hay personas que se infectan y permanecen asintomáticas a lo largo de todo el período de contagio, muchos son en realidad presintomáticos: es decir que no tienen malestares, están bien de salud, pero contagian y por eso deben permanecer aislados y bajo estricto control médico. Para comprender esto vayamos un poco a revisar lo que se sabe sobre un tema tan complejo como éste.
Corrían enero y febrero y los primeros hallazgos médicos e investigaciones sobre grupos chicos de personas enfermas de Covid-19, sobre todo en China y Japón, sugerían la existencia de personas infectadas con el coronavirus SARS-CoV-2 que no presentaban síntomas. Pero que sí contagiaban. En algunos casos, la carga viral de esas personas era igual a la de las personas con síntomas, lo que sugería un potencial similar para la transmisión viral. Los estudios sobre lo ocurrido hasta mediados de mayo muestran que la prevalencia de infección asintomática por SARS-CoV-2 existe, que tiene incidencia en la transmisión del virus, aunque cuánto, cómo, en qué circunstancias, está aún bajo investigación, con muchos más datos, cierto relativismo respecto de lo que se pensaba 90 días atrás, y sin certezas absolutas.
Una revisión de otros estudios hechos hasta el momento (16 cohortes en total), publicado en la revista especializada Annals of Internal Medicine en la última semana, recogen una importante cantidad de eventos de contagio en diferentes lugares del mundo, y también en circunstancias muy diversas: cruceros, universidades, lugares de aislamiento, estudios poblacionales. El porcentaje de asintomáticos entre los infectados oscila enormemente entre informes, y va del 6 al 90% con un promedio del 40% al 45%.
“Estas tasas de infectados que permanecer asintomáticos sugiere que el virus podría tener un mayor potencial del previamente estimado para diseminarse de manera silenciosa y profundamente entre las poblaciones humanas. Además, las personas asintomáticas pueden transmitir el SARS-CoV-2 a otras personas por un período largo, tal vez mayor a los 14 días”, advierte el estadounidense Eric Topol, fundador del Scripps Research Translational Institute y uno de los autores del trabajo.
Un primer punto importante: la mayor parte de los infectados asintomáticos no desarrollan signos ni síntomas a lo largo del curso de la enfermedad. Un segundo punto que destacan estos investigadores: “La ausencia de síntomas de Covid-19 en las personas infectadas no implicaría necesariamente ausencia de daño. Es necesario hacer más investigaciones para determinar la importancia de cambios pulmonares visibles de tipo subclínico a través de rastreos por tomografías computadas”.
Rompecabezas
¿Una persona sin síntomas seguirá así durante todo el transcurso de la infección? Un estudio realizado por investigadores japoneses encontró que, probablemente, sí. Dirigido por un grupo de científicos en la Prefectura de Aichi, el ensayo muestra que los pacientes con coronavirus pero sin síntomas tienden a recuperarse dentro de los nueve días posteriores a sus tests PCR (pruebas de reacción en cadena de la polimerasa). Los hallazgos, que incluyen un estudio sobre cómo se desarrolló la enfermedad en 90 asintomáticos que contrajeron la enfermedad a bordo del crucero Diamond Princess, fueron publicados en el New England Journal of Medicine (NEJM).
El Centro Médico Okazaki de la universidad de Salud de Fujita recibió a 128 personas del crucero Diamond Princess, noticia en febrero debido a que fue puesto en cuarentena con 3.700 pasajeros a bordo y toda su tripulación. Los médicos que atendieron a los pasajeros enfermos hallaron que 96 positivos no tenían síntomas, y 32 de sus compañeros de camarote habían dado negativo. Las personas que enfermaron de Covid-19 dentro del crucero fueron, en total, más de 700.
"La mayoría de las personas infectadas asintomáticas siguieron así durante el curso de su infección", detalla Yohei Doi, médico y profesor en el departamento de enfermedades infecciosas de la Universidad de Salud de Fujita. Además, 11 pacientes que en principio no tenían síntomas los desarrollaron más tarde.
Los presintomáticos son aquellos pacientes Covid-19 que van a hacer síntomas y contagian 48 horas antes de la aparición de los mismos -explica la argentina Ángela Gentile, Jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez-. En ese caso no es posible pesquisarlos, sin síntomas. Lo que sucede es que cuando uno tiene un caso confirmado retrocede dos días hacia atrás y ve cuáles han sido los contactos estrechos. A partir de ahí puede colocarlos en cuarentena y así cortar la cadena de transmisión”.
Los resultados obtenidos por los investigadores japoneses mostraron que casi la mitad de los pacientes se había curado dentro de los nueve días después de la primera prueba positiva para Covid-19, mientras que el 90 por ciento lo había hecho en 15 días. "Inicialmente, las partículas virales pueden aparecer en las pruebas después de seis días, pero es probable que los pacientes asintomáticos estén libres del virus después de ocho a 10 días", explica Doi, con lo cual luego de ese tiempo máximo, podrían ser dados de alta.
Encerrados y muy juntos
Otro artículo del 10 de junio, basado en el análisis de nada menos que 3.184 casos de enfermedad por coronavirus en Japón, aporta al tema. “Identificamos 61 grupos de casos en centros de salud y otros lugares, como restaurantes y bares, establecimientos laborales y eventos musicales. También identificamos 22 probables pacientes de casos primarios para los grupos: la mayoría tenían entre 20 y 39 años y eran o bien presintomáticos o asintomáticos en la transmisión del virus”, explica el documento publicado por los investigadores.
Los 61 grupos identificados fueron aquellos en los que cinco o más personas se infectaron a la vez: aunque el más grande había tenido cien casos, la mayoría era de entre cinco y diez. ¿En qué sitios se hallaron esos clústeres de transmisión? Centros de salud (18), hogares de ancianos y guarderías (10), restaurantes y bares (10), oficinas (8), conciertos musicales y karaokes (7), gimnasios (5), ceremonias diversas (2), aviones (1).
¿Qué tienen en común esos lugares? Se trató de espacios cerrados con poca ventilación, abarrotados de gente y contacto físico demasiado cercano. "Gran parte de los casos de Covid-19 se vinculan con la persistencia de respiración agitada entre las personas, algo que se da mucho en lugares donde se canta, se baila, en los bares al conversar y al hacer actividad física intensa en los gimnasios”, aclara la investigación.
¿Cómo manejar la existencia de las personas infectadas asintomáticas, en zonas calientes de la Argentina, como son actualmente el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la ciudad de Resistencia, en Chaco? “Mediante el control, porque no podemos identificar a las persons asintomáticas, solo a partir de la aparición de un caso sintómatico cuando vamos a explorar contactos con un solo síntoma en barrios vulnerables. En ese caso, a veces, hallamos un asintomático positivo -advierte Gentile-. Pero no hay una definición así que la única medida es trabajar fuertemente en las medidas de prevención: distanciamiento físico, lavado de manos, uso de barbijo social, en todas las cosas que hemos aprendido en esta nueva normalidad”.
Muchas investigaciones, pero todavía sin evidencia concluyente. Javier Farina, director de Infectología Crítica de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, SATI, advierte: “En todas las series, en todos los países, la incidencia de los asintomáticos con Covid-19 es una estimación ya que es imposible detectar esto salvo haciendo haciendo testeos en el ciento por ciento de una población. E incluso si lo hace, nada quita que un test negativo hoy no pueda ser positivo dentro de tres días y que el contagio sea posterior. No es una estrategia positiva tampoco porque uno no puede decir cuándo se produce el contagio”.
Y agrega: “Creo que el concepto más importante es que los determinantes de la transmisión masiva de esta infección son los sintomáticos leves, que no consultan y que están transmitiendo la infección. A ellos es a los que hay que detectar más activamente”.
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